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Una historia curiosa

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Rumores del Saber    ~    Comentarios Comments (11)

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Como aquí (de vez en cuando) estamos reflejando retazos de historia de los caminos recorridos por el saber y curiosas situaciones y hechos del pasado que, en su conjunto, nos enseña como fueron las cosas en los ámbitos más diversos, os contaré ahora otra curiosidad:

En 1470, en Breslau, durante una fiesta pública en honor del matrimonio de Matias Corvino, rey de Hungría los recién casados fueron agasajados por el sonido de muchas trompetas y de “toda clase de instrumentos de cuerdas”. Se considera que éste es el testimonio más antiguo de un gran número de instrumentos de cuerda, el ingrediente fundamental de lo que más tarde recibiría el nombre de orquestas.

Un centenar de años más tarde, aproximadamente entre 1580 y 1589, algunos caballeros empezaron a reunirse de forma regular en casa del conde Giovanni dei Bardi en Florencia. Este grupo, conocido como la camerana estaba compuesto por el célebre flautista Vincenzo Galilei (padre del astrónomo Galileo Galilei), Jacobo Peri y Giulio Caccini, también músicos, a los que se sumaba el Poeta Octavio Rinuccini.

Durante el curso de sus conversaciones, principalmente dedicadas al teatro clásico, surgió la idea de que las obras clásicas podían notarse “de forma declamatoria”. Fue así como más adelante nacería la opera. En términos muy amplios, podemos afirmar que en el largo siglo que va de 1470 a 1590 aparecen los principales elementos de la música moderna en un proceso análogo al que se observa en la pintura.

Los desarrollos en este campo pueden dividirse en tres grupos. En primer lugar, se dieron una serie de avances técnicos, tanto para instrumentos como para voces, que permitieron la evolución de los tipos de sonido que escuchamos hoy.

En segundo lugar, se desarrollaron diversos géneros musicales, lo que condujo a la forma de la música tal y como la conocemos en la actualidad.

Y, en tercer lugar, tenemos el surgimiento de los primeros compositores de música moderan, los primeros músicos famosos cuyos nombres aún recordamos.

Entre los avances técnicos, podemos señalar para empezar el principio de “imitación”, una innovación de la escuela de música flamenca, cuyos principales representantes fuera Jean Ockeghem (c. 1430-1495) y Jacob Obrecht (c. 1430-1505). Sin embargo, durante el siglo XV y buena parte del XVI, la música flamenca fue ganando prestigio no sólo en Europa septentrional sino también en Italia.

En la corte papal en Roma, en la Catedral de San Marcos en Venecia, en Florencia y en Milán, los músicos flamencos eran los más solicitados. En este contexto, el término “imitación” designa la costumbre de que en una obra polifónica las voces no canten juntas sino una después de otra, cada una repitiendo lo dicho por la anterior. Este recurso tenía un gran poder expresivo y se ha mantenido vigente hasta el día de hoy en todos los géneros musicales.

Por la misma época, se introdujeron las masas corales que reunían gran cantidad de voces. En partículas el coro papal adquirió mucha importancia, si bien fue en Venecia donde el flamenco Adrian Willaert (c. 1480-1562) introdujo el coro doble, en el que dos cuerpos cocales se yuxta ponían continuamente uno a otro, algo que tenía una fuerza dramática aún mayor.

También fue en Venecia donde se dieron los primeros pasos hacia la orquestación, la idea de designar instrumentos específicos para cada parte de la composición. Esto se relaciona con el hecho de que fue también en esta ciudad donde se inició la impresión de partituras hacia 1501, con lo que los intérpretes pudieron llevar las ideas musicales “no en la cabeza, sino en su equipaje”.

Venecia produjo dos músicos extraordinarios:

Andrea Gabriela y su sobrino Giovanni. Fueron ellos quienes perfeccionaron el equilibrio de los coros, con grupos de instrumentos de cuerda y de viento, en galerías corales opuestas que hacían avanzar y retroceder la melodía y que tenían por base dos grandes órganos.

