Incluso si los plazos más optimistas se cumplen, ya llevamos algunos años de retraso con respecto a las predicciones de la ciencia ficción. Porque, por ejemplo, según Desafío total, uno de los títulos que elevaron a Arnold Schwarzenegger a la categoría de estrella global del cine de acción, en el año 2084 Marte ya debería estar colonizado y con un buen número de edificaciones construidas en su superficie. Tanto es así que el Planeta Rojo se muestra como un atractivo destino vacacional para el protagonista de esta película basada en un relato corto del maestro Philip K Dick. Para ver algo parecido, sin embargo, habrá que esperar por lo menos un siglo, que será cuando esté terminada (si se construye) la futurista ciudad que ha diseñado el arquitecto español Manuel Álvarez-Monteserín, proyecto con el que ha ganado un concurso convocado por la NASA y HP.
Proyecto ganador del premio de Taiwan
Álvarez-Monteserín no es nuevo en esto de afrontar proyectos gigantescos. Para comprobarlo merece la pena leer el reportaje de la revista Yorokubu titulado Las increíbles aventuras de unos arquitectos españoles que ganaron un proyecto de 100 millones de dólares en Taiwán, en el que se cuenta la historia de su triunfo (junto a sus socios) en un concurso para construir un complejo en la ciudad asiática. Pero si sus vivencias en Taiwan son dignas de un thriller de David Fincher (alguien debería hacer una película con ellas) el fenomenal reto en el que ahora anda inmerso haría las delicias de un Ron Howard. “El proyecto consistía en imaginarse una ciudad de un millón de habitantes en el futuro en Marte” explica Álvarez-Monteserín. Y para ese futuro el arquitecto español, en un proyecto coordinado por el IED Innovation Lab, planteó junto a un grupo de alumnos del centro una imagen tan vanguardista como implicada con la defensa del medio ambiente en nuestro planeta. Una paradoja hermosa: para colonizar otros lugares es imprescindible cuidar nuestra casa. Porque la idea con la que Álvarez-Monteserín y su equipo ganaron el concurso fue recoger los plásticos que ahora contaminan los océanos para transportarlos al Planeta Rojo y, una vez allí, ser utilizados como materia prima para la construcción de edificios.
El Proyecto para colonizar Marte es, por ahora un sueño alejado de la realidad. Hablaban de 2.022, después lo pasaron a 2030, y, cuando llegue ese año… ¡Seguramente lo atrasaran otros diez años!
“Todas las tecnologías que íbamos encontrando que nos parecían atractivas para montar una sociedad en Marte las íbamos estudiando e incorporando” explica Álvarez-Monteserín, quien imagina la colonización de este planeta como una forma de crear nuevos modelos urbanos. En Algi, nombre que le han dado a la ciudad por las microalgas que su proyecto incorpora como método de defensa frente a la radiación solar, sus habitantes disponen de amplios espacios públicos y comunitarios. “En todo momento lo hemos estado pensando para que aquello que utilicemos para colonizar Marte también sirva a la Tierra en paralelo” asegura el arquitecto. Y esto es porque a medida que se conoce su idea de ciudad marciana, queda claro que detrás de el proyecto arquitectónico hay más; hay una intención que busca mejorar la sociedad.
Nota aparte del publicado de prensa:
Lógicamente el Sr, Monteserín es arquitecto y desconoce todos los riesgos e inconvenientes que un proyecto de este tipo tendría en la realidad. Hay que comenzar por solucionar los problemas del viaje y de la nave que llevaría a los viajeros:
Gravedad Artificial
Materiales inteligentes
Radiación
El combustible de la nave
Instalaciones (Laboratorio, producción de alimentos, la Higiene de los viajeros…
“La democracia real que en el pueblo se produzca, deberá ser, no la gregaria de uno más uno hasta sumar millones, sino la compleja, jerarquizada y funcionalmente diferenciada.” Prof. Adolfo Posada
Se inauguró en La Gloria la biblioteca Ovidio Pracilio – La 5 Noticias
El doctor Ovidio Pracilio que nació en Argentina, el 11 de Abril de 1912 y falleció en Buenos Aires el 19 de Junio de 2004, es el autor de la ¨Teoría de la Planificación Universal¨. Fue escritor y autor de más de veinte libros, figurando entre los más destacados: “Un experimento en el misterio de la Creación: La Planificación Universal”; “La Solución del Problema de Platón”; “Nuevas Bases para el estudio de la Mecánica Sideral”; “Democracia Biológica”; “El Estado Biológico”; “Liberación Económica”; “Carta abierta a la gente que no es feliz”; entre otros muchos.
