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reando Modelos Científicos para saber

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Física    ~    Comentarios Comments (3)

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¿Cómo sabemos (si son ciertas) las cosas que pensamos que sabemos?

¿A qué se refieren los científicos cuando dicen que ellos “conocen” lo que hay dentro del un átomo, por ejemplo, o lo que pasó en los tres primeros minutos de vida del Universo?

Se refieren a que tienen lo que ellos denominan un modelo del átomo, o del universo temprano, o lo que sea en que ellos estén interesados, y que este modelo encaja con el resultado de sus experimentos, o sus observaciones del mundo. Este tipo de modelo científico no es una representación física de la cosa real, del mismo modo que un modelo de avión representa un avión de tamaño natural, sino que es una imagen mental que se describe mediante un grupo de ecuaciones matemáticas.

Los átomos y las moléculas que componen el aire que respiramos, por ejemplo, se pueden describir en términos de un modelo en el que imaginamos cada partícula como si fuera una pequeña esfera perfectamente elástica (una diminuta bola de billar), con todas las pequeñas esferas rebotando unas contra las otras y contra las paredes del recipiente.

Ésa es la imagen mental, pero es sólo la mitad del modelo; lo que lo hace un modelo científico es describir el modo como se mueven las esferas y rebotan unas contra otras mediante un grupo de leyes físicas, escritas en términos de ecuaciones matemáticas. En este caso, estas son esencialmente las leyes del movimiento descubiertas por Isaac Newton hacen más de 300 años.

Bianca Atwell y el átomo

         Mirando dentro del átomo

Utilizando estas leyes matemáticas es posible predecir, por ejemplo, qué le pasará a la presión ejercida por un gas si se aplasta hasta la mitad de su volumen inicial. Si hacemos el experimento, el resultado que se obtiene encaja con la predicción del Modelo (en este caso la presión se doblará), lo que lo convierte en un buen modelo.

Naturalmente, no deberíamos sorprendernos de que el modelo estándar de un gas que lo describe en términos de pequeñas bolas que rebotan unas contra otras de acuerdo con las leyes de Newton haga esta predicción en concreto correcta, porque los experimentos fueron hechos primero, y el modelo fue diseñado o construido, para hacer encajar los resultados de esos experimentos.

                             Tenemos modelos para mtodo

El siguiente paso en el proceso científico es utilizar el modelo que se ha desarrollado desde las medidas efectuadas en un grupo de experimentos para hacer predicciones (predicciones precisas, matemáticas) sobre lo que le pasará al mismo sistema cuando se hacen experimentos diferentes. Si el modelo hacer predicciones “correctas” bajo nuevas circunstancias, demuestra que es un buen modelo; si fracasa al hacer las predicciones correctas, no se puede descartas completamente, porque todavía nos dice algo útil sobre los primeros experimentos; pero en el mejor de los casos tiene una aplicabilidad limitada.

De hecho, todos los modelos científicos tienen aplicabilidad limitada. Ninguno de ellos es “la verdad”. El modelo de un átomo como una pequeña esfera perfectamente elástica funciona bien en cálculos de cambio de presión de un gas bajo circunstancias diferentes, pero si queremos describir el modo en que el átomo emite o absorbe luz, necesitamos un modelo de átomo que al menos tenga dos componentes, un núcleo central diminuto (que se puede considerar él mismo como una pequeña esfera perfectamente elástica para determinados fines) rodeado por una nube de electrones.

         Las cosas que creemos saber… ¡No siempre son ciertas!

Los modelos científicos son representaciones de la realidad, no la realidad en sí misma, y no importa lo bien que funcionen o lo precisas que sean sus predicciones bajo circunstancias apropiadas, siempre se considerarán aproximaciones y ayudas a la imaginación, más que la verdad absoluta. Cuando un científico afirma, por ejemplo, que el núcleo de un átomo está compuesto por partículas denominadas protones y neutrones (nucleones) lo que en realidad debería decir es que el núcleo de un átomo se comporta, bajo determinadas circunstancias, como si estuviera formado de protones y neutrones. Los mejores científicos toman el “como si” como se lee, pero entienden que sus modelos son, efectivamente, sólo modelos; científicos menores a menudo olvidan esta diferencia crucial.

Los científicos menos y muchos no-científicos, tienen otra idea equivocada. A menudo piensan que el papel de los científicos hoy en día es llevar a cabo experimentos que probarán la exactitud de un modelo con una precisión cada vez mayor -hacia posiciones con más y más decimales- ¡En absoluto! La razón para llevar a cabo experimentos que demuestren predicciones previas no comprobadas es descubrir (como decía Feynman) donde fallan los modelos.