Yehudi Menuhin considera que este momento de la música occidental “marca el auténtico comienzo de la música instrumental independiente” y, en particular, de un elemento que sería de vital importancia a lo largo de la era moderna: la disonancia suspendida.

Esta disonancia, planeada de forma deliberada, llama la atención sobre sí misma y exige ser resuelta (al menos hasta Schönberg, en 1907), lo que subrayó el carácter emocional de la música y propició el desarrollo de la técnica de la modulación, el libre movimiento de un tono a otro sin el cual había sido imposible el movimiento romántico en la música.

Los siglos XV y XVI también fueron testigos del aumento del número de instrumentos disponibles y, en un sentido rudimentario, de los comienzos de la orquesta. Inicialmente, tuvo una gran importancia la difusión del arco desde Asia, a través del Islam y Bizancio, donde hacia el siglo X el Rabat y la luna se tocaban con arcos de una o dos cuerdas.

En Europa, el arco musical, descendiente directo del arco de caza, apareció primero en España y Sicilia, pero se difundió con rapidez hacia el norte del continente. Aunque el sonido producido al puntear las cuerdas se desvanecía con rapidez, se descubrió que las notas emitidas por las cuerdas al vibrar podían prolongarse mucho tiempo frotando un arco sobre ellas.

El segundo acontecimiento decisivo para la evolución de la música occidental fueron las cruzadas de los siglos XII y XIII. Los nuevos instrumentos encontrados en Oriente Próximo se difundieron velozmente, en particular el antecesor del violín, que aparece por primera vez en ilustraciones bizantinas del siglo XI, cuando tenía muchas formas diferentes (ovalada, elíptica, rectangular) y ya contaba con una parte estrecha para permitir que los movimientos del arco fueran más flexibles.

Otros instrumentos eran el rebec y el gittern, precursora de la guitarra, un enorme instrumento hecho a partir de un bloque de madera sólida.

Los instrumentos de cuerda provistos de teclado aparecen inicialmente en la primera mitad del siglo XV, quizá como desarrollo de un instrumento misterioso, el checker, del que no se conserva ningún ejemplar, por lo que solo lo conocemos a través de ilustraciones.

También existía un primitivo clavicordio, denominado monocordio (quizá inventado por Pitágoras), y un antiguo clavicémbalo, un instrumento alargado, a partir del cual evolucionaron la espineta y el virginal, ambos de tamaño más pequeño.

Para el siglo XVI el laúd, la guitarra, la viola y el violín, se habían hecho muy populares a medida que se difundía el gusto por la música cromática. Carlos IX, rey de Francia entre 1560 y 1574, ordenó la construcción de treinta y ocho instrumentos a Andrea Amati, el famoso fabricante de Cremona, y especificó que doce debían ser violines grandes, doce violines pequeños, seis violas y ocho bajos.

Entre los instrumentos de viento, el órgano se había utilizado desde la época de los romanos, si bien desde el siglo X en adelante había pasado a ser instrumento exclusivo de la Iglesia.

En este campo la importación más significativa de Oriente fue la bombarda, que deriva de la surna persa, un instrumento de doble lengüeta con agujeros para los dedos y pabellón amplio. El oboe moderno probablemente fue inventado a mediados del siglo XVII por un miembro de la familia Hotteterre, y se introdujo en la corte francesa. Se consideraba un complemento de los violes, aunque también contribuía al continuo.

Entre las diversas formas musicales surgidas desde el siglo XI podemos destacar el madrigal, la sonata, las formas corales, el concierto, el oratorio y la ópera.

Con la maduración del madrigal, el liderazgo musical pasó de los flamencos a los italianos, y en particular a Roma y Venecia, si bien no se debe olvidar la contribución de los franceses al crear la chanson, conocida en otros lugares como canzon francese. La chanson era una forma despreocupada y alegre, que con frecuencia proponía “cancioncillas de amor” sentimentales y nostálgicas, según las palabras de Alfred Einstein, en las que la voz pretendía imitar el canto de las aves, y partir de ella surgiría finalmente la sonata.

