Jun
1
La Astronomía de los antiguos: Imaginación más realidad
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Imaginación ~
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Orión, (el Cazador) es una constelación prominente, quizás la más conocida del cielo. Sus estrellas brillantes y visibles desde ambos hemisferios hacen que esta constelación sea reconocida universalmente. Orión se encuentra cerca de la constelación del río Eridanus y apoyado por sus dos perros de caza Canis Maior y Canis Minor peleando con la constelación del Tauro. Así se plasmaba en la vida real de los antiguos lo que veían en el cielo y el sentido que le daban a los objetos celestes.
En la Constelación de Orión destaca la belleza de la Nebulosa de orión M 42. El Complejo de Nubes Moleculares de Orión. Es una gigantesca estructura de hidrógeno, polvo, plasma y estrellas nacientes que abarca la mayor parte de la constelación. El complejo ubicado a una distancia de 1.500 años luz de la Tierra está formado por nebulosas de emisión, nebulosas de reflexión, nebulosas oscuras y regiones HII. Destaca especialmente por ser una región de intensa formación estelar y por las extraordinarias nebulosas que la forman:
- M42, la Nebulosa de Orión
- M43, la Nebulosa de De Mairan
- M78
- El Bucle de Barnard
- IC 434 y la Nebulosa Cabeza de Caballo
- NGC 2023
- NGC 2024, la Nebulosa La Flama
- La Nube Molecular de Orión 1
- La Nube Molecular de Orión 2
Muchas de las estrellas brillantes de la constelación cómo Alnitak, Alnilam, y Mintaka pertenecen a éste complejo, en el que han nacido. Arriba las podemos contemplar formando lo que llaman el Cintuton de Orión. Además de sus nombres netamente árabes, las tres famosas estrellas son conocidas en Latino América como Las Tres Marías. En áraba, Alnilam significa «cadena de perlas», Mintaka significa «cinturón» y Alnitak proviene de la palabra النطاق an-niṭāq que significa «el cinturón». Los países que se dividen por la linea ecuatorial, es decir, el hemisferio cero, tienen el privilegio de ver este cinturón en cualquier temporada del año, y se puede observar a simple vista, es decir, sin necesidad de usar un telescopio.
La importancia que tuvieron las constelaciones y algunas destacadas estrellas (como Sirio para las egipcios), es de todos bien conocido. Aquellas antiguas civilizaciones se guiaban por las constelaciones del cielo para saber cuando sembrar y recoger las cosechas.
Sirius la estrella más brillante que era la guía de los navegantes
Se cree que el interés de estos antiguos pueblos por la disposición de las estrellas tuvo motivos fundamentalmente prácticos, usualmente con propósitos agrícolas, de viaje y religiosos: como ayuda para medir el tiempo y las estaciones y para servir de orientación a navegantes y mercaderes cuando realizaban travesías durante la noche, ya fuese por mar o por el desierto. Así, imaginando figuras con las cuales relacionar los grupos de estrellas (y creando leyendas e historias de lo que representaban —mitología—les sería más fácil y seguro recordar las rutas a seguir.
De las 88 constelaciones adoptadas por la UAI, casi la mitad provienen de la imaginación de los astrónomos griegos. Homero menciona a Orión en la Odisea (obra que data del siglo IX a. C.). En el Antiguo Egipto era conocido como Sahu mil años antes. El Zodíaco, dividido en doce constelaciones, surgió en Babilonia durante el reinado de Nabucodonosor II en siglo VI a. C. Lo adoptará la cultura griega, dándole a las constelaciones los actuales nombres.
Carta estelar del libro de Dunhuang, escrito alrededor del año 700. Las constelaciones corresponden a Ursa Major (Osa Mayor), Capricornus (Capricornio) y Sagittarius (Sagitario). Las constelaciones chinas son uno de los agrupamientos estelares más antiguos del mundo. Éstas son muy diferentes de las modernas constelaciones reconocidas por la UAI (que se basan en la astronomía griega); esto se debe principalmente a que el desarrollo de la astronomía china fue independiente y, posiblemente, la más antigua.
Las constelaciones de Ptolomeo (mapa de Durero, 1515).
Claudio Ptolomeo, en el siglo II a,C. presentó un catálogo de 1022 estrellas, agrupadas en 48 constelaciones, en su obra Almagesto. Claro que se conocen registros de constelaciones chinas que podrían ser las más antiguas del mundo. También tenemos constelacion Hindúes que ellos lllamaban nakshatra. El punto de partida para la nakshatras es el punto de la eclíptica directamente opuesto a la estrella Spica llamado Chitrā (que correspondería aproximadamente al comienzo de Aries). La eclíptica se divide en cada uno de los nakshatras hacia el este a partir de este punto. La lista de Nakshatras se encuentra en los textos védicos, y también en el Shatapatha Brahmana. El primer texto de astronomía que enumera es el Vedanga Jyotisha de Lagadha. En la mitología hindú los Nakshastras fueron inventados por Daksha, y se personifican como las hijas de la deidad y las esposas de Chandra, el dios de la luna.




A los sumerios se les adjudican “casi” todos los inventos de la antigüedad. También crearon un calendario lunar. Gracias a él, asignaron 12 meses al año. Y, para ajustar este calendario con el solar, añadían un mes extra cada cuatro años. Prestaron especial atención al estudio de la Luna, llegando incluso a predecir cuándo tendrían lugar los eclipses.
Mucha gente piensa que el origen de las constelaciones a la debemos al pueblo griego. En realidad, fueron los sumerios quienes dividieron la eclíptica en 12 partes, y asignaron un símbolo a cada una de ellas. Los primeros mapas celestes también corrieron a cargo del pueblo sumerio y bautizaron las estrellas más brillantes del firmamento. Esta civilización es una de las más antiguas que se conocen y aún así des
,
La astronomía está considerada como la ciencia más antigua de todas. Los sumerios, a partir de la observación de su entorno, desarrollaron una visión del universo. Pensaban que la tierra flotaba en el centro de un gran mar llamado Nammu. Nammu era el origen de la creación. De él salieron los peces, las fieras, el cielo y la tierra. Un buen día, cielo y tierra se separaron. Por un lado, el cielo se encarnó en el Dios An, y la tierra en la diosa Ki. Ambos fecundaron un hijo llamado Entil, que fue el responsable de la atmósfera, del viento y de la tormenta.
Todo esto tenía lugar dentro de una gran cúpula de latón. En la base se encontraba el gran mar. En el medio, estaba flotando la tierra, plana por supuesto. En el Este y el Oeste había cadenas montañosas, por detrás de las cuales salían y se ponían el Sol y la Luna. Debajo de la tierra había un submundo donde iban a parar las almas de los muertos, algo así como el infierno.