Prolífico autor de mente privilegiada
Dice el doctor Ovidio Pracilio, autor de “El Estado Biológico”, que desde hace mucho tiempo comenzó a tomar forma, con rasgos bien definidos, una corriente ideológica prestigiada por eminentes hombres dirigentes de todas partes del mundo, quienes tanto en las cátedras universitarias como en libros autorizados, pensaron en sustituir completamente la llamada “democracia política” o cuantitativa basada en el sufragio universal, por otra estructura gubernamental que se llamaría orgánica o cualitativa. Ha sido éste un paso valioso e importantísimo en la teoría que habrá de conducir inevitablemente al Estado- Biológico.
Cuando en el gobierno esté representada la sociedad íntegra, como es el pueblo en su verdadera y real consideración, y en tanto que la democracia siga siendo solamente política cuando en la formación y en el funcionamiento del Estado intervengan y preponderen como ahora, solamente los partidos políticos, sea eligiendo las autoridades en comicios periódicos o actuando por sus representantes en los parlamentos, no existirá así nunca la verdadera democracia representativa. Al pueblo –dice el doctor González Calderón- no debe mirársele como a un rebaño. Pueblo es organismo humano, sociedad humana, congregación capaz, inteligente y digna de ciudadanos y también de otros intereses.
Votación del Pueblo en Argentina
Pueblo no es, entonces, meramente número. La representación del pueblo como número, como suma de individuos, no es la verdadera ni la más deseable representación. Este sistema habrá sido el “desideratum” de la revolución francesa expandiendo sus ideales por toda Europa y América para abatir rancios privilegios de la monarquía absoluta y de la aristocracia. Pero desde entonces hasta nuestros días, han transcurrido más de dos siglos, y estos sistemas, gastados por el tiempo, ya no funcionan, no lo aceptan más los pueblos, los que reclaman cambios sustanciales.
El poder exige una elevada madurez de conciencia, una selección biológica de los líderes con capacidad de comando, y como el poder es siempre una gran fuerza, si aquella madurez y esa capacidad no existen, resulta peligroso.
Líderes políticos argentinos
En los Estados políticamente estructurados, se fue fijando con la fuerza de un hábito milenario, una indiferencia hacia el poder central, mudable y ausente para las masas populares, pero invariablemente amo ante el pueblo que debe permanecer doblegado. Así se fue formando ese sentimiento de aquiescencia pasiva, de soportación y desinterés. El pueblo debe permanecer doblegado en la virtud política de servir, sufrir y callar.
Las Asociaciones que en el Estado Biológico tienen el carácter de Órganos del Estado, son las que se fueron creando naturalmente en el seno del pueblo, uniendo a las personas por sus intereses comunes profesionales, artísticos, científicos, industriales, culturales, laborales, educativos, doctrinarios, religiosos, económicos-financieros, deportivos, etc.
Son Las Fuerzas Vivas, formadas por todas las Asociaciones que en forma natural se fueron creando y constituyendo en cada país, las que eligen, titulares y suplentes, en forma triangular generacional, o sea la generación joven a la Cámara de Diputados, la generación intermedia a la Cámara de Senadores y la última generación a la Cámara de Magistrados, que serán los representantes ante el Poder Legislativo. En tal Congreso estarán representadas las distintas Fuerzas Vivas, agrupadas en Federaciones o Confederaciones. Como ejemplo, los médicos y científicos, si se trata una ley de salud pública; los representantes obreros si se tratan leyes laborales; los militares para el estudio de leyes de Defensa Nacional; los educadores para asuntos de enseñanza; las principales congregaciones religiosas y doctrinarias; deportivas, culturales, económicas-financieras, etc., es decir, la representación total del pueblo, lo que ahora no ocurre. Si un representante titular no resulta competente en su desempeño, puede ser sustituido por la Asociación que lo designó para ser remplazado por el primer suplente, sin que se produzca ningún trastorno de carácter institucional. Las Asociaciones harán estudios selectivos de candidatos idóneos que las representen. Se llegará de esa manera, al gobierno de los mejores.
La crisis de la democracia en América Latina, 2019-2021 – Real Instituto Elcano
El Estado Biológico no es corporativo porque debido a sus estructuras fundamentales basadas en leyes biológicas, no otorga y por el contrario, impide que una sola corporación, sea política o sea fuerzas armadas, ejerciten la suma del poder gubernamental con exclusión de todas las demás organizaciones que se fueron creando naturalmente en el seno del pueblo.
Consolida, no temporalmente sino definitivamente, haciéndolas inamovibles e inalterables, las esencias fundamentales de la
democracia pura, enunciadas por Abraham Lincoln del “gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, que amparan derechos primordiales y naturales del individuo, como son la libertad y la propiedad.