Los principales exponentes del madrigal y de la chanson/sonata fueron Giovanni Pierluigi da Palestrina (1525-1594) y Orlando di Lasso (1532-1594). En Roma, Palestrina fue maestro di capella de la iglesia de San Pedro desde 1571. Compuso noventa y cuatro misas y ciento cuarenta madrigales. Fundamentalmente fue un compositor religioso.

Lasso, por su parte, fue un maestro del madrigal y del motete, que celebró en sus obras el amor en esta vida y esta tierra. La búsqueda del estilo y la excelencia instrumental condujo en su momento a la aparición del virtuoso, particularmente en los teclados y las maderas. En ello también observamos un proceso similar al que tuvo lugar en la pintura: el surgimiento del músico como artista respetado por derecho propio.

Al evolucionar, la canzon francese se dividió en dos tipos: la sonata para instrumentos de viento y la canzona para los de cuerda. Mientras la primera daría lugar al concierto (y más tarde a la sinfonía), la segunda evolucionaría en la sonata de cámara.

Los humanistas que en Florencia dieron origen a la ópera estaban convencidos de que la primera función de la música era intensificar el impacto emocional de la palabra hablada. Inicialmente, el nuevo discurso musical se denominó recitativo: el texto se recitaba o declamaba sobre un fondo musical compuesto principalmente por una serie de acordes con disonancias ocasionales con que producir efectos dramáticos. No obstante, desde el principio existió una estructura armónica, lo que se denomina música “vertical” en oposición a la meramente “horizontal”.

El primer gran compositor de óperas fue Claudio Monteverde (1567-1643). Su Orfeo, escrito para violas y violines y estrenado en Mantua en 1.607, supuso un significativo avance respecto de las óperas presentadas antes en Florencia. Aunque Monteverde poseía un don original para la armonía que le permitió introducir también algunas disonancias andaces, la principal característica de su música es la gran calidad expresiva, como por ejemplo, Ariadna, o su famoso Lamento de Ariadna, la primera aria o perística que se convirtió en canción popular y fue “tatareada y silbada por toda Italia”

De aquel fenómeno musical surgieron grandes teatros de ópera en toda Europa, si bien hasta 1637 estos fueron lugares privados, dominio exclusivo de la nobleza. Sólo después de esa fecha encontramos, de nuevo en Venecia, asistentes a la ópera que pagan por su asistencia a las salas. En el siglo XVII la ciudad contaba con dieciséis teatros de ópera, cuatro de los cuales abrían todas las noches.

Transcrito dellibro IDEAS por emilio silvera

 

  1. 1
    María Silvera
    el 8 de octubre del 2009 a las 18:53

    ¡Muy buena entrada! ¡Gracias!

    Es cierto todo lo que dices. El Renacimiento es el comienzo de la era moderna. En música, supone el nacimiento de la tonalidad, ya que antes toda la música se había construido según modos griegos y eclesiásticos.

    Desde la Antigüedad a la Edad Media la música tiene unos usos muy restringidos; la escuela pitagórica nos deja como legado la propuesta de una música matemática y perfecta: la Música de las Esferas. Es su idea del cosmos como armonía, como la relación de todas las cosas que existen en la naturaleza en equilibrio, que se establece numéricamente.

    Para los griegos, la educación era algo primordial en la polis. La estructura de la “polis perfecta” que crea Pericles, sumada a las ideas de Pitágoras y su escuela, y más tarde las filosofías de Sócrates, Platón, Aristóteles y tantos otros; hacen que la música sirva como método para educar, para crear armonía dentro de la sociedad, e incluso para curar enfermedades (la Catarsis de Aristóteles y la de Damón). El concepto del Ethos, de Mousiké y de Gymnopedié son básicos durante toda esta época. Sin embargo toda la música que se hacía estaba asociada siempre a eventos muy concretos, y cada modo natural (dórico, frigio, lidio, mixolidio, etc) se utilizaba solo en determinados ámbitos. Para los epitafios y temas fúnebres (como el Epitafio de Seikilos) se usaba el modo Frigio, mientras que otros como el dórico o el lidio eran más apropiados para festejos o para acompañar relatos bélicos.