Es cierto que desde siempre los miembros de nuestra especie, los humanos, se han destacado por tener una gran imaginación y han sabido inventar historias de bella factura que, no pocas veces, los nombres en ellas implicados, fueron a parar a los objetos celestes. En este momento pueda recordar el nombre de Galatea, todos conocemos aquella bella historia:
“Durante mucho tiempo Pigmalión, Rey de Chipre, había buscado una esposa cuya belleza correspondiera con su idea de la mujer perfecta. Al fin decidió que no se casaría y dedicaría todo su tiempo y el amor que sentía dentro de sí a la creación de las más hermosas estatuas.
Al rey no le gustaban las mujeres, y vivió en soledad durante mucho tiempo. Cansado de la situación en la que estaba, empezó a esculpir una estatua de mujer con rasgos perfectos y hermosos. Así, realizó la estatua de una joven, a la que llamó Galatea, tan perfecta y tan hermosa que se enamoró de ella perdidamente. Soñó que la estatua cobraba vida. El rey se sentía atraído por su propia obra, y no podía dejar de pensar en su amada de marfil.
En una de las grandes celebraciones en honor a la diosa Venus que se celebraba en la isla, Pigmalión suplicó a la diosa que diera vida a su amada estatua. La diosa, que estaba dispuesta a atenderlo, elevó la llama del altar del escultor tres veces más alto que la de otros altares. Pigmalión no entendió la señal y se fue a su casa muy decepcionado. Al volver a casa, contempló la estatua durante horas. Después de mucho tiempo, el artista se levantó, y besó a la estatua. Pigmalión ya no sintió los helados labios de marfil, sino que sintió una suave y cálida piel en sus labios. Volvió a besarla, y la estatua cobró vida, enamorándose perdidamente de su creador. Venus terminó de complacer al rey concediéndole a su amada el don de la fertilidad.”
Galatea es el cuarto satélite de Neptuno, Fue descubierto en julio de 1989 gracias a las imágenes tomadas por la nave espacial Voyager 2 y se le dio la designación temporal de S/1989N4. También se le denomina Neptuno VI . El nombre definitivo le fue dado el 16 Septiembre 1991. Eligiendo el de Galatea seguramente por el frío mármol que la constituyó parecido al del satélite encontrado.
Lo cierto es que, los humanos, desde siempre hemos tendido a imaginar cosas y enaltecerlas dándoles un aire de divinidad con poderes del más allá, era la mejor manera de explicar lo que no sabíamos entender, adjudicándoles unos poderes míticos que en la Tierra no existían.

En la mitología griega:
Se hablaba de Ambrosía, del Anillo de Giges, Argos, del Caballo de Troya, de la Caja de Pandora, del Casco de Hades, de las Columnas de Hércules, de la Égida, del Vellocino de oro… Cada una de estas palabras tenían un significado y, sobre todo, una gran historia detrás:
Elixir de la vida, Anillo Nibelungo, Cuerno de unicornio, Huevo cósmico, Manzana de la discordia, Piedra filosofal, Tótem, Libro de la Vida, Excalibur, Grial, Cáliz de Antioquía, Perceval o el cuento del Grial, Arca de Noé, Argo, Panacea universal… y, muchos más que no cabrían en una biblioteca. Así de grande es nuestra imaginación de la que en las espacios estelares, tenemos las pruebas.
Podríamos llenar páginas enumerando objetos mitológicos del pasado, que inventados como leyendas por Civilizaciones antiguas fueron muy importantes para aquellos pueblos que a todo le daban un sentido y, cuando no lo tenían se lo inventaban. Pero, ¿Qué pasó con Pigmalión y Galatea?
“Ovidio dice así sobre el mito en el libro X de Las metamorfosis: «Pigmalión se dirigió a la estatua y, al tocarla, le pareció que estaba caliente, que el marfil se ablandaba y que, deponiendo su dureza, cedía a los dedos suavemente, como la cera del monte Himeto se ablanda a los rayos del sol y se deja manejar con los dedos, tomando varias figuras y haciéndose más dócil y blanda con el manejo. Al verlo, Pigmalión se llena de un gran gozo mezclado de temor, creyendo que se engañaba. Volvió a tocar la estatua otra vez, y se cercioró de que era un cuerpo flexible y que las venas daban sus pulsaciones al explorarlas con los dedos.»
Cuando despertó en lugar de la estatua se hallaba Afrodita, que le dijo “Mereces la felicidad, una felicidad que tú mismo has plasmado. Aquí tienes a la reina que has buscado. Ámala y defiéndela del mal”. De esa forma Galatea se transformó en una mujer real. Pigmalión se casó con Galatea y tuvieron una hija llamada Pafo, que más tarde sería a su vez la madre de Cíniras.”
Emilio Silvera Vázquez
Abr
22
Sucesos del futuro (ejercicios mentales de la imaginación)
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Imaginación ~
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La Nave del Consorcio Internacional de Naciones, Aurora, que salió de la Tierra el 4 de abril de 2.090 para desarrollar el proyecto “Otros mundos, otras formas de Vida”, nos envía increíbles imágenes del océano interior de la luna Europa, donde extrañas conformaciones (que no sabemos lo que son y al parecer están construidas por seres inteligentes, han causado el asombro de los científicos aventureros que, asombrados, contemplaron a esa exótica y gigantesca criatura que majestuosa surcaba las aguas profundas del océano interior de Europa.
A la derecha una imagen del hemisferio posterior de Europa en sus colores naturales que muestran las enormes fracturas de la superficie helada. La fotografía se hizo el 7 de septiembre de 1996 por la nave espacial Galileo a 677.000 Km del satélite que tiene un tamaño próximo al de la Luna.
El hallazgo ha causado una gran conmoción en los medios y, por fin, sabemos que la vida no es una exclusividad de la Tierra. Ahora, habrá que seguir investigando para obtener respuesta a miles de preguntas que tienen que ser contestadas.
Los ingenios robóticos submarinos que han introducido en los huecos abiertos en la superficie de Europa no dejan de enviar increíbles imágenes de extrañas conformaciones que ningún ser con un alto grado de inteligencia podría haber construido.
¿Cómo serán esos Seres vivos inteligentes que, al menos de momento, no han dado ninguna señal de que se han percato de la presencia de los humanos?
Algunas de las cosas que aquí aparecen no son naturales, alguien las ha tenido que hacer.
Por otra parte, la expedición “Fermi” que salió de la Tierra el día 7 de enero de 2091 con destino en un sistema planetario descubierto en Orión, después de investigar durante meses, halló un planeta idóneo para la vida al que mandaron sondas que en distintas regiones han captado imágenes asombrosas que prueban la presencia de la vida inteligente.