Hay cientos de miles de millones de estrellas solo en la Vía Láctea. Muchas de ellas más viejas que nuestro propio sol.
Aunque solo una fracción de ellas tuviese condiciones para la vida (los científicos piensan de hecho que hay hasta 60 mil millones de planetas habitables) esto dejaría muchísimos mundos posibles donde civilizaciones más avanzadas que la nuestra podrían haber florecido, crecido y eventualmente explorado el espacio exterior.
Setenta años atrás Enrico Fermi se preguntó “¿dónde están todos?” frente a la gran posibilidad de encontrar otras formas de vida que se presentaba con estos datos. Aquella pregunta sin respuesta es hoy mejor conocida como la Paradoja de Fermi.
Alexander Berezin, un físico teórico de la Universidad Nacional de Investigación de Tecnología Electrónica en Rusia, propuso una nueva respuesta a la paradoja de Fermi:
“¿qué tal si la primera forma de vida que alcanza el viaje interestelar necesariamente acaba con toda la competencia a su propia expansión?”.
El análisis alrededor de este cuestionamiento se puede descargar en la web de estudios pre-publicados arXiv.org.
¿Podría entonces la Humanidad ser la principal responsable de acabar involuntariamente con la vida extraterrestre?
Los primeros en llegar, los últimos en irnos
Para el científico, no importa cómo luzca esta vida alienígena: organismos biológicos como los humanos, inteligencia artificial superinteligente, o cerebro con la forma de un panal de abejas del tamaño de un planeta.
Lo que importa es cómo se comporte. Debe ser capaz de crecer, reproducirse y ser detectados por humanos. Eso significa que debería poder viajar a través del espacio o al menos transmitir mensajes a través de él, asumiendo que los humanos no lleguen a sus planetas antes.
Pero la clave está aquí: para que una civilización alcance un punto en el que pueda comunicarse efectivamente a través de otros sistemas solares, tendría que hacerlo a través de un camino de crecimiento y expansión incesante, sostiene Berezin. Y al caminar este camino, se debe pisar formas inferiores de vida.
El autor no sugiere que la civilización más desarrollada acabe con otras formas de vida intencionalmente; simplemente, “no se daría cuenta, de la misma forma que una construcción demuele un hormiguero para hacer bienes raíces”.
Una inteligencia artificial maliciosa descontrolada podría poblar la galaxia entera clonándose a sí misma, “convirtiendo el sistema solar en una supercomputadora”, indicó Berezin.
No tiene mayor motivación, de acuerdo al científico: simplemente puede hacerlo.
Posiblemente tendremos que enfrentarnos a formas de vida inteligentes bastante rudas. Pero la mala noticia no es lo anterior sino que “nosotros podríamos ser esa raza; los primeros en alcanzar la etapa interestelar, y los últimos en dejarla”.
Impedir que los humanos destruyan accidentalmente todas las formas de vida rivales requeriría un cambio cultural total impulsado por “fuerzas mucho más fuertes que el libre albedrío de los individuos”, escribió Berezin. Dado el impresionante talento de expansión de nuestra especie, sin embargo, tales fuerzas podrían ser difíciles de reunir.
Todo esto, sin embargo, no pasa de una teoría. La investigación aun debe ser revisada por pares, y el propio Berezin duda de sus planteamientos. El científico alega que preferiría estar equivocado y que “la única forma de saber la verdad es seguir explorando el universo y buscando vida alienígena”.
Mensajes desde el espacio
Mientras que algunas personas aún se preguntan si estamos solos en el universo, un grupo de especialistas ya lo da por sentado y se prepara para establecer comunicación con esa vida extraterrestre que, asumimos, será inteligente.
El nombre de la iniciativa es Mensaje a una Inteligencia Extraterrestre (METI por sus siglas en inglés) y es parte de la mucho más conocida SETI. El METI recientemente organizó un taller llamado “El lenguaje en el Cosmos” dentro del Conferencia Internacional de Desarrollo Espacial (ISDC) realizado el último 26 de abril en los Ángeles.
Los investigadores creen que la unidad mínima de tiempo posible puede superar al tiempo de Planck
¿Hasta dónde es posible subdividir el tiempo? O, dicho de otro modo, ¿Cuál es la unidad mínima de tiempo que permite la Naturaleza? La respuesta tiene profundas implicaciones tanto para la Ciencia como para la Filosofía, y un equipo internacional de investigadores acaba de demostrar que la unidad mínima de tiempo posible va mucho más allá de lo que se pensaba. El trabajo acaba de publicarse en The European Physical Journal.