    Con respecto a los instrumentos, a cada uno se le atribuía determinadas propiedades: la lira, relacionada con Orfeo y con Apolo, representaba la belleza, la luz, la salvación, la serenidad; en cambio el aulos y otros instrumentos de viento se asociaban a Baco, el dios del vino, y por tanto a la depravación, la lujuria y la oscuridad. Esto era fundamentalmente porque en la antigua Grecia era importante la poesía y la retórica. La lira y los instrumentos de cuerda permiten recitar mientras se tañen, y además dichos instrumentos son polifónicos, con lo cual también se generan armonías perfectas (la octava, por ejemplo). El aulos se soplaba, por lo que no se podía recitar mientras se tocaba, y esto hacía que te dejases llevar por la música y perdieses la razón y el equilibrio.

    Con la proliferación del teatro, las músicas se mezclan y se empiezan a cambiar los modos. Esto a Platón le disgustó puesto que él consideraba que todo ello derivaría en la destrucción del orden de la sociedad y en la pérdida de la conciencia cívica. Así de arraigada estaba la música en el pensamiento griego.

    Durante la Edad Media, la música de oriente y occidente se separa. En oriente el sonido es símbolo de lo absoluto, y lo absoluto no cambia. Varios siglos transcurrirán sin que la música modal varíe; siendo siempre monódica, de microtonos, y con notación muy básica. En occidente en cambio la Iglesia es un poder tan fuerte que la música se adapta para enseñar a las masas el camino de Dios, y se modifica para elevar el espíritu durante la liturgia. Durante el siglo XI y en adelante, el canto llano evoluciona surgiendo el tetragrama, las primeras claves, añadiendo voces, y jugando con coros en las antífonas responsoriales y otras partes de la misa. Además Guido d’Arezzo nos trae la solmisación (la mano de Guido), con el himno “Ut queant laxis”. Poco a poco la música evoluciona tanto en el aspecto sacro como en el laico. El progresivo abandono de los modos eclesiásticos y la búsqueda de nuevas técnicas instrumentales, unido a los nuevos compositores que experimentan con la polifonía y el contrapunto, dan paso al Renacimiento musical.

    No me extenderé mucho con esta época, porque ya ha quedado bien explicada en la entrada, pero sí apuntaré algunos datos.

    Una de las cosas más representativas del Renacimiento es la Ópera Temprana. Las primeras óperas datan de finales del siglo XVI, pero ya vimos que la asociación drama y música es de épocas antiguas. Esto se mantiene en los dramas litúrgicos medievales (representaciones teatrales con música de la natividad, de la matanza de Herodes, etc). En el teatro del Renacimiento los coros se cantaban, y además se representaba un “intermezzo” con música.

    Es probable que los intermedios más espectaculares fuesen los que se hicieron en Florencia, en las bodas del duque Ferdinando de Medici de Toscana y Cristina de Lorena en 1589, producidos por el aristócrata romano Emilio de Cavalieri, y dirigidos por el conde Giovani Bardi (de la conocida Camerata Bardi). Eran de carácter pastoril (la “Pastoral” fue el género predominante en la poesía italiana del siglo XVI)y alegórico, y fueron un gran montaje musical.

    Por otra parte tenemos los ciclos de madrigales, que eran adaptaciones del madrigal con fines dramáticos. Se llamaban también “comedias madrigales”, pero no se representaban en teatros, sino en conciertos privados. La más famosa, “L’ampfiparnaso” de Módena Orazio Vecchi (1550-1634).