Hace unas décadas que fueron descubiertos algunos sistemas planetarios en formación en Orión
Como aquí en la Tierra, distintas regiones con distintos climas y hábitats podrían albergar a un sin fin de criaturas que no serán conocidas hasta que llegue allí la expedición humana programada que tratará de tomar contacto con los posibles seres de inteligencia superior.
A pesar de nuestras altas tecnologías seguimos sin saber nada de aquel extraño aparato que fue fotografiado por encima de las nubes en el espacio de Alemania. El piloto que lo captó lo vio desaparecer a velocidades inusuales para las aeronaves conocidas y, los científicos están extrañados del hallazgo y de las consecuencias que podrían llevar consigo.
La Sonda sideral Einston, ha mandado imágenes de un mundo situado a menos de 1/10 de UA de su estrella. Se le ha dado el nombre de Averno y las temperaturas allí medidas han sobrepasado los 800 ºC, y, la esperanza de que esté presente alguna forma de vida es irrisoria.
Los últimos experimentos científicos han logrado por fin abrir una ventana al Hiperespacio, se mantiene abierta con materia extraña y, al menos de momento no se sabe hasta donde podrá llegar y dónde estará situada la puerta de salida, parece que todo depende de la cantidad de energía de la que se pueda disponer y, se quiere lograr dirigir al lugar exacto ese pasillo hiperespacial que nos podría llevar hasta mundos lejanos en la nuestra y en otras galaxias.
Por fín se ha encontrado la manera de invertir el curso de la vida, como nos decía De Grey en el siglo XXI, la genética y su conocimiento profundo nos llevará a codearnos con la inmortalidad (vivir 500 o 1.000 años ya lo parece). envejecer no es una consecuencia inevitable de la condición humana. Según se ha podido lograr ahora, el avance de nuestros conocimientos han cambiado esa situación del pasado, ya que, el envejecimiento sólo era el resultado de daños acumulados a nivel celular o molecular, que los avances médicos pueden ahora prevenir e incluso revertir. Ya la ciencia puede ofrecer una longevidad que se codee con la inmortalidad. “Hemos logrado extender la vida sana, no de prolongar la fragilidad de la vejez”.
Hay que reconocer que a… ¡Ilusos! no hay quien nos gane.
Los antiguos aceleradores de partículas (incluido el famoso LHC del siglo XXI), han quedado desfasados y, ahora, otros monstruosos equipos que funcionan a 350 TeV, pueden llegar más allá de los Quarks y localizar las cuerdas vibrantes que conforman la esencia de la materia.
Hemos llegado a saber que, durante la expansión, el estado de falso vacío empieza a decaer en el vacío habitual produciéndose una sopa muy caliente de partículas que precisamente corresponde al punto de partida del Big-Bang estándar.
Ya no hablamos de “materia oscura” que por fin, quedó descartada allá por los años 2.054, al poder captar con telescopios modernos y muy potentes que, mucho más allá de nuestro universo, existen otros que, siendo masivos como el nuestro generan una inmensa fuerza de gravedad que tira de nosotros y, en un futuro aún muy lejano, comenzarán a fusionarse universos que se atraen.
Lo mismo que en el siglo XX y XXI podíamos captar imágenes de galaxias que se fusionaban, en el futuro podremos captar las mismas imágenes de universos que se juntan para formar otros mayores. Esa inmensidad cosmológica no es bien asimilada por nuestras mentes tridimensionales pero, si queremos progresar y estar al día en lo que vendrá, una condición inexcusable será la de retirar de nuestras mentes la palabra Imposible.
Pero, todo lo que podamos imaginar… ¿Será realidad?
Lo cierto es que…. ¡Siempre fuimos más allá de lo posible… ¡La Imaginación!
Emilio Silvera Vázquez
Mar
28
D-Branas, dimensiones extra… ¡Cómo somos!
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Imaginación ~
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Howard Phillips Lovecraft
“El hombre que conoce la verdad está más allá del bien
y del mal. El hombre que conoce la verdad ha comprendido que la ilusión es la realidad única y que la sustancia es la gran impostora”.
“Que no está muerto lo que duerme eternamente; y en el paso de los eones, aún la misma Muerte puede
morir.”
“A mi parecer, no hay nada más misericordioso en el mundo que la incapacidad del cerebro humano de correlacionar todos sus contenidos. Vivimos en una plácida isla de ignorancia en medio de mares negros e infinitos, pero no fue concebido que debiéramos llegar muy lejos. Hasta el momento las ciencias, cada
una orientada en su propia dirección, nos han causado poco daño; pero algún día, la reconstrucción de conocimientos dispersos nos dará a conocer tan terribles panorámicas de la realidad, y lo terrorífico del lugar que ocupamos en ella, que sólo podremos enloquecer como consecuencia de tal revelación, o huir de la mortífera luz hacia la paz y seguridad de una nueva era de tinieblas.”
“¿Quién conoce el fin? Lo que ha emergido puede hundirse y lo que se ha hundido puede emerger.”
-
El Big Bang es una de las teorías astrofísicas que más ha dado que hablar, de ese hipotético suceso se han escrito miles de libros y artículos, entrevistas y conferencias y, al menos hasta el momento, parece que no hemos encontrado una teoría mejor para que pueda explicar de dónde surgió nuestro Universo. Sin embargo, nada es eterno y tampoco esta
teoría lo es, se han hecho estudios y se llevan a cabo proyectos que buscan otras explicaciones al origen de todo esto pero, nuestro intelecto no llega a poder profundizar tanto como para haber podido hallar una explicación mejor. Y, mientras tanto, seguimos imaginando. ¿Llegaremos algún día a comprender, como nos decía Lovecraft:
-
“… El hombre que conoce la verdad ha comprendido que la ilusión es la realidad única y que la sustancia es la gran impostora”.
¿Estaría en lo cierto?
El físico y astrónomo inglés sir James Jeans escribió sobre la muerte final del universo, que él denominó “muerte térmica”, a comienzos del siglo XX : “La segunda ley de la termodinámica predice que sólo puede haber un final para el universo, una “muerte térmica” en la que la temperatura es tan baja que hace la vida imposible”. Toda la energía tenderá a acabar en la forma más degradada, la energía térmica; en un estado de total equilibrio termodinámico y a una temperatura cercana al cero absoluto, que impedirán cualquier posibilidad de extracción de energía útil. Será el desorden más absoluto (la máxima entropía) del que ya no se podrá extraer orden (baja entropía).