Encontrar defectos en sus modelos es la esperanza abrigada por los mejores científicos, porque esos defectos -cosas que los modelos no pueden predecir o explicar en detalle- destacarán los lugares donde necesitamos una nueva comprensión, con modelos mejores, para progresar…

El arquetipo ejemplo de esto es la Gravedad. La ley de la gravedad de Newton se consideró la pieza clave de la física durante más de doscientos años, desde la década de 1680 hasta comienzos del siglo XX. Pero había unas pocas, aparentemente insignificantes, cosas que el modelo newtoniano no podía explicar (o predecir), referente a la órbita del planeta Mercurio y al modo como la luz se curva cuando pasa cerca del Sol.

El modelo de la Gravedad de Einstein, basado en su teoría general de la relatividad, explica lo mismo que el modelo de Newton, pero también explica los detalles sutiles de órbitas planetarias y curvatura de la luz. En ese sentido, es un modelo mejor y más completo que el anterior, y hace predicciones correctas (en particular, sobre el Universo en general) que el viejo modelo no hace. Pero el modelo de Newton todavía es todo lo que se necesita si se está calculando el vuelo de una sonda espacial desde la Tierra hasta la Luna. Se podrían hacer los mismos cálculos empleando la relatividad general, pero sería más tedioso por su complejidad y daría la misma respuesta, así que, en muchos casos donde no existe la complejidad, se utiliza el modelo más sencillo de Newton.

Así que, amigos, los modelos (todos los modelos) han sido y serán buenos en su momento y, también, como ocurrió con el de la Gravedad, vendrán otros nuevos que los superarán y servirán mejor y de manera más profunda en el conocimiento de las cosas que traten, llegando así un poco más lejos en nuestros conocimientos sobre la Naturaleza, ya que, a medida que observamos el Universo, nuestras mentes se abren al saber del mundo que nos rodea y cada vez, podemos comprender mejor lo que realmente ocurre en él.

Nuestras percepciones del Universo son, la mayoría de las veces, equivocadas, y nos formamos una idea de lo que allí está o de lo que allí ocurre que, en la realidad, es otra muy diferente. Y, eso, es así debido a que nuestros conocimientos son muy limitados sobre las cosas, y, está aconsejado por ideas preconcebidas que, muchas veces, entorpece la comprensión de esa realidad que incansables buscamos.

Cuando se consiguen describir de manera exitosa las cosas que ocurren en la Naturaleza, como es el caso de la Relatividad, tanto especial como General, a los físicos, les encanta definirlos como “modelo estándar”. El modelo de los gases de las bolas de billar (que también es conocido como teoría cinética, ya que trata de partículas en movimiento) es un modelo estándar. Pero cuando los físicos hablan de “el modelo estándar”, se están refiriendo a uno de los grandes triunfos de la ciencia del siglo XX.

Gravedad y Mecánica cuántica son los dos moldelos prevalentes hoy en la física del mundo, de la Naturaleza, del Universo. Ahí están las explicaciones que de la materia, del espacio tiempo y de las fuerzas universales y las constantes podemos dar y, estamos tratando de abrir camino a nuevas teorías y modelos que nos lleven más alla pero, necesitamos saber matemáticas que no se inventaron aún y también, disponer de energías imposibles, ya que, la energía de Planck de 1019 GeV necesaria para llegar hasta las cuerdas… ¡es sólo un suelo del futuro lejano!

                                                                 Mirando dentro del átomos

Así ocurre con los modelos que describen la Mecánica Cuántica y la Relatividad, son Modelos Hitos en la Historia de la Ciencia de la Humanidad. Ambos modelos han sido explicado aquí, en mis comentarios muchas veces y, además, no es este el motivo del presente trabajo que, se circunscribe a explicar lo que es un modelo científico y como funciona, al mismo tiempo de cómo se valora su validez que, en realidad, nunca será definitiva, que es lo que ocurre con nuestros conocimientos.

Así que, dicho todo lo anterior, podemos llegar a una conclusión que estaría bien y nos acercaría a la realidad: Lo que sabemos es lo que creemos saber del mundo que nos rodea, y, no es, de ninguna manera, lo que deberíamos saber si nos estamos refiriendo a la realidad de lo que es el Universo y de lo que su Naturaleza finalmente significa y nos quiere decir, para llegar a ese final de comprensión, se necesitarán muchos modelos que se irán desechando por otros que vendrán, y, de esa manera, la Humanidad se acercará a esa realidad que tanto persigue.

emilio silvera

 