    Ya hablamos antes de la música griega y su importancia para la cultura de la antigüedad. La tragedia griega fue un modelo para la música dramática del Renacimiento. Existían dos vertientes: una en la que solo se cantaban los coros (cuando “Edipo Rey” de Sófocles se montó en Vicenza como “Edipo Tiranno” solo se cantaron los coros que había compuesto Gabrieli, con estilo declamatorio homofónico que realzaba la palabra hablada. El segundo modelo es en el que se cantaba el texto, incluidas las partes de los actores. Girolamo Mei (1519-1594), erudito florentino, defiende este segunda forma; él estudió las obras antiguas relativas a la música en griego original y hace un tratado de cuatro libros, “De modis musicis” -“sobre los modos musicales”.

    La Camerata Florentina se formó gracias a Giovanni Bardi y Vicenzo Galilei. El conde de Bardi instaló una academia de carácter informal, en 1570, en su palacio de Florencia, y allí se hacían tertulias y debates sobre ciencias y arte, y se tocaba la nueva música (otro día hablaremos del Ars Nova y el Ars Antiqua del Barroco temprano). El protegido de Bardi, cantante y compositor Giulio Caccini, es quien le pone el nombre de “Camerata Bardi”. El conde y Vicenzo Galilei, mantienen habitualmente correspondencia con Girolamo Mei. En las reuniones se leían con frecuencia sus cartas. Mei concluye, después de años de estudio, que los griegos consiguen efectos cargados de fuerza debido a una sola melodía cantada por solista o acompañada por coro. Galilei publicó en 1581 “Dialogo della musica antica et delle moderna”, donde refuta, siguiendo a Mei, el contrapunto del madrigal italiano. Sus argumento era que solo una única linea con alturas y ritmos apropiados, podía expresar un verso dado. Galilei desechaba la descripción musical de las palabras, la imitación de suspiros y otros recursos comunes en el madrigal del siglo XVI. Intentó escribir monodías poniendo música a algunos versos de “La Divina Comedia” de Dante, para voz solista y acompañamiento de violas. Esta música no se ha conservado.

    El poeta Rinuccini (1562-1621), a través de estos debates, y el compositor Jacopo Peri (1561-1633), llegan a la conclusión de que las tragedias antiguas se cantaban en su totalidad. Experimentan con el poema “Dafne” de Rinuccini, bajo el mecenazgo del aristócrata Jacopo Corsi, que también celebraba veladas en su palacio. Sólo sobreviven algunos fragmentos de esta ópera, estrenada en Florencia en 1597. “L’Euridice” de Rinuccini fue musicalizado por Peri y Caccini, y fueron editadas ambas. Cavalieri monta escenas sobre estos poemas de dimensiones más pequeñas y estilo similar. Los enfoques de todos ellos de la m´suica teatral eran similares. Peri y Caccini eran cantantes, y Cavalieri era polifacético (diplomático, coreógrafo, compositor y administrador, y enseñaba canto). Se esforzaban por encontrar una canción entre el recitado hablado y el canto. Es cuando nace el “Recitativo”.

    El idioma vocal y solista de Caccini se basaba en el aire improvisado y el madrigal polifónico; Peri buscó otra solución para las necesidades teatrales. En su prefacio a “Euridice”, evoca la distinción hecha en la teoría antigua entre la entonación del habla y los cambios interválicos o diastemáticos de la canción. Él quería encontrar un punto medio, como hacían los griegos en el recitado épico. Sostuvo notas en el continuo mientras la voz se movía en consonancias y disonancias. Los diversos estilos de monodía acompañada se filtran en todas las clases de m´suica. Con la monodia nace el teatro musical en los primeros años del siglo XVIII. “Euridice” era el mito de Orfeo y Eurídice, pero al estilo pastoral de moda, y modificado con final feliz. De las dos versiones musicales de Peri y Caccini, la segunda es más melodiosa y lírica, y la de Peri más dramática. El parlamento de Dafne es el ejemplo absoluto del nuevo recitativo de Peri.

    Podríamos hablar de otros países, pero como dijimos en otra entrada sobre el Renacimiento, Italia es por aquel entonces el centro de toda esta época, por eso me he centrado en ella como respuesta a la entrada. El Barroco es interesante por el modo en que se da la transición desde el Renacimiento, y porque es entonces cuando se establece el comienzo de la música moderna, asentada ya la tonalidad.