Uno de los supuestos de la “muerte” del universo, es que toda la materia dejará de expandirse, se contraerá sobre sí misma hasta convertirse en una singularidad que explosionará en una gran fluctuación del vacío. Emergerá otro universo, y, nosotros, ilusos al fin y al cabo, hablamos de que para cuando llegara ese momento deberíamos tener solucionada la escapada para salvar a nuestra especie. Lo más lógico es pensar que, si ese momento llegara, haría ya muchos Eones que nosotros no estaríamos aquí.
Así que…
No podemos olvidarnos de que en el transcurso de muchos eones, nuestro Universo podría morir. Estamos obligados a buscar la manera (si existe), de escapar de ese destino fatal. Si el Universo, finalmente, se convierte en una singularidad que es una región donde (según las leyes de la relatividad general) la curvatura del espacio-tiempo se hace infinitamente grande, y el espacio-tiempo deja de existir, toda vez que, la singularidad es también
una región de gravedad de marea infinita, es decir, una región donde la gravedad ejerce un tirón infinito sobre todos los objetos a lo largo de algunas direcciones y una compresión infinita a lo largo de otras, o, el otro modelo más probable que el anterior según todos los indicios, será el de la “muerte térmica”, la Entropía será la dueña absoluta, nada se moverá en la reinante temperatura del cero absoluto.
Pero, ¿Qué ocurriría en el primer caso del Big Crung, es decir, un estado
final en un universo cerrado donde la densidad excede a la Densidad Crítica?
Después de crear un horizonte de agujero negro a su alrededor, dicen las ecuaciones que describen este fenómeno, la materia toda que compone nuestro Universo, continuará implosionando, inexorablemente, hasta alcanzar densidad infinita y volumen cero, creándose así la singularidad que estará fundida con el espacio-tiempo.
Si eso llegara a suceder, seguramente, de esa “nada” que se ha formado, más pronto o más tarde surgirá, mediante una enorme explosión, un nuevo Universo que, no sabemos si será igual, con las mismas fuerzas y las mismas leyes que el que ahora tenemos.
Cuando el combustible nuclear de fusión se esté agotando, el Sol se convertirá en una Gigante roja, crecerá hasta el punto de que engullirá al planeta Mercurio primero, a Venus más tarde, y, quedará peligrosamente cerca de la Tierra.
Las temperaturas en nuestro planeta aumentaran hasta tal punto que, los océanos se evaporarán y la atmósfera se difuminará, la vida, tal como la conocemos… desaparecerá.
Algunos creen que:
“La especie humana podría sobrevivir entre 5.100 y 7.800.000 años, según una fórmula propuesta por Richard Gott.Sin embargo, la Tierra será inhabitable en unos 4.500 millones de años, cuando el Sol se expanda y se convierta en una gigante roja. “
Por mi parte difiero de ese escenario, no podremos durar tanto, y, la única posibilidad sería: ¡Haber conseguido tecnologías que permitan construir naves como ciudades de grande que surcaran el Espacio Interestelar hacia otros mundos jóvenes que nos dieran la oportunidad de comenzar de nuevo.
Sabemos que solo en nuestra Galaxia existen unos 30.000.000 de estrellas como el Sol, de la clase G2V, y, la gran mayoría de ellas están orbitadas por planetas de los que (lógicamente), algunos están situados en la zona habitable, lo que facilita la presencia el agua líquida, atmósfera, luz y calor de su estrellas … ¡La vida estaría servida!
Y, siendo así (que lo es), si nos dejamos de molestar al vecino, si dejamos las rencillas entre nosotros, si abrimos nuestras mentes a más amplios horizontes, si unimos nuestras fuerzas… ¡Tenemos tiempo de sobra para conseguir grandes cosas, y, le podamos dar una oportunidad a la Especie Humana, y, ¿por qué no? También a otras que conviven con nosotros. Sería el Arca de Noel del Futuro. ¡Soy un soñador!
Claro que la tarea que tenemos por delante no es baladí: Modernas naves que se transportan por el hiperespacio, nuevos combustibles sólidos que ocupen poco espacio y no generen peligros para la nave y los viajeros, la Gravedad artificial que imite a la de la Tierra, el material con el que se construya la nave debe ser “inteligente”, y, en el supuesto caso de un micro-meteorito perfore el casco de la nave… ¡Se repare de inmediato de manera autónoma!
Así que, si todo esto resulta ser así, y si es cierto que existen muchos otros mundos, e, incluso otros universos, si para cuando todo eso llegue aún nuestra especie hubiera sobrevivido (que no es probable) a la evolución lógica de la vida… ¿No sería una irresponsabilidad, el no hacer nada? Tratar de saber, de desvelar los secretos que el Universo esconde para poder, en su caso, escapar de este universo nuestro para instalarnos en algún otro que, como ahora este, nos de cobijo.
Tenemos que continuar, cada uno en la medida de sus posibilidades, procurando avanzar hacía un futuro de profundos conocimientos que nos permitan, algún día lejano, muy lejano situado en eso que llamamos futuro, escapar de ese escenario de destrucción.
Si llegaRA la muerte térmica (el cero absoluto de – 273,15 Cº), los átomos se paralizan, las estrellas dejan de brillar… ¿Qué nos queda? Un Universo muerto y sin vida.
Si por el contrario, el final del Universo, no es el Big Crunch, y resulta que estamos viviendo en un Universo plano con expansión eterna, tampoco parece que el panorama sea más alentador, sólo varía que, en lugar de terminar con una enorme bola de fuego a miles de millones de grados, el alejamiento paulatino de las galaxias por la expansión imparable del Universo, nos traerá el frío del cero absoluto, -273 ºC, con lo cual, de la misma manera, el final sería igual de triste para nosotros: ¡La desaparición de la Humanidad! El Universo, sin estrellas que brillen sería en toda su extensión una terrible oscuridad, sin energía y sin vida. Claro, eso si es que la Humanidad, para entonces, anda aún por aquí. De hecho, es muy improbable que duremos tanto.
Como nos queda aún mucho tiempo para llegar a ese hipotético final, retomemos mejor, otras cuestiones futuras pero, más cercanas.
Fluctuaciones de vacío, dimensiones extra, ¿un universo en la sombra?
“Las D-branas son objetos físicos que forman parte de la teoría de cuerdas y la cosmología de branas. Son un tipo de p-branas, que son objetos con una dimensionalidad espacial determinada. “
¿Qué son las D-branas? ¿Por qué las requiere la teoría de cuerdas? La respuesta básica a la segunda pregunta es que dan sentido a las cuerdas abiertas que intervienen en la teoría tipo I: cada uno de los dos extremos de una cuerda abierta debe residir en una D-brana. Así lo han deducido las matemáticas imaginadas por nuestras mentes.
Los dos extremos de la cuerda abierta residen en un subespacio (q+l)-dimensional de género tiempo llamado una D-brana, o D-q-brana que es una entidad esencialmente clásica (aunque posee propiedades de súper-simetría), que representa una solución de la teoría de la super-gravedad 11 dimensional.