El tiempo de Planck equivale a 5.39124 x 10–44 segundos, es decir, a: 0,000000000000000000000000000000000000000000539124 segundos
Pero veamos. Aunque a simple vista puede parecer posible dividir el tiempo en intervalos cada vez más pequeños, incluso hasta el infinito, la Física nos dice que que no es así, y que el menor intervalo temporal físicamente representativo posible es el llamado tiempo de Planck, que equivale a 10-44 segundos, es decir, a la diez septillonésima parte de un segundo. Este es, pues, en intervalo temporal más breve en el que las leyes de la Física pueden seguir usándose para estudiar la Naturaleza del Universo. El límite implica que dos eventos cualesquiera no pueden estar separados por un intervalo temporal inferior a éste.
O por lo menos esto es lo que se pensaba hasta ahora. Pero Mir Faizal, de las Universidades de Waterloo y Lethbridge en Canadá, Mohammed M. Khali, de la Universidad de Alejandría en Egipto y Saurya Das, también de la Universidad de Lethbridge, proponen, en efecto, que el menor intervalo de tiempo posible podría superar, incluso en varios órdenes de magnitud, al tiempo de Planck. Además, los físicos han demostrado que la mera existencia de este nuevo “tiempo mínimo” puede alterar las ecuaciones básicas de la Mecánica Cuántica. Y dado que la Mecánica Cuántica describe los sistemas físicos a una escala muy pequeña (la de las partículas subatómicas), el resultado sería un cambio profundo en la descripción de la realidad tal y como la conocemos.
“Podría ser -explica Faizal- que la escala mínima de tiempo posible en el Universo vaya mucho más allá del tiempo de Planck. Y esto, además, puede ser probado experimentalmente”.
Pero volvamos, por ahora, al tiempo de Planck, que de por sí es tan corto que nadie, en ningún laboratorio del mundo, ha conseguido aún examinarlo directamente. Y es que en Ciencia, y más en las ciencias básicas, la práctica va siempre muy por detrás de la teoría. Las mediciones más precisas, en efecto, apenas han logrado resultados con intervalos de cerca 10−17 de segundos, muy lejos de los 10-43 del tiempo de Planck, y lograr avanzar una sola escala más de magnitud puede suponer décadas de esfuerzo, investigación y desarrollo tecnológico.
Sin embargo, a nivel teórico nada impide considerar el tiempo de Planck como algo muy real, una magnitud que funciona muy bien en varios campos de estudio, como la gravedad cuántica o la teoría de cuerdas. Y resulta que todas esas teorías sugieren que no es posible medir una longitud menor que la longitud de Planck, y por extensión un tiempo más breve que el tiempo de Planck. El tiempo de Planck se define como el tiempo que tarda un fotón, en el vacío, en recorrer la longitud de Planck a la velocidad de la luz.
La estructura del tiempo
Pasa el Tiempo y todo evoluciona
Motivados por una serie de estudios teóricos recientes, los investigadores decidieron profundizar más en la cuestión de la estructura del tiempo, en particular en la largamente debatida cuestión de si el tiempo es “discreto” o “continuo”. La diferencia entre ambas posibilidades es enorme. Si el tiempo fuera “discreto”, significaría que estaríamos ante una sucesión de momentos “fijos” e inmóviles, como si se tratara de los fotogramas de una película. En este caso, nuestra percepción del devenir del tiempo sería solo una ilusión, provocada por el paso de los fotogramas uno detrás de otro.
Por el contrario, si el tiempo fuera “continuo”, significaría que entre dos puntos cualquiera de la línea temporal sería posible colocar un número infinito de otros puntos temporales. En este caso, el tiempo no constaría de “fotogramas fijos”, sino que fluiría continuamente.
“En nuestro estudio -asegura Faizal- proponemos que el tiempo es discreto, e incluso hemos sugerido varias formas de demostrarlo experimentalmente”.
Uno de los experimentos propuestos por el equipo de científicos consiste en medir las emisiones espontáneas de un átomo de hidrógeno. Las ecuaciones de la Mecánica Cuántica modificadas con las nuevas ideas de los científicos predicen, en efecto, una sutil diferencia en la tasa de emisiones espontáneas con respecto a las ecuaciones sin modificar. Y los efectos observados en esas mediciones pueden ser observados en las tasas de desintegración de esas partículas y de los núcleos inestables.
Basándose en sus análisis de las emisiones espontáneas del hidrógeno, los investigadores pudieron estimar que el mínimo intervalo de tiempo posible está varias órdenes de magnitud por encima del tiempo de Planck. Faizal y sus colegas sugieren, además, que los cambios que han propuesto en las ecuaciones básicas de la Mecánica Cuántica podrían modificar nuestro concepto mismo de tiempo, así como su definición. Y explican que la estructura temporal podría considerarse similar a una estructura cristalina, que consiste en segmentos discretos que se repiten de forma regular.