    En fin; tengo que seguir estudiando.

    Un beso, y gracias por estos regalos de “enseñanza transversal”.

    Ciao!

    Responder
  2. 2
    Shalafi
    el 8 de octubre del 2009 a las 21:01

    😮 😮 😮 😮
    ¿te hago un blog a ti también? 😀

    Responder
  3. 3
    María Silvera
    el 8 de octubre del 2009 a las 23:14

    Qué graciosillo, hombre… xD

    Responder
  4. 4
    emilio silvera
    el 9 de octubre del 2009 a las 8:47

    ¡Vaya con la niña! me ha chafado mi comentario “principal” que se ha convertido en secundario y al revés, ya que, la sapiencia de lo comentado supera con mucho al de la entra. ¿Me quieres arruinar la página?

    Es broma, y, la verdad es que, me ha gustado mucho tu comentario a mi comentario.

    Un beso, fea.

    Responder
  5. 5
    María Silvera
    el 13 de octubre del 2009 a las 22:30

    ¡De eso nada, que tu entrada es de muchísima calidad! Además, ¿me lees algo sobre antimateria, agujeros negros o quarks? Yo solo puedo hablar de lo que sé, y como mi experiencia es poca aún, la música es el único campo en el que me muevo con cierta soltura (aunque tengo mucho que aprender; eso sí, me afano en ello).

    Un beso gordo, padre. Me gusta tu página, y disfruto mucho leyéndote y aprendiendo de ti. ¡¡¡Ojalá tuviera más tiempo, pero estoy absorbida por el Renacimiento!!!…

    Responder
  6. 6
    nelson
    el 1 de mayo del 2011 a las 13:34

    Impresionante. ¡¡ Qué familia!!
    A riesgo de parecer profano, la mención de María del mito de Orfeo y Eurídice me trae a la mente la inolvidable banda sonora de la película “Orfeo Negro”, compuesta por Antonio Carlos Jobim y Luis Bonfá, que musicaliza una original y muy dramática recreación del mito durante el carnaval de Río.
    Fué el empujón que impuso a la novel y pujante Bossa Nova a nivel mundial.
     
    Felicitaciones a ambos.
     
     

    Responder
    • 6.1
      Johnny
      el 1 de mayo del 2011 a las 14:22

      Coincido contigo Nelson, vaya familia!, me pregunto si estaría bien realizar alguna preguntilla dirigida a don Emilio que se aleja bastante de lo que sería la ciencia, seré un atrevido y las haré, espero que no se me ofenda… ¿Cuál es el estado civil de su hija?.

      Saludos.

      Responder
      • 6.1.1
        emilio silvera
        el 1 de mayo del 2011 a las 17:05

        Bueno Johnny, el estado de María es de muy ocupada, lleva 15 años estudiando música,  terminó Piano en el Conservatorio Profesional de Música de Huelva, se marchó a Sevilla y durante un año hizo el preparatorio de los estudios de Clave (Música Antigua) y, se marchó a Madrid donde ha terminado sus estudios en el Real Conservatorio Superior de Músicade Madrid, donde continúa finalizando sus estudios de Pedagogía (también en elcampo musical).
        Aunque estudia, da algún que otro concierto y está en la Orquesta de Cámara del Real Conservatorio. Hace unos días, se presentó en Granada a unas pruebas para una Orquesta Internacional que dará recitales y conciertos durante un año por Europa, y, al final quedaron dos, ella y otra chica Polaca. Veremos a quien llaman finalmente.
        En fin amigo, que María decidió dedicar su vida ala Música y, en ello está. Si es lo que le gusta, es lo que tiene que hacer, ya que, lo peor que una persona puede hacer es trabajar en algo que no le gusta. Sin embargo,si le gusta lo que hace, más que un trabajo es un gozo.
        Saludos.
         

        Responder
    • 6.2
      emilio silvera
      el 1 de mayo del 2011 a las 16:55

      Gracias amigo,en nombre de ambos.

      Responder
      • 6.2.1
        Anndy
        el 2 de mayo del 2011 a las 4:15

        Saludos Emilio, es un gusto leerte(y también a tu hija), siempre me ha gustado esa manera tan apasionada con la que escribes, sea astronomía, biología, etc… y ahora veo que también la música, eres una verdadera fuente de inspiración.   Como puedo darme cuenta el secreto es leer, leer y leer.  Leer es algo maravilloso que nos saca de la ignorancia y nos adentra a un nuevo mundo y a una manera de pensar diferente; es algo que quiero inculcarle a mis hijos pequeños, Pablo quien tiene casi 3 años  y Allison de 8 meses(me falta incluirla en la foto). Repito mis agradecimientos hacia tu persona, me encantaría que regresaras a comentar a Observatorio, lamentablemente ha perdido su brillo desde que muchos de los compañeros han decidido retirarse.
         
        Saludos amigo…

        Responder
        • 6.2.1.1
          Emilio Silvera
          el 2 de mayo del 2011 a las 10:15

          Amigo Andy, no sabes cuantaalegría me producen tus visitas a ésta,tu casa.

          Dices muy bien al referirte a los beneficios que la lectura nos puede regalar. Allí, en los libros, encontramos todo el saber del mundo. Un libro, es, “casi siempre”, la mejor compañía. ¿Habrá un amigo mejor que un libro?, te aconseja,te enseña, te explica como son las cosas y no tepide nada a cambio.

          Dices bien, inculca a tus pequeños el Amor por la Lectura, cuentáles que allí podrán ser los protagonistas de las mayores aventuras,hacer los mejores viajes, enterarse de las cosas fantásticas que existen en el mundo al que pertenecen. Que empiecen(para que la lectura les incentive) con historias que a esa edad, llaman su atención y,sin que ellos se den cuenta, poco a poco, mientras sus edades avanzan, van queriendo algo más,y, de las aventuras pasan a la realidad y, esentonces, cuando comienza el aprendizaje.

          Aparte de leer, otra táctica que debes emplear con ellos, es la de hablar mucho, contarle cosas y que ellos telas cuenten también. Finalmente, se acostumbran a ese intercambio esencial y desaparecen los secretos, crecela confianza entre padres e hijos, desde luego, estar al tanto de lo que tus hijos piensan,teda la posibilidad de aconsejarles y procurar que no se desvien del camino correcto.

          Ya sabes: “Eduquemos alosniños de hoy para evitar el castigo a los hombres del mañana”

          Todo eso hice yo con mis hijos y, no puedo tener quejas de los resultados. Otra cosa, los mejores momentos de nuestras vidas están junto a esos pequeños por los que, gustosos, daríamos la vida. Esos momentos de ayudarles con sus tareas escolares, cuando jugamos con ellos, cuando miramos suscaritas de asombro ante cualquier cosa…¿quién puede pagar eso?

          En cuanto a lo de Observatorio, mejor dejarlo como está. Presté mi colaboración y dejé allí mucho de mí con la sola recompensadeestar rodeado de amigos con los que intercambiaba pareceres y alos que, tanto decosecha propiacomo de mis archivos,les facilité largas y completas charlas detemas científicosde interéspara todos. Sin embargo, como nuestra condición está en proceso de humanización,algunos,envidiosos, buscaban la manera defastidiarme,y,como era totalmente injusto que eso pudiera suceder, lo mejor fue alejarme de ese “mal pago” recibido.

          Lo siento por algunos amigos que no merecíanmi retirada pero, hay momentos en losque debe prevalecer la cordura y retirarse a tiempo evitando males mayores.

          Por otra parte, un lugar que,como Observatorio decide pedir donativos (?) nos dice que la cosa se ha desvirtuado, se violan y vulneran las formas y, de alguna manera, el sitio se ha prostituido. Y, siendo así, lo mejor es buscar caminos nuevos y, sobre todo,más sanos y sin dobleces.

          Un abrazo amigo Andy

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