D-Branas dimensiones extras
En respuesta a la primera pregunta, una D-Brana es una estructura de genero tiempo, como más arriba indico, 1+q dimensiones espaciotemporales. (Invocando una de las dualidades de la teoría M, alternativamente podemos considerar una D-Brana como una solución de las ecuaciones de alguna otra versión de la teoría M de cuerdas.)
Las D-branas aparecen en muchas discusiones modernas relacionadas con las cuerdas (por ejemplo, en la entropía de los agujeros negros). Suelen tratarse como si fueran objetos clásicos que yacen dentro del espacio-tiempo completo 1+9 (° 1+10) dimensiones. La “D” viene de “Dirichlet”, por analogía con el tipo de problema de valor de frontera conocido como un problema de Dirichlet, en el que hay una frontera de género tiempo sobre la que se especifican datos (según Meter G. Lejeune Dirichlet, un eminente matemático francés que vivió entre 1805 y 1859.)
Con la introducción de tales “D-branas” varios teóricos han expresado una “filosofía de cuerdas” que parece representar un profundo cambio respecto a lo anterior. En efecto, se afirma con cierta frecuencia que podríamos “vivir en” esta o esa D-brana, lo que significa que nuestro espacio-tiempo percibido podría yacer realmente dentro de una D-brana, de modo que la razón de que no se perciban ciertas “dimensiones extra” se explicaría por el hecho de que “nuestra” D-brana no se extiende a esas dimensiones extra.
La última posibilidad sería la postura más económica, por supuesto, de modo que “nuestra” D-brana (una D-3 brana) sería de 1+3 dimensiones. Esto no elimina los grados de libertad en las dimensiones extra, pero los reduce drásticamente. ¿Por qué es así? Nuestra perspectiva ahora es que somos “conscientes” de los grados de libertad que están implicados en el interior profundo del espacio de mayores dimensiones entre los D-branas, y es en esto donde se está dejando sentir la excesiva libertad funcional.
Solo vamos a ser conscientes de dimensiones extra allí donde inciden directamente sobre las D-brana en la que “vivimos”. Más que una imagen de tipo “espacio cociente” que evoca la analogía de Kaluza-Klein original:
El gráfico anterior representa un Modelo de manguera de un espacio-tiempo de dimensiones más altas de tipo Kaluza-Klein, donde la longitud o mejor la dimensión a lo largo de la longitud de la manguera representa al u-espacio-tiempo normal y la dimensión alrededor de la manguera representa la dimensión extra “pequeños” (quizá a escala de Planck). Imaginemos un “ser” que habite en este mundo, que rebasa estas dimensiones extra “pequeñas”, y por ello no es realmente consciente de ellas.
Así, nuestro espacio-tiempo observado aparece ahora como un subespacio 4-dimensional del espacio real de dimensiones más altas. Con algo de imaginación, lo podemos visualizar en nuestra mente. Yo por más que me esfuerzo no consigo imaginar nuestro universo con más dimensiones de las que podemos constatar, mi intelecto no llega para poder llegar tan lejos.
¿Cuánta libertad funcional esperamos ahora? La situación es ahora algo parecida a la imagen geométrica que hemos adoptado en el gráfico para obtener una perspectiva más convencional con respecto a la “super-geometría”. Puesto que ahora estamos interesados solo en el comportamiento en la D-brana (que suponemos que es geométricamente una (1+3)-superficie ordinaria), podemos imaginar que nuestra libertad funcional se ha convertido en una aceptable. Sin embargo, incluso esto supone que la restricción de la dinámica en el 10-espacio (u 11-espacio) completo nos proporciona ecuaciones dinámicas dentro de “nuestra” D-brana 4-dimensional que son del tipo convencional, de modo que bastará los datos iniciales en una 3-superficie para determinar el comportamiento en todo el 4-espacio.
¡El problema no ha desaparecido todavía! Tal actitud hacia las D-branas se ha utilizado para intentar resolver el “problema de la jerarquía”
Según cierta perspectiva de “gran unificación”, las constantes de acoplamiento de las interacciones fuerte, débil y electromagnética, tratadas como constantes de acoplamiento móviles, deberían alcanzar exactamente el mismo valor a temperaturas suficientemente grandes, aproximadamente 1028k, que habrían dado alrededor de 10.000 instantes de Planck después del Big Bang (»10-39s). Se ha visto que la súper-simetría es necesaria para
resolver que los tres valores coincidan exactamente.
En concreto, esta es la cuestión de por qué las interacciones gravitatorias son tan minúsculas comparadas con las demás fuerzas importantes de la naturaleza o, de manera equivalente, por qué es la masa de Planck tan enormemente mayor que las masas de las partículas elementales de la naturaleza (en un factor de aproximadamente 1020). La aproximación de la D-brana a este problema parece requerir la existencia de más de una D-brana, una de las cuales es “grande” y la otra “pequeña”. Hay un factor exponencial involucrado en cómo se estira la geometría desde
una D-brana hasta la otra, y esto es considera una ayuda para abordar la discrepancia en 1040, más o menos, entre
las intensidades de la fuerza gravitatoria y las otras fuerzas.
Es posible que en el Universo estén presentes dimensiones que no podemos percibir. Sin embargo, las estamos buscando.
Se puede decir que este tipo de imagen de espacio-tiempo de dimensiones más altas, que se estira desde la frontera de una D-brana hasta la otra, es uno de los tipos de geometría sugeridos por las teorías 11 dimensionales, tales como la teoría M, donde la undécima dimensión tiene la forma
de un segmento abierto, y la geometría de cada frontera tiene la forma topológica (por ejemplo, MxV) de los 10 espacios considerados antes. En otros modelos, la undécima dimensión es topológicamente S1.
¿Qué harán de todo esto los físicos con respecto al estatus de la teoría de cuerdas como una teoría física para el futuro?
Como hemos referido en otras ocasiones, la mayoría de las versiones de la teoría de cuerdas implican dos tipos de cuerda: cuerdas abiertas con puntos finales desligados y cuerdas cerradas que forman lazos cerrados. Explorando las consecuencias de la acción Nambu-Goto, queda claro que la energía puede fluir a lo largo de una cuerda, deslizándose hasta el punto final y desapareciendo. Esto plantea un problema: la conservación de la energía establece que la energía no debe desaparecer del sistema. Por lo tanto, una teoría consistente de cuerdas debe incluir lugares en los cuales la energía pueda fluir cuando deja una cuerda; estos objetos se llaman D-branas. Cualquier versión de la teoría de cuerdas que permite cuerdas abiertas debe incorporar necesariamente D-branas, y todas las cuerdas abiertas debe tener sus puntos finales unidos a estas branas. Para un teórico de cuerdas, las D-branas son objetos físicos tan “reales” como
las cuerdas y no sólo entes matemáticos que reflejan un valor.
Se espera que todas las partículas elementales sean estados vibratorios de las cuerdas cuánticas, y es natural preguntarse si las D-branas están hechas de alguna modo con las cuerdas mismas. En un sentido, esto resulta ser verdad: entre el espectro de las partículas que las vibraciones de la cuerda permiten, encontramos un tipo conocido como taquión, que tiene algunas propiedades raras, como masa imaginaria. Las D-branas se pueden imaginar como colecciones grandes de taquiones coherentes, de un modo parecido a los fotones de un rayo láser.
Todo esto tiene implicaciones en la cosmología, porque la teoría de cuerdas implica que el universo tienen más dimensiones que lo esperado (26 para las teorías de cuerdas bosónicas y 10 para las teorías de supercuerdas) tenemos que encontrar una razón por la cual las dimensiones adicionales no son evidentes. Una posibilidad sería que el universo visible es una D-brana muy grande que se extiende sobre tres dimensiones espaciales. Los objetos materiales, conformados de cuerdas abiertas, están ligados a la D-brana, y no pueden moverse “transversalmente” para explorar el universo fuera de la brana. Este panorama se llama una Cosmología de branas. La fuerza de la Gravedad no se debe a las cuerdas abiertas; los gravitones que llevan las fuerzas gravitacionales son estados vibratorios de cuerdas cerradas. Ya que las cuerdas cerradas no tienen porque estar unidas a D-branas, los efectos gravitacionales podrían depender de las dimensiones adicionales perpendiculares a la brana.
Los dos extremos de la cuerda abierta residen en un subespacio (q+l)- dimensional de género tiempo llamado una D-brana, o D-q-brana que es una entidad esencialmente clásica (aunque posee propiedades de súper-simetría, que representa una solución de la teoría de la super-gravedad 11 dimensional.
El Universo! ¿de 11 Dimensiones?
Las teorías de dimensiones extra permiten transitar por otros caminos que, el mundo tetradimensional prohíbe. No cabe duda de que la física ha desarrollado un “mundo” fantástico e imaginativo en el que existe un “universo” desconocido. Sin embargo, es una lástima que no podamos comprobar toda esa riqueza imaginativa a la que nos llevan las difíciles ecuaciones donde la topología es la reina del “baile” y, la complejidad su “compañera”.
De todas las maneras…
Muchas cosas han pasado desde que se formó la Tierra hasta llegar a nuestros días
“Nosotros, los humanos, llegamos muchísimo más tarde, cuando los materiales que formaron la Tierra estaban más fríos y se formaron los océanos, cuando había ya una atmósfera y, lo cierto es que, los materiales que hicieron posible nuestra presencia aquí, estaban en aquella nebulosa que se esparcía en el espacio interestelar que hoy ocupa nuestro Sistema solar, una supernova hace ahora
miles de millones de años, fue el pistoletazo de salida. Después, el Tiempo, aliado con la materia y la fuerza de gravedad, hicieron posible que surgiera el Sol y, a su alrededor, los planetas y lunas de nuestro entorno, y, con la ayuda de lo que hemos llamado evolución y los ingredientes precisos de atmósfera, agua, radioactividad y otros parámetros necesarios, surgió aquella primera célula replicante que lo comenzó todo, es decir, la aventura de la Vida.”
Las primeras células y con el paso del tiempo… Las Constantes y la Vida
La especulación sobre el origen del Universo es una vieja y destacada actividad humana. Vieja por el simple hecho de que la especie humana, no tiene ningún certificado de nacimiento y, tal desconocimiento de sus orígenes, les hace ser curiosos, deseosos de saber el por qué están aquí y pudo suceder su venida. Estamos obligados a investigar nuestros orígenes nosotros sólos, sin la ayuda de nadie, es el caso que, ningún ser inteligente nos puede contar lo que pasó y, siendo así, nos vemos abocados a tener que hurgar en el pasado y valernos de mil ingeniosos sistemas para tratar de saber. Así que, si investigamos sobre el mundo del que formamos parte, esas pesquisas terminarán por decirnos más, sobre nosotros mismos que sobre el universo que pretendemos describir. En realidad, todos esos pensamientos, que no pocas veces mezclan lo imaginario con la realidad, todo eso, en cierta medida, son proyecciones psicológicas, esquemas proyectados por nuestras mentes sobre el cielo, como
sombras danzantes de un fuego fatuo que no siempre nos transmite algún mensaje.
Nuestros ancestros miraban asombrados la puesta y la salida del Sol, la terrorífica oscuridad y la seguridad del día. Ellos no sabían el por qué de todos aquellos cambios que se producían a su alrededor: el calor y el frío, la lluvia y el granizo, las nubes de la tormenta y los rayos… El Tiempo ha transcurrido inexorable y, ahora, hablamos de cuestiones tan complejas que, no siempre llegamos a comprender, imaginamos “mundos” de D-branas y creamos teorías que quieren explicar la naturaleza de las cosas. Sostenemos nuestros conocimientos actuales sobre dos poderosas teorías (la cuántica y la relativista) que, en realidad, son insuficientes para explicar todo lo que desconocemos, y, presentimos que hay mucho más.
¿Dónde encontrar lo que nos falta para conocer y despojarnos de este gran peso que sostenemos al que llamamos ignorancia? ¿Será la solución ese “ingrediente” que llevamos con nosotros y que llamaMos CURIOSIDAD?
Emilio Silvera Vázquez
Sep
24
¡La Imaginación! Un gran tesoro
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Imaginación ~
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Séneca, filósofo estoico romano del siglo primero, dejó para la posteridad una buena muestra de su ingenio:
“Llegará un tiempo en los años en que el Océano aflojará los lazos en los que hemos estado
atados, en que se revelará una tierra inmensa…y Tule ya no será el más remoto de los países.” (Pertenecen al coro de la Tragedia de Medea)
Así se expresaba Séneca y quería significar que los lazos que nos atan a nuestro planeta serán rotos algún día, cuando en posesión del conocimiento necesario, podamos volar hacia las lejanas estrellas, a otros mundos, otras “Tierras”, otras gentes y, el concepto de lo remoto, no tendrá sentido entonces, ya que, todo será lo mismo y el aquí y allí, formarán parte de un todo simplemente más grande y sin limitaciones.”
El nuevo despertar de la indagación inteligente de la Naturaleza del que asociamos con el Renacimiento tuvo sus raíces en una época de exploraciones terrestres que se inició aproximadamente en el tiempo de las aventuras de Marco Polo en China, en el siglo XIII, y culminó doscientos años más tarde con el (re) descubrimiento de América por Cristóbal Colón.
Marco Polo, Glileo y Cristóbal Colón (tres soñadores)
La Astronomía y la exploración de la Tierra, por supuesto, estaban relacionadas desde hacía tiempo. Durante milenios los navegantes se habían guiado por las estrellas utilizando sus entonces rústicos instrumentos.
Así lo prueba la costumbre china de llamar “balsas estelares” a sus juncos de mar abierto y la leyenda de que Jasón el argonauta fue el primer hombre que recurrió a las constelaciones para memorizar el cielo nocturno. Cuando Magallanes cruzó el Pacífico, su flota siguió una estrella artificial que consistía en una antorcha encendida colocada en la popa de su barco, y navegó por aguas que habían atravesado miles de años antes los colonizadores de Micronesia, Australia y Nueva Guinea, aventureros tripulantes de canoas que llevaban sus estelares en su cabeza. Virgilio puso de relieve la importancia de observar las estrellas en su relato de la fundación de Roma por Eneas.
Y todavía la noche, impulsada por las horas,
No había llegado a la mitad de su lecho
Se levanta Palinuro, siempre vigilante,
Examina todos los vientos y capta en su oído
Las brisas; en los cielos silenciosos
Observa las estrellas que los atraviesan,
y las lluviosas Híades.
Y las Osas gemelas y Orion cubierta de oro.
Y cuando todo lo que ve está en calma en el cielo despejado,
Da desde la popa la clara señal.
Levantamos el ánimo , reiniciamos nuestro camino
Y desplegamos nuestras velas.
Y ya el Alba el cielo
Enrojecía mientras huían las estrellas,
Cuando a lo lejos contemplamos las sombreadas colinas
Y abajo Italia. “¡Italia!”
Los exploradores terrestres y los indios también se guiaban por las estrellas, cuando perdidos en el bosque, se reconfortaban mirando el cielo cuyas manos eran la gran hendidura que divide la región del Cisne y Sagittario, y a los esclavos que huían hacia el norte a través de los pinos achaparrados de Georgia y el Mississippi se les aconsejaba seguir la calabaza para beber, que se refería a la Osa Mayor. Tolomeo usó su considerable conocimiento de la geografía como apoyo de sus ideas en astronomía; su afirmación de que la Tierra sólo es un punto comparada con la esfera celeste se basaba en parte
en el testimonio de viajeros que se aventuraron en dirigirse al sur, en África central, o al norte, hacia Tule, e informaron no haber visto ninguna prueba de que sus desplazamientos los hubiera acercado ni en un mínimo grado a las estrellas en esos parajes del cielo.
La latitud ha sido un parámetro el cual tomaban para guiarse a partir de la estrella polaris y junto con el uso del instrumento llamado sextante. Por la noche, la única guía para los marineros la constituía la esfera del firmamento estrellado. Para el observador terrestre, los astros parecen estar situados sobre la superficie de una gran esfera.
Esta “ esfera” era lo que los antiguos navegantes creían una superficie esférica imaginaria sobre la cual situaban los astros. Esta creencia que sostenían los antiguos marineros reforzaba la idea de que nosotros éramos el centro del universo por miles de años. Las estrellas mas importantes en esta bóveda celeste y que ocupaban para guiarse eran la estrella Polar, la del Sur, Kochab y la Canope. tuvieron que aprovechar las constelaciones como
las únicas acompañantes nocturnas.
Así, aunque el motivo de aquella oleada de exploraciones europeas era económico -aquellos aventureros esperaban obtener grandes fortunas y conquistar grandes tesoros- y se lanzaban al océano esperando poder orientarse, navegando por la ruta oceánica hacia el Este guiado por las estrellas -no es sorprendente enterarse de que uno de sus instigadores fue un astrónomo. Era un florentino llamado Paolo Pozzo Toscanelli, quien subrayaba que en el Este se encontraría conocimiento tanto como riqueza-. En Asia, Toscanelli le escribió tentadoramente a Colón:
En su mensaje , Toscanelli le decía a Colón:
“…es digna de ser buscada por los latinos, no sólo porque permitiría adquirir una enorme riqueza en forma
de oro, plata, gemas preciosas de toda clase y especias que nunca llegan a nosotros, sino también
por los hombres eruditos, los sabios filósofos y astrólogos mediante cuyo genio y artes son gobernados esos poderosos y magníficos países”
Buena parte del atractivo novelesco que coloreaban la imagen Occidental del Este provenían del extraordinario libro de Marco Polo que relataban sus igualmente extraordinarios viajes en China. Marco venía de Venecia, que no era ningún lugar atrasado, pero nada lo había preparado para algo como Hangzhou, que visitó en 1276 y de cuyo impacto nunca se recuperó totalmente. “La más grande ciudad del mundo” -la llamó- donde pueden encontrarse tantos placeres que uno cree estar en el Paraíso”.
Hangzhou estaba a orillas de un lago y en medio de montañas difusas y brumosas, cuya pintura fiel por pintores paisajistas Sung aún sorprende a los ojos occidentales como algo casi demasiado bello para ser verdadero, Marco Polo informaba.
“En medio del lago hay dos islas, en cada una de las cuales se eleva un palacio con un número
increíble de grandes y pabellones separados. Y cuando alguien desea celebrar una fiesta matrimonial o dar un gran banquete, solía hacerlo en uno de esos pabellones. Y allí se encontraba todo lo necesario para ello gracias a la contribución de todos los ciudadanos que habían contribuido en la medida de sus posibilidades para que, cuando alguien lo necesitara, los pudiera utilizar en esos bellos palacios.”
El espíritu de ese nuevo epicentro aventurero era Segres (Portigal), una punta terrestre del extremo suroccidental de Europa que penetra en el Océano como un Cabo Cañaveral del Renacimiento. Allí, en 1419, el Príncipe Enrique el Navegante creo una especie de puerto espacial. En la Biblioteca de Segres se contenía una edición de Marco Polo (traducida por su vagabundo hermano Pedro) y una serie de otros que estimularon la creencia de muchos de aquellos navegantes aventureros que llegaron a abrir una rura hacia
el Este circunnavegando África y abriendo una nueva ruta marina.
Herodoto, Euxodo, Cízico, Estrabón…todos nos hablaron de aquellos viajeros que llegaron más allá de las Columnas de Hércules, en la lejana Tule, esa región en la que Platón sitúo a la Atlántida.
Pero eso es otra historia y, me tengo que preguntar… ¿Cómo he podido llegar hasta aquí? ¡Yo sólo quería hablar de Astronomía!