  1. 1
    Fandila
    el 6 de febrero del 2016 a las 17:55

    Una buena exposición sobre el significado de teorías y modelos.
    Yo quisiera centrar mi comentario sobre la consideración de “bolas” para expresar las partículas.
    Sabemos que en su sentido propio no se trata de bolas, que se dice para una bola supuestamente elástica. Ya existe un conocimiento de lo que pasa en el interior de una partícula, una onda partícula: una composición de ondas-partícula menores que tampoco son compactas, pues cuánticamente ningún elemento puede manifestarse de forma, según la expresión discontinua de la materia.
    Si una partícula, subpartícula, o sub-subpartíca puede considerase como un ámbito curvo,” no del todo esférico”, es, porque entra dentro de la realidad curva del Universo. Y que puede trasladarse según una pequeña longitud de onda relativa, como un pequeño cuanto de la “onda universal”.
    La bola considerada para describir una partícula o elemento es una manera de no entrar en su complejidad interior para considerar solo el efecto de interacción de unos con otros (Más allá entraría la consideración para la energía nuclear o las consecuencias exteriores de la fuerza débil). Pero eso ya no basta. La subpartícula recorre una trayectoria curva o elipsoidal dentro del ámbito curvo en que desarrolla su movimiento, a una velocidad próxima a la de la luz para la materia normal.
    Si hablamos de onda partícula lo hacemos extensible a fermiones y bosones, aunque difieran en cuanto a lo propio y/o lo impropio.
    El ámbito es precisamente la extensión o repetición de esa trayectoria curva en su constante deriva, que se repite y se repite según su velocidad angular dependiente del  periodo propio, dando lugar a un entramado, semejante a una barrera de diferenciación del medio y de otras partículas. Un entramado elástico, pues la subpartículas en sus trayectorias pueden salir de ese estado de equilibrio para recuperarlo dependiendo del grado de interacción. Traspasado su límite de resistencia  la partícula podrá destruirse, dependiendo de su grado de inestabilidad.
    Es por eso, por ese entramado que se dice y que puede ser más profundo que para la simple superficie del ámbito, que la barrera o barreras formadas son lo que constiuyen la masa como esa energía interna que se opone en lo posible a “ser penetrada por el medio u otras partículas menores”.
    La energía cinética interna de todos los componentes sería la equivalente masa propia, y con la velocidad de desplazamiento global o externa aparecería otra masa suplementaria, pues para la partícula, una velocidad dada le supone un encuentro mayor, como en avalancha, con los elementos extraños del medio.
    En resumen, las dos energías cinéticas: la interior, 1/2mc^2, y la exterior, también 1/2mc^2  más la correspondiente a m’ o masa relativista  nos dan E =1/2mc^2 + 1/2(m+m’)c^2.
     Si  no  se  considera  la exigua  masa impropia,  en  velocidades  lejanas de c, la  energía total  será,  no ya  E=mc^2     sino         E = mv^2 para una velocidad no relativista. La ecuación de equivalencia.
    A partir de la la ecuación De Broglie puede obtenerse la energía del fotón, o al contrario, la de cualquier partícula, lo que nos está indicando que todas gozan de los mismos principios. Solo hay que operar levemente en la relación hf= mc^2, por cuanto  f= c/landa, resultando: landa = h/mc   o landa=h/mv  para una partícula cualquiera, la misma expresión donde la velocidad es distinta.
     
    El extenderme tanto en estas cuestiones, solo trata de demostrar y demostrarme que las vías de conocimiento ya están trazadas pero más nos importa seguramente hasta donde queramos ir y cuando, que la mente es más rápida que los propios conocientos. Y como se suele decir en ambientes “menos cultos” “cuanto más leo más burro me queo”, en el sentido de aquello que se le atribuye Sócrates: “Solo sé que no sé nada”, que en realidad significaría que cuanto más respuestas sabemos necesitamos más respuestas para explicarlas.

    Responder
  2. 2
    Fandila
    el 7 de febrero del 2016 a las 12:44

    La verdad amigo Emilio, que nada mejor como el dicho, lo bueno si breve dos veces bueno. Ojalá pudiera ser tan sencillo.
    Particularmente me gustaria poder leer, paradojicamente, muchos comentarios con la brevedad y la concesión que siempre fue mi lema. El protagonismo, innecesario para el que comenta, no es nada nuevo.
    No es tu caso, pues la divulgación precisa de cierta extensión y de un criterio ecuánime.
    Saludos para tod@s. Un abrazo

    Responder
    • 2.1
      emilio silvera
      el 8 de febrero del 2016 a las 11:13

      Un abrazo amigo mío. No siempre podemos decir lo que queremos con escuetas palabras y nos vemos abocados a extendernos más de lo que desearíamos. Por otra parte, también nos encontramos ante ese muro que aparece cuando no son suficientes las palabras y con ellas no podemos expresar la realidad de la Naturaleza, entonces, nos vemos obligados a escoger ese otro lenguaje que lo explica mejor, es decir, las matemáticas con sus maravillosas ecuaciones que denotan como funciona la Naturaleza y ejerce su actividad el Universo.
      Un abrazo.

      Responder

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