Ene
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Ha llegado el momento de despejart la incognita extraterretre?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Noticias NASA ~ Comments (0)
Un grupo de investigadores, con el astrónomo de la Universidad de Penn State Jason Wright a la cabeza, trabaja actualmente en la elaboración de un informe en el que pide a la NASA que se tome en serio la búsqueda de inteligencias extraterrestres y que incluya esas investigaciones en su agenda oficial.
El equipo ha elaborado ya una serie de artículos en los que se sostiene la idea de que los científicos deberían buscar en el Universo una amplia gama de «señales tecnológicas» que puedan revelar la presencia de una civilización alienígena. Señales que podrían ser de radio, luminosas, de láser o incluso el calor residual dejado por las actividades tecnológicas de los supuestos ET.
La esperanza es que esos documentos sean aceptados por la NASA y se incluyan finalmente en un informe al Congreso de los Estados Unidos para finales de 2020, (el « Astro 2020: Decadal Survey on Astronomy and Astrophysics»,) en el que se decidirá el futuro (y la financiación) que recibirán la Astronomía y la Astrofísica durante la próxima década. Para ello, Wright y sus colegas quieren detallar cuáles son las prioridades de la comunidad de científicos que se dedican a ese tipo de investigaciones.
Hasta ahora y desde hace mucho tiempo, la búsqueda de inteligencias extraterrestres ha recibido muy escasa financiación, a todas luces insuficiente para abordar una búsqueda que tiene el potencial de cambiar por completo la historia de la Humanidad.
Una alta apuesta
«La apuesta es muy alta – afirma Wright-. Si el informe al final dice que estudios como los de SETI son una prioridad científica nacional, y que necesitan financiación de la NSF (National Science Fundation) y de la NASA, entonces se hará».
Las primeras investigaciones para buscar seres inteligentes «ahí fuera» comenzaron el la pasada década de los 60, cuando el astrónomo Frank Drake (el de la famosa ecuación) utilizó por primera vez un radiotelescopio, el de Green Bank, para buscar señales de radio procedentes de otros mundos.
En 1985 la astrónoma Jill Tarter (que inspiró el personaje interpretado por Jodie Foster en la película Contact), fundó el SETI (Instituto para la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre). La NASA no aportó financiación alguna hasta 1992, pero la retiró apenas un año después debido a las reticencias del Congreso.
Fue después el turno de las instituciones privadas, que permitieron que el instituto fuera sobreviviendo. Y en 2015 llegaron los multimillonarios rusos Yuri y Julia Milner, que se unieron (y financiaron generosamente) la búsqueda de ET. En resumen, dice Wright, la búsqueda de «tecno firmas» fuera de la Tierra no ha llegado nunca a convertirse en una disciplina científica «seria» y con financiación gubernamental.
Convertir la SETI en un campo serio
¿Hay alguien ahí?
«Si la NASA declarara la búsqueda de firmas tecnológicas como una prioridad científica -afirma el investigador- entonces podríamos solicitar dinero para poder seguir trabajando en ello. Podríamos capacitar a los estudiantes para que se dediquen a eso. Y nos pondríamos a la altura de los campos más maduros de la Astronomía».
Impresión artística de polvo y cometas orbitando alrededor de la estrella de Tabby (NASA/JPL-Caltech).
Un conjunto de más de 1700 observadores —muchos de ellos españoles— han estudiado la estrella de Tabby desde octubre de 2015 hasta finales de 2017
Uno de los mínimos brillo de Tabby. Se aprecia la dependencia con el color (Boyajian et al.).
Las nuevas observaciones se han realizado en varias longitudes de onda, lo que supone una mejora con respecto a los datos de Kepler, que eran en una sola banda. La principal novedad es que se ha visto que las variaciones de brillo dependen del color.
Los cuatro mínimos de brillo de Tabby vistos en 2017 (Boyajian et al.).
Wright, que entró en SETI en 2014, ha tomado ya parte en varias investigaciones del Instituto, entre ellas el estudio de la famosa « estrella de Tabby», cuyos inusuales y aparentemente aleatorios oscurecimientos hicieron pensar a algunos investigadores que estaba rodeada por una «megaestructura extraterrestre» quizá destinada a absorber energía de la estrella.
De lo que no cabe duda, dice Wright, es que durante los últimos cinco años la actitud de la mayoría de los científicos hacia la búsqueda de vida extraterrestre ha cambiado profundamente. Antes, trabajar como astrónomo en el SETI se consideraba un auténtico suicidio profesional y académico, cosa que ahora está dejando de suceder.
Sin ir más lejos, la propia NASA solicitó en 2018 un informe sobre qué se consideran «tecno firmas» y cómo buscarlas, algo que animó a los investigadores de SETI a pensar que la agencia espacial podría estar ya preparada para incluir, también, esta clase de investigaciones entre sus competencias. Ese informe, en el que también participó Wright, se publicó el pasado mes de Diciembre en arxiv.org.
La carrera de los exoplanetas
El Telescopio Espacial Kepler buscador de planetas
La situación de SETI también ha cambiado (a mejor) desde el lanzamiento del telescopio Kepler en 2009, que descubrió miles de exoplanetas durante sus años de misión, que terminó precisamente el año pasado. Algunos de esos mundos lejanos, en efecto, tienen ciertos parecidos con la Tierra, en incluso se ha sugerido que unos cuantos serían capaces de sustentar vida.
Biofirmas de desequilibrio a través de la historia de la Tierra e implicaciones para la detección de vida en exoplanetas
La «carrera de los exoplanetas», pues, ha causado además un notable incremento de investigaciones sobre biofirmas, signos externos de que alguno de esos planetas fuera del Sistema Solar no solo son «aptos», sino que efectivamente han conseguido desarrollar y mantener vida (aunque sea microbiana) en sus superficies. Y, para Wright, ambos tipos de búsqueda, la de biofirmas y la de tecno firmas, son como las dos caras de una misma moneda.
«La Astrobiología y la búsqueda de Vida -concluye Wright- se ha convertido en la parte más importante de todo lo que hace la NASA. Y el hecho de que no busque también vida inteligente se ha vuelto cada vez más incongruente con sus otras actividades».
Fuente: ABC-Ciencia
Ene
31
Diez descubrimientos sobre el cerebr
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El cerebro ~ Comments (0)
1. 2018 ha sido muy productivo en el Instituto de Neurociencias de Alicante CSIC-UMH, con más de 50 publicaciones. Destacamos 10 notables aportaciones al estudio del cerebro:Trastornos aparentemente tan dispares como autismo, esquizofrenia o ansiedad tienen una base común: el desequilibrio entre los neurotransmisores excitadores e inhibidores del cerebro, según una investigación liderada por Juan Lerma. La zona del cerebro afectada por el desequilibrio determina la patología y los síntomas.
- El nivel de actividad de genes en la evolución, y no la aparición de otros nuevos, permitió la expansión y complejidad de la corteza cerebral de mamíferos, según descubrió el grupo de Víctor Borrell. Esto permitió la multiplicación exponencial del número de neuronas y la aparición de las capacidades humanas.
- El grupo Hugo Cabedo descubrió cómo los nervios periféricos inducen la reparación de la mielina que los rodea para restablecer la comunicación interrumpida tras la lesión. Este hallazgo acerca el objetivo de reparar las lesiones medulares.
- El grupo de Javier Sáez Valero demostró la reacción en cadena que podría estar detrás del deterioro de la memoria en el Alzheimer: la proteína beta amiloide, característica del Alzhéimer, provoca el fallo de otra denominada Reelina, que podría participar en el deterioro de la memoria y el aprendizaje. El gen ApoE4, principal factor de riesgo de Alzheimer, interfiere también con esta proteína.
- Neurocientíficos y físicos encontraron grupos de neuronas fundamentales para consolidar la memoria, pero localizados sorprendentemente en el sistema de recompensa del cerebro y no en el hipocampo, explica Santiago Canals. El trabajo abriría la puerta a tratar enfermedades neurológicas y psiquiátricas.
- Tratamientos con menos secuelas cognitivas en la leucemia linfoblástica aguda pediátrica, el cáncer más frecuente antes de los 15 años, tiene una supervivencia del 90%, pero las secuelas neurocognitivas de la quimioterapia pueden persistir. El laboratorio de María Domínguez demostró que la inflamación impide al sistema inmune detectar las células malignas. Y han puesto a punto un sistema de cribado para seleccionar antiinflamatorios en uso, libres de efectos secundarios.
- Descubren las células responsables de la sensación fantasma del ojo seco. La cirugía láser para corregir defectos como la miopía puede provocar sensación de ojo seco, aun sin falta de lágrimas. El grupo de Carlos Belmonte descubrió que las neuronas que detectan el frío en el ojo son las responsables de esta sensación fantasma y un nuevo objetivo terapéutico.
- ¿Se puede aprender sin actividad de las neuronas? Aprender sin apenas actividad neuronal, o aprendizaje silencioso, es una aportación del grupo de Richard G.M. Morris, codirector de la Cátedra Remedios Caro Almela. Supone que una red neuronal puede cambiar el patrón de ponderaciones sinápticas “en secreto” y ocurre con más frecuencia de lo que se creía.
- Nuevas dianas terapéuticas en la enfermedad de Huntington. La expresión del receptor GluN3A en determinadas neuronas adultas es la base del Huntington, caracterizado por movimientos involuntarios y demencia, y aún sin cura. El grupo de Isabel Pérez Otaño dio un paso esperanzador en ratones al evita la disfunción cognitiva, motora y la pérdida de temprana de neuronas inactivando las neuronas GluN3A.
- El componente saboteador del Cannabis. El cannabidiol, componente muy abundante de la marihuana pero sin efectos adictivos, reduce la abstinencia, y ansiedad y combate la adicción que esta planta provoca, como descubrió el grupo de Jorge Manzanares. Y combinado a dosis bajas con el fármaco más usado contra el alcoholismo, la naltrexona, es más efectivo frente al alcoholismo.