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¿La Teoría de Cuerdas? ¿Qué es eso? Iª Parte

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en La Teoría de Cuerdas    ~    Comentarios Comments (10)

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                              Teoría de Cuerdas © by trailfan

Todos los que nos asomamos por la ventana de la Física, sabemos, más o menos que, después de más de treinta años de historia con la Teoría de dimensiones extra, no es aún, nada fácil encontrar una respuesta sencilla a una sencilla pregunta: ¿Qué es, la Teoría de Cuerdas? Y, lógicamente, muchos científicos del ámbito de la física, están verdaderamente escandalizados con todo este movimiento del que ellos, hablan como de un montaje circense, una comedia en la que, expertos malabaristas de las matemáticas topológicas, hacen trucos de magia para que parezca lo que no es.

Sin embargo, la cosa no parece que sea tan fácil de despachar, cientos y miles de artículos avalan esa Teoría que, en muchos aspectos, parece ser la esperanza futura de la Física y la única que nos puede abrir caminos ahora cerrados que, nos llevarán más lejos, a lugares que ahora, con la física actual, no podemos visitar.

Claro que no todo son críticas, en un artículo publicado en Ciencia Kanija nos dicen: “La teoría ha sido elogiada por algunos físicos debido a su potencial para forjar el largamente buscado vínculo entre la gravedad y las fuerzas que dominan en el núcleo atómico. Pero la teoría – que propone que todas las partículