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Si la Humanidad se extingue ¿Qué clase de vida dominará?

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en El Universo y la Vida    ~    Comentarios Comments (5)

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Aunque lo primero que nos viene a la cabeza son imágenes de «El Planeta de los simios», los primates se extinguirían antes que nosotros. Por el contrario, los animales que pasarían a gobernar nuestro planeta serían mucho más pequeños…

 

 

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En un futuro postapocalíptico, ¿qué pasaría con la vida si los humanos desapareciéramos? Al fin y al cabo, es probable que la especie humana se extinga mucho antes de que el sol se convierta en una gigantesca bola roja y acabe con todos los seres vivos sobre la faz de la Tierra.

Suponiendo que no acabemos antes con los demás seres vivos (algo poco probable a pesar de nuestra tendencia a hacer desaparecer especies), la historia nos dice que habrá cambios fundamentales una vez que los humanos dejemos de ser la especie animal dominante del planeta.

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                           Pudieran ser aspirantes si evolucionan en tamaño

Así que, si pudiésemos dar un salto en el tiempo hasta unos 50 millones de años después de nuestra desaparición, ¿qué encontraríamos? ¿Qué animal o grupo de animales nos relevarían como especie dominante? ¿Nacerá un Planeta de los Simios como el de las películas? ¿O dominarán la Tierra los delfines, las ratas, los tardígrados, las cucarachas, los cerdos o las hormigas?

Esta pregunta ha dado lugar a muchas especulaciones, y numerosos escritores han hecho listas de especies candidatas. Sin embargo, antes de hacer conjeturas, debemos explicar a qué nos referimos con especies dominantes.

Limitémonos al reino animal

 

Se podría decir que la era actual es la era de las flores. Sin embargo, al visualizar el futuro nadie se imagina a Audrey 2 de «La tienda de los horrores» (aunque los trífidos de la ficción tuvieran rasgos característicos de los animales, tales como un comportamiento depredador y la habilidad de moverse).

Esculturas de dos trífidos en las calles de Penza, Rusia

Esculturas de dos trífidos en las calles de Penza, Rusia – Triffid by Shutterstock

Limitémonos pues al reino animal, más por razones prácticas que filosóficas. Según ciertos criterios, el mundo siempre ha estado dominado por bacterias, a pesar de que la «era de las bacterias» acabó hace unos 1.200 millones de años. Pero no fue porque las bacterias dejasen de existir o porque disminuyese su predominio, sino porque tendemos a dar más importancia a los grandes organismos multicelulares que vinieron después.

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Según algunos cálculos, cuatro de cada cinco animales son nematodos (gusanos cilíndricos). Así que, con estos ejemplos, queda claro que ni la prevalencia, ni la abundancia, ni la diversidad son esenciales para ser la forma de vida dominante. En cambio, nuestra tendencia es pensar en organismos grandes y carismáticos.

Los mansos heredarán la Tierra

 

 

 

 

Creo que serás igual que yo
 

 

 

Creo que serás igual que yo – Mirror by Shutterstock

 

Hay un indiscutible grado de narcisismo en cómo los humanos designamos a las especies dominantes, al igual que una tendencia a otorgar este título a nuestros parientes cercanos. «El Planeta de los Simios» imagina que nuestros parientes primates podrían desarrollar el habla y adoptar nuestra tecnología si les diéramos el tiempo y el espacio suficientes.

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Los chimpancés y los humanos tuvieron un ancestro común que no era ni Homo ni Pan, de él divergieron las dos ramas, y, mientras uno continúa en la copa de los árboles, los otros, hablan de mecánica cuántica.

Pero es poco probable que las sociedades primates no humanas hereden nuestro dominio sobre la Tierra ya que, probablemente, los simios se extinguirán antes que nosotros. Ya somos el único homínido vivo que no está en peligro de extinción. Y no es probable que la crisis que podría acabar con nuestra especie dejase al margen a los otros grandes simios. De hecho, cualquier tipo de extinción que afecte a los humanos sería también peligrosa para aquellos organismos con similares necesidades fisiológicas básicas.

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En cualquier momento podría aparecer una nueva pandemia mundial que acabara con la Humanidad

Aunque los humanos sucumbiéramos a una pandemia mundial que afectara a pocos mamíferos, los grandes simios son, precisamente, las especies que más riesgo tienen de contraer nuevas enfermedades que podrían eliminarlos de la Tierra.

¿Podrá otro pariente, más distante, (primate, mamífero o de otra índole) desarrollar inteligencia y una sociedad similar a la nuestra? Eso tampoco parece probable. De todas las especies que, en teoría, han sido animales dominantes en algún momento, los humanos son únicos en su excepcional inteligencia y destreza manual. Se puede deducir, por tanto, que tales cualidades no son un requisito para ser la especie dominante ni para evolucionar. La evolución no favorece la inteligencia por sí misma, a no ser que esta lleve a un mayor nivel de supervivencia y de reproducción. Por lo tanto, es un grave error pensar que nuestros sucesores serán especialmente inteligentes, que serán seres sociales, que podrán hablar o que serán expertos en tecnología.

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No parece que ninguna de estas especie tenga las condiciones necesarias para reinar en el planeta

Así que, ¿podemos afirmar algo sobre la especie dominante 50 millones de años después de la extinción del ser humano? La respuesta es tan decepcionante como sorprendente. Podemos estar bastante seguros de que no será un chimpancé parlante, pero no tenemos ni idea de qué será.

La Tierra ha visto gran número de extinciones masivas a lo largo de su historia. La diversificación de la vida tras cada suceso siempre ha sido relativamente rápida y la adaptación de las nuevas especies produjo nuevas formas de vida muy diferentes a las que las engendraron tras sobrevivir a la extinción anterior.

Imagen relacionada

Las pequeñas criaturas que corrían bajo los pies de los dinosaurios a finales del periodo Cretáceo eran muy diferentes de los osos de las cavernas, de los mastodontes y de las ballenas descendientes de la Era de los Mamíferos. Asimismo, los reptiles que sobrevivieron a la extinción masiva del Pérmico-Triásico hace unos 250 millones de años, que acabó con el 90% de las especies marinas y con el 70% de las terrestres, tampoco se parecían a los pterosaurios, dinosaurios, mamíferos y pájaros que descendieron de ellos.

Resultado de imagen de Descendientes de los dinosaurios que viven hoyResultado de imagen de Descendientes de los dinosaurios que viven hoy

En «La vida maravillosa: Burgess Shale y la naturaleza de la historia», el difunto Stephen J. Gould defendía que el azar, o la contingencia, como él solía decir, tuvo un papel muy importante en las grandes transiciones de la vida animal. Hay margen para discutir sobre la importancia relativa de la contingencia en la historia de la vida, que sigue siendo un tema controvertido hoy en día. Sin embargo, la percepción de Gould de que difícilmente se puede presagiar la supervivencia de las razas modernas tras una futura extinción es una lección de humildad sobre la complejidad de las transiciones evolutivas.

Aunque podría ocurrir que las hormigas nos releven en el dominio de la Tierra, tal y como se ha especulado, es imposible que sepamos cómo serán esas hormigas dominantes descendientes de las actuales.

 

  1. 1
    FRANCISCO PONCE MORENO
    el 6 de noviembre del 2018 a las 12:45

    Pues a esperar y ver, qué remedio.

    Responder
  2. 2
    nelson
    el 7 de noviembre del 2018 a las 3:11

    Hola muchachada.
    La evolución y permanencia de las especies parecen vinculadas a su capacidad de resiliencia. Si esto es así y sumamos la hipótesis de que es a través de la evolución de la vida que el universo adquiere progresivamente su propia conciencia, podemos suponer que si la humanidad no se “suicida” u ocurre un cataclismo sólo podría ser sustituída por una especie superior, más inteligente y avanzada, más apropiada para aquel fin último.
    Ahora bien, si el indeseable evento ocurriera, los insectos tienen algunas cualidades superiores a los humanos, en muchos casos un comportamiento social que debiera avergonzarnos, y, dado que los cambios de las condiciones (nuevos ambientes, creación de nichos) aceleran la evolución, ¿qué impediría que desarrollaran su cerebro y alguna especie adquiriera conciencia? En tal caso no se trataría más que de un pequeño retraso en la evolución del Universo
    … (Bueno… es una idea nomás).
    Saludos cordiales.

    Responder
    • 2.1
      emilio silvera
      el 7 de noviembre del 2018 a las 5:28

      ¡Hola, amigo Nelson!

      Cuando tratamos temas como el que aquí hemos elegido hoy, al no saber, a ciencia cierta, las respuestas adecuadas, acudimos sobre la marcha (como hacemos siempre), a las conjeturas de qué pasaría si… Y, a partir de ahí, dibujamos mil escenarios que podrían ser.

      Aparte de un imprevisto cataclismo de la Naturaleza o que el Azar nos traiga algún “regalito” en forma de pandemia o de un gran meteorito, es posible que seamos nosotros mismos los que aboquemos a nuestra especie a la destrucción si no andamos con sumo cuidado con lo que pretendemos hacer con los conocimientos que vamos adquiriendo. Si somos precavidos y actuamos con sentido común, es posible, sólo posible, que nuestra especie perdure durante mucho tiempo.

      De todas las maneras, no hay que descartar que otras especies evolucionen y, como nos dice Nelson, adquieran conciencia de Ser, y, si eso llegara a pasar… ¡Tendríamos un serio problema!

      Responder
  3. 3
    joan antoni
    el 9 de noviembre del 2018 a las 22:58

    Hola, Emilio. La pregunta puede tener cualquier respuesta, comparándose al sentido de que la especie humana surgió después de miles de años, de otras especies sobre el planeta. Puede significar, que observando la cantidad de especies con “talento inteligente” existentes en el planeta. Si desaparecemos, alguna otra especie, mamífero o no, con capacidad para mutar, es decir, cualquier especie. Una, podría regenerar una disponibilidad para poder modelar y construir artilugios artificiales. El tiempo, a su favor, y en un tiempo adecuado seria le especie dominante en el planeta. a lo mejor no seria tan destructiva como la nuestra.

    saludos desde Barcelona de Joan Antoni   

    Responder
    • 3.1
      emilio silvera
      el 10 de noviembre del 2018 a las 6:17

      ¡Hola, Joan!

      El tema, como bien apuntas, se presta a mil escenarios diferentes y, cualquiera de las especies que nos acompañan en éste mundo nuestro podría ser la que diera el salto evolutivo y se pusiera en primera fila del conocimiento para dominar sobre el resto de los seres vivos. Todo sería cuestión de Tiempo, ese “algo” que no podemos ver pero que está ahí y deja sentir su inexorable transcurrir. Algún día caeremos en la cuenta de que es el Tiempo, el parámetro más importante del Universo, con su presencia permite que las cosas cambien, que se sucedan los hechos y que, como si de una película se tratara, se sucedan las Civilizaciones que, adquiriendo experiencias nuevas, son cada vez más adelantadas y tienen la mente más abierta a los cambios que, inevitablemente, se irán sucediendo. De la misma manera, algún día lejano en el Tiempo, nuestra civilización humana habrá llegado a su fin, nada es eterno, y, lo que nos sucederá dependerá de muchas cuestiones, incluso del Azar.

      Con esto lo único que nos queda es hacer conjeturas de lo que podría ser.

      Un cordial saludo amigo.

      Responder

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