Emilio Silvera vázquez
Jul
26
Imaginación sin límite pero… ¿Sabremos comprender?
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Imaginación ~
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Está claro que pensar siquiera que en nuestro Universo, dependiendo de la región en la que nos encontremos, habrá distintas leyes físicas, sería pensar en un universo chapuza. Lo sensato es pensar y creer que en cualquier parte del universo rigen las mismas leyes físicas, hasta que no se encuentre pruebas reales a favor de lo contrario, los científicos suponen con prudencia que, sean cuales fueran las causas responsables de las pautas que llamamos “Leyes de la Naturaleza”, es mucho más inteligente adoptar la creencia de la igualdad física en cualquier parte del Cosmos por muy remota que se encuentre aquella región; los elementos primordiales que lo formaron fueron siempre los mismos y las fuerzas que intervinieron para formarlo también.
La materia y las fuerzas que conforman nuestro Universo
Las fuerzas o interacciones fundamentales conocidas hasta ahora son cuatro: gravitatoria, electromagnética, nuclear fuerte y nuclear débil. La gravitatoria es la fuerza de atracción que un trozo de materia ejerce sobre otro, y afecta a todos los cuerpos.
Nos dicen: Composición. El universo observable actual parece tener un espacio-tiempo geométricamente plano, conteniendo una densidad masa-energía equivalente a 9,9 × 10−30 gramos por centímetro cúbico. Los constituyentes primarios parecen consistir en un 73 % de energía oscura, 23 % de materia oscura fría y un 4 % de átomos.
Las fuerzas fundamentales son:
Tipo de Fuerza |
Alcance en m |
Fuerza relativa |
Función |
Nuclear fuerte |
<3×10-15 |
1041 |
Une Protones y Neutrones en el núcleo atómico por medio de Gluones. |
Nuclear débil |
< 10-15 |
1028 |
Es responsable de la energía radiactiva producida de manera natural. Portadoras W y Z– |
Electromagnetismo |
Infinito |
1039 |
Une los átomos para formar moléculas; propaga la luz y las ondas de radio y otras formas de energías eléctricas y magnéticas por medio de los fotones. |
Gravitación |
Infinito |
1 |
Mantiene unidos los planetas del Sistema Solar, las estrellas en las galaxias y, nuestros pies pegados a la superficie de la Tierra. La transporta el gravitón. |
Fue Einstein el que anunció lo que se llamó principio de covariancia: que las leyes de la naturaleza deberían expresarse en una forma que pareciera la misma para todos los observadores, independientemente de dónde estuvieran situados y de cómo se estuvieran moviendo. En caso contrario… ¿En qué clase de Universo estaríamos?
Lo cierto es que Einstein fue muy afortunado y pudo lanzar al mundo su teoría de la relatividad especial, gracias a muchos apoyos que encontró en Mach, en Lorentz, en Maxwell… En lo que se refiere a la relatividad general, estuvo dando vueltas y vueltas buscando la manera de expresar las ecuaciones de esa teoría pero, no daba con la manera de expresar sus pensamientos.
Sin embargo, fue un hombre con suerte, ya que, durante la última parte del siglo XIX en Alemania e Italia, matemáticos puros habían estado inmersos en el estudio profundo y detallado de todas las geometrías posibles sobre superficies curvas. Habían desarrollado un lenguaje matemático que automáticamente tenía la propiedad de que toda ecuación poseía una forma que se conservaba cuando las coordenadas que la describían se cambiaban de cualquier manera. Este lenguaje se denominaba cálculo tensorial. Tales cambios de coordenadas equivalen a preguntar qué tipo de ecuación vería alguien que se moviera de una manera diferente.
Einstein se quedó literalmente paralizado al leer la Conferencia de Riemann. Allí, delante de sus propios ojos tenía lo que Riemann denominaba Tensor métrico. Einstein se dio cuenta de que era exactamente lo que necesitaba para expresar de manera precisa y exacta sus ideas. Así llegó a ser posible la teoría de la relatividad general.
Gracias al Tensor de Riemann, Einstein pudo formular:
Recordando aquellos años de búsqueda e incertidumbre, Einstein escribió:
“Los años de búsqueda en la oscuridad de una verdad que uno siente pero no puede expresar el deseo intenso y la alternancia de confianza y desazón hasta que uno encuentra el camino a la claridad y comprensión sólo son familiares a aquél que los ha experimentado. “
Einstein, con esa aparentemente sencilla ecuación que arriba podemos ver, le dijo al mundo mucho más, de lo que él mismo, en un principio pensaba. En ese momento, se podría decir, sin temor a equivocarnos que comenzó la historia de la cosmología moderna. Comprendimos mejor el universo, supimos ver y comprender la implosión de las estrellas obligadas por la gravedad al salir de la secuencia principal, aparecieron los agujeros negros… y, en fin, pudimos acceder a “otro universo”.
Es curioso como la teoría de la relatividad general nos ha llevado a comprender mejor el universo y, sobre todo, a esa fuerza solitaria, la Gravedad. Esa fuerza de la naturaleza que ahora está sola, no se puede juntar con las otras fuerzas que -como tantas veces hemos comentado aquí-, tienen sus dominios en la mecánica cuántica, mientras que la gravitación residen en la inmensidad del cosmos; las unas ejercen su dominio en los confines microscópicos del átomo, mientras que la otra sólo aparece de manera significativa en presencia de grandes masas galácticas, estelas y de objetos que, como los agujeros negros y los mundos, emiten la fuerza curvando el espacio a su alrededor y distorsionando el tiempo si su densidad llega a ser extrema.
Cuando miramos al cielo nocturno -en la imagen de arriba lo hacemos desde Tenerife- y nos sentimos reducidos, empequeñecidos por la inmensidad de las luces celestes que puntúan en el cielo, estamos mirando realmente una minúscula porción de las estrellas localizadas en el brazo de Orión. El resto de los 200 mil millones de estrellas de la Vía Láctea están tan lejanas que apenas pueden ser vistas como una cinta lechosa que cruza el cielo nocturno.
Faltan miles de millones de años para el encuentro de Andrómeda y la Vía Láctea
Cuando recordamos que la galaxia Andrómeda se está acercando a la Vía Láctea a unos 300 km/s, y sabiendo lo que ahora sabemos, no podemos dejar de preguntarnos ¿Dónde estará la Humanidad dentro de cinco mil millones de años? Si tenemos la suerte de haber podido llegar tan lejos -que es dudoso-, seguramente, nuestra inmensa imaginación habrá desarrollado conocimientos y tecnologías suficientes para poder escapar de tan dramático suceso. Estaremos tan ricamente instalados en otras galaxias, en otros mundos. De alguna manera… ¿No es el Universo nuestra casa?
Emilio Silvera V.