En términos más filosóficos, el argumento de que la estructura temporal es “discreta” sugiere que nuestra percepción del tiempo como algo que fluye constantemente no sería más que una ilusión.
“El Universo físico -explica Faizal- es en realidad como una película de imágenes en movimiento, en la que una serie de fotogramas fijos proyectados sucesivamente en una pantalla crean la ilusión de estar ante imágenes que se mueven. Por lo tanto, si este punto de vista se toma en serio, entonces nuestra percepción consciente de la realidad física basada en el movimiento continuo se convierte en una ilusión producida por una estructura matemática discreta subyacente”.
“La propuesta -continúa el investigador- convierte en una realidad la física platónica en la naturaleza”, en referencia al argumento de Platón de que existe una verdadera realidad que es independiente de nuestros sentidos. “Sin embargo, y a diferencia de las teorías del idealismo platónico, nuestra propuesta puede ser probada experimentalmente, y no solo argumentada filosóficamente”.
Bueno, sabemos que sí hay vida en otros mundos, al menos eso nos dice el sentido común al aplicar la lógica y la estadística. Nos queda confirmarlo, cosa que no será fácil debido a las enormes distancias con las que tenemos que bregar, y, mientras las tecnologías del futuro no estén disponibles, nos limitaremos a realizar conjeturas e hipótesis que, más o menos acertadas traten de acercarse a la realidad.
El primero que encontremos podría ser así
Sabemos que todas las Especies que viven en la Tierra están basadas en el Carbono. Si empleamos la lógica, y teniendo en cuenta que el Universo es igual en todas partes en relación a las fuerzas fundamentales y las constantes universales que lo rigen, salvo alguna excepción (que es posible), todos los mundos habitables seguirán el mismo camino evolutivo que la Tierra, y, salvo algunas peculiaridades, sus habitantes tendrían que ser parecidos a los que habitan la Tierra.
También así
Y, ¿por qué no? de esta guisa
¿Quién no ha soñado alguna vez con seres de otros mundos?
¿Quién no se preguntó en alguna ocasión cómo serían los extraterrestres?
¿Existe alguna posibilidad de que, alguna vez podamos ver uno?
Y, sobre todo… ¿Hay vida en otros mundos?
El 13 de junio de 1983, hace hace ya muchos años, la nave salió en busca de seres de otros mundos para entregarles un mensaje del Hombre que puebla el planeta Tierra. La nave Pioneer 10 abandonó el Sistema Solar el 13 de junio de 1983, en busca de seres de otros mundos para entregarles un mensaje del Hombre que puebla el diminuto planeta Tierra.
La nave partió a ese encuentro a ciegas el 2 de marzo de 1972 montada en un cohete Atlas-Centauro de tres etapas que la puso en la senda de Júpiter a más de 51 mil 850 kilómetros por hora, la máquina más veloz fabricada por el hombre hasta entonces. Además de los instrumentos con los que transmitió información sobre los planetas de nuestro sistema, Pioneer 10 llevaba consigo una placa de oro que describe al Hombre, nuestra apariencia y la fecha del comienzo de la misión. El último contacto de radio con el Centro Glenn de Investigaciones de la NASA que tomó en sus manos el control de la misión ocurrió el 23 de enero de 2003.
También con la Voyager enviamos un mensaje
En esos momentos, el mensajero espacial del hombre se encontraba a 12 mil 160 millones de kilómetros de la Tierra, más allá del cinturón de asteroides, de Júpiter y de Plutón. Según ingenieros de la NASA, las transmisiones de Pioneer 10 murieron debido al agotamiento de la fuente radio-isotópica de energía con que contaba la nave. “Para nosotros la misión terminó cuando se cortaron las comunicaciones. No sabemos nada de Pioneer 10, pero suponemos que ha seguido su viaje por el cosmos en busca de su destino final”, señaló un portavoz del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA.
Algo confiados si parece que somos…¿Enviar datos nuestros al posible enemigo?
Sistema Solar
Según todos los indicios y datos que hemos podido obtener, en los mundos hermanos del Sistema Solar y en sus lunas, no parece que pueda haber vida como la nuestra, no reúnen las condiciones requeridas para ello. Eso no impide que pueda haber otras formas de vida en forma de bacterias u otras similares.
Metanógenos, en Titán, podrían consumir metano, …
Las atmósferas de los planetas vecinos, y, las temperaturas que en ellos reinan, no son precisamente las más idóneas para que la vida germine en ellos. Sin embargo, en algún que otro satélite, como es el caso de la luna de Júpiter, Europa que constituye un mundo completamente helado, aunque debajo de la superficie ( así se cree ) podría existir un océano de agua no tan fría y calentada gracias a la influencia de las mareas de Júpiter ¿ quién podría asegurar que allí, en presencia de agua líquida, no podría haber alguna forma de vida?.
Titán con sus mares de metano
Titán, con una atmósfera de metano y nitrógeno y en cuya superficie podría haber nitrógeno líquido y compuestos orgánicos sólidos, lo que también se puede decir de Tritón el satélite de Neptuno. Así que, son tres satélites que podrían (es concebible) tener alguna forma de vida.
Sin embargo, hasta el momento, son solo conjeturas. El único objeto del Sistema Solar que está a una distancia idónea del Sol, que tiene los elementos y condiciones precisas para la formación de la vida (temperatura, atmósfera, etc.), es el planeta Tierra.
El número total de estrellas en el Universo conocido se calcula que es como mínimo de 1.000 millones de millones (1.000.000.000.000.000.000.000). Nuestra propia Galaxia, La Vía Láctea, contiene más de cien mil millones de estrellas. Si todas las estrellas se han desarrollado bajo los mismos parámetros que la nuestra (el Sol), es lógico pensar que, casi todas ellas tendrán su propio sistema planetario.
Sin embargo, lo que no es tan probable, es que todas tengan un planeta con la composición, la atmósfera, la distancia idónea a su estrella y abundante agua y los productos químicos necesarios para la creación y surgimiento de la vida.
Son muchos los planetas descubiertos fuera de nuestro sistema solar (más de 5.000), todos ellos muy grandes, incluso varias veces el volumen y la masa de Júpiter (no aptos para la vida inteligente tal como la conocemos).
Hay que esperar a que estén en funcionamiento las nuevas generaciones de Telescopios con técnicas superiores al Hubble que, nos podrán buscar nuevos planetas fuera del Sistema Solar y que a muchos años-luz de nosotros, podrían albergar vida inteligente.
Descubrimiento de planetas enormes situados en sistemas solares muy lejanos, son una esperanza, ya que, dónde existen esa clase de planetas, es lógico pensar que existan otros más pequeños que, como la Tierra, puedan tener condiciones distintas y que permitan alguna clase de vida.
Hay estudios que favorece la creencia de que, los sistemas solares, son tan comunes como las estrellas. Pero, aún suponiendo que la mayoría e incluso todas las estrellas poseen sistemas planetarios, y, que muchos de esos planetas serán similares a la Tierra en tamaño, debemos saber qué criterios han de satisfacer o qué requisitos deben tener o cumplir para que sean habitables.
Se cree que una estrella debe tener cierto tamaño para poder poseer un planeta habitable. Cuanto más grande es la estrella tanto menor es su tiempo de vida, y, si excede de ciertas dimensiones, no vivirá lo suficiente como para permitir que un planeta recorra las prolongadas etapas de su evolución química, antes de que se puedan formar y desarrollar en él formas de vida complejas.
Si la estrella es demasiado pequeña no puede calentar suficientemente a un planeta si este no está muy próximo a ella, y, en tal caso, sufriría periódicos efectos perjudiciales. Se estima que sólo las estrellas de las clases espectrales F2 a K1 son adecuadas para el mantenimiento de planetas con nivel de habitabilidad suficiente para seres humanos: planetas que puedan ser colonizados (si algún día conseguimos el viaje – la forma – de desplazarnos entre las estrellas).
Si pensamos que en nuestra Galaxia existen más de 100.000 millones de estrellas, y, que tal ingente número de soles es la media de las Galaxias de cierta importancia, podemos suponer, aplicando la lógica que, estrellas del tipo idóneo para tener planetas como la Tierra o similares, deben ser miles de millones. Lo que nos lleva a la conclusión de que, planetas como el nuestro también podrían ser unos cuantos.
Sólo en la Vía Láctea se han calculado unos 40.000 millones de planetas como la Tierra
Una buena proporción de ellos estarán en la zona habitable de sus estrellas y, con agua líquida…
Es probable que estos planetas portadores de la vida, puedan estar distribuidos por el Universo de manera uniforme, la dificultad es que el Universo es demasiado grande. Si cada 100.000 años-luz cúbicos existiera un planeta como la Tierra, serían muchísimos los planetas con vida. Lo que nos llevaría a tener que explorar a una distancia mínima de unos 30 años-luz para encontrar uno de esos planetas hermanos del nuestro.
Algún especialista, no recuerdo ahora mismo su nombre, expuso la idea de que, 14 estrellas distantes de nosotros a lo sumo 22 años-luz, que pueden poseer planetas habitables y sopesa las probabilidades de que esto pueda ser así en cada caso. Llega a la conclusión de que la mayor probabilidad de planetas habitables se da precisamente en las estrellas más cercanas a nosotros, las dos estrellas similares al Sol del Sistema Alfa Centauro A y B. Según estimaba éste señor, estas dos estrellas compañeras tienen, consideradas en conjunto, una posibilidad entre diez de poseer planetas habitables, la probabilidad total para el conjunto de 14 estrellas vecinas es de 2 entre 5.
Planetas que giran alrededor de la estrella Epsilón Eridane
Si todas las leyes del Universo son las mismas que rigen aquí en la Tierra y en el Sistema Solar y en nuestra Galaxia, entonces creo que, para opinar sobre la posibilidad de vida extraterrestre, hay que conocer los trabajos de H.C. Urey, Stanley Lloyd Millar y otros estudiosos del origen de la vida en la Tierra, y, aplicando sus estudios a planetas lejanos, tendremos la respuesta adecuada.
Otra cuestión será el coincidir, tanto en el espacio como en el tiempo, con otras civilizaciones inteligentes, no será fácil. Podría darse el caso de Civilizaciones existieron y desaparecieron antes de que apareciéramos nosotros. O que existan en este mismo momento y que estén tan atrasadas que no podamos detectar sus señales electromagnéticas inexistentes. O que, estén tan adelantados que no quieran saber nada de nosotros y estén esperando el momento idóneo de nuestra evolución para contactar, ¿Quién podría saber la verdad?
Pensemos por un momento que existen planetas idóneos para la vida a 500 años-luz de la Tierra, y en ese tiempo, recorreríamos 4.730.400.000.000.000 Km. si tuviéramos naves espaciales cuya velocidad igualara a la velocidad de la Luz. Pero como nuestros vehículos espaciales sólo alcanzan 50 o 60 mil Km/h. ¿Qué materiales tendría que tener la nave viajera para que no se destruyera por el camino? ¿Quién podría soportar tal viaje? ¿Cuántas generaciones pasarían antes de llegar? ¿Qué seres llegarían después de las mutaciones sufridas en la ingravidez durante tanto tiempo? y, sobre todo, ¿cómo podríamos eludir las radiaciones del espacio?
Disponer de naves como la que arriba vemos, es un sueño muy lejano aún en el tiempo. El Enterprise de “Star Trek”, El Corazón de Oro de “La guía del autoestopista galáctico” o el Halcón Milenario y el resto de espectaculares vehículos espaciales de la saga “Star Wars” son buenos ejemplos de estas impresionantes máquinas. Armas de gran poder destructivo, desplazamientos más fugaces que la luz, saltos al hiperespacio, velocidad absurda, energía de la probabilidad infinita… Toda una miríada de sueños espaciales.
Si pensamos en el tema propuesto hoy, al menos yo, creo que, sin lugar a ninguna duda la cuestión es segura: La vida existe fuera de nuestro Sistema Solar, lo contrario sería un milagro. Aparte de que sería negar una evidencia probabilística, No podemos ser tan ególatras y pensar que estamos solos, es mucho espacio para tan pocos.
Vista de regiones del universo captada por el telescopio Hubble. En estos pequeño recuadros de arriba…¡Hay tanto!
Esta nueva manera de mirar el universo nos da nuevas ideas, no todo el espacio son agujeros negros, estrellas de neutrones, galaxias y desconocidos planetas; la verdad es que casi todo el universo está vacío y sólo en algunas regiones tiene agrupaciones de materia en forma de estrellas y otros objetos estelares y cosmológicos; muchas de sus propiedades y características más sorprendentes (su inmenso tamaño y su enorme edad, la soledad y oscuridad del espacio) son condiciones necesarias para que existan observadores inteligentes como nosotros.
No debería sorprendernos la vida extraterrestre; si existe, pudiera ser tan rara y lejana para nosotros como en realidad nos ocurre aquí mismo en la Tierra, donde compartimos hábitat con otros seres vivos con los que hemos sido incapaces de comunicarnos, a pesar de que esas formas de vida, como la nuestra, están basadas también en el carbono. No se puede descartar formas de vida inteligente basadas en otros elementos, como por ejemplo, el silicio.
El universo visible contiene sólo:
1 átomo por metro cúbico
1 Tierra por (10 años luz)3
1 Estrella por (103 años luz)3
1 Galaxia por (107 años luz)3
1 “Universo” por (1010 años luz)3
El cuadro expresa la densidad de materia del universo de varias maneras diferentes que muestran el alejamiento que cabría esperar entre los planetas, estrellas y galaxias. No debería sorprendernos que encontrar vida extraterrestre sea tan raro.
El filósofo existencialista Karl Jasper se sintió provocado por los escritos de Eddington a considerar el significado de nuestra existencia en un lugar particular en una época particular de la historia cósmica. En su influyente libro “Origen y meta de la historia”, escrito en 1.949, poco después de la muerte de Eddington, pregunta:
“¿Por qué vivimos y desarrollamos nuestra historia en este punto concreto del espacio infinito, en un minúsculo grano de polvo en el universo, un rincón marginal? ¿Por qué precisamente ahora en el tiempo infinito? Estas son cuestiones cuya insolubilidad nos hace conscientes de un enigma.”
En el contexto del Universo… ¡Un grano de arena!
Es el grano de arena más hermoso jamás visto
El hecho fundamental de nuestra existencia es que parecemos estar aislados en el cosmos. Somos los únicos seres racionales capaces de expresarse en el silencio del universo. En la historia del Sistema Solar se ha dado en la Tierra, durante un periodo de tiempo infinitesimalmente corto, una situación en la que los seres humanos evolucionan y adquieren conocimientos que incluye el ser conscientes de sí mismos y de existir… Dentro del Cosmos ilimitado, en un minúsculo planeta, durante un minúsculo periodo de tiempo de unos pocos milenios, algo ha tenido lugar como si este planeta fura lo que abarca todo, lo auténtico. Este es el lugar, una mota de polvo en la inmensidad del cosmos, en el que el ser ha despertado con el hombre”.
No creo que estemos solos
Hay aquí algunas grandes hipótesis sobre el carácter único de la vida humana en el universo (creo que equivocada). En cualquier caso se plantea la pregunta, aunque no se responde, de por qué estamos aquí en el tiempo y lugar en que lo hacemos. Hemos visto que la cosmología moderna puede ofrecer algunas respuestas esclarecedoras a estas preguntas.
En anteriores trabajos creo que quedaron reflejadas “casi” todas las respuestas a estas preguntas. Nada sucede porque si, todo es consecuencia directa de la causalidad. Cada suceso tiene su razón de ser en función de unos hechos anteriores, de unas circunstancias, de unos fenómenos concretos que de no haberse producido, tampoco el tal suceso se habría significado, simplemente no existiría.
Con la vida en nuestro planeta, ocurrió igual. Una atmósfera primitiva evolucionada, la composición primigenia de los mares y océanos con sus compuestos, expuestos al bombardeo continuo de radiación del espacio exterior que llegaba en ausencia de la capa de ozono, la temperatura ideal en relación a la distancia del Sol a la Tierra y otra serie de circunstancias muy concretas, como la edad del Sistema Solar y los componentes con elementos complejos del planeta Tierra, hecho del material estelar evolucionado a partir de supernovas, todos estos elementos y circunstancias especiales en el espacio y en el tiempo, hicieron posible el nacimiento de esa primera célula que fue capaz de reproducirse a sí misma y que, miles de años después, hizo posible que evolucionara hasta lo que hoy es el hombre que, a partir de materia inerte, se convirtió en un ser pensante que ahora es capaz de exponer aquí mismo estas cuestiones. ¡Es verdaderamente maravilloso!
El entorno cambiante en un universo en expansión como el nuestro, a medida que se enfría y envejece (la entropía) es posible que se formen átomos, moléculas, galaxias, estrellas, planetas y organismos vivos. En el futuro, las estrellas agotaran su combustible nuclear y morirán todas. En función de sus masas serán estrellas enanas blancas (como nuestro Sol), estrellas de neutrones (a partir de 1’5 masas sobre hasta 3 masas solares) y agujeros negros a partir de 3 masas solares. Hay un recorrido de historia cósmica en el que nuestro tipo de evolución biológica debe ocurrir bajo esas circunstancias especiales a las que antes me refería.
Dentro de 5.000 millones de años, el Sol se transformará en una gigante roja primero y en una enana blanca después. Cuando eso llegue, las temperaturas subrirán, los océanos dse evaporarán, y, la vida tal como la conocemos no podrá seguir en el planeta que nos vio nace.
Todo el mundo conoce la existencia de vida en nuestro planeta. Lo que se desconoce es el día en que dejará de albergar la vida. Como todo en el Universo, existe un principio y un final…el de nuestro Mundo es incierto e incierto en el de la Humanidad.
La Densidad Crítica (la cantidad de materia que contenga el Universo), determinará si estamos en un Universo Plano, Abierto o Cerrado. Cualquiera que sea su forma, lo cierto es que, lo más probable qs que finalmente sea la muerte térmica la que acabe con él, cuando la temperatura llegue a los 1273,15 ºC, nada se moverá (ni los átomos).
Para cuando eso llegue (que llegará), seguramente habremos descubierto si realmente existen otros universos y tendremos los medios para desplazarnos a ellos, Allí podríamos encontrarnos con civilizaciones que no siempre nos acogerían de buena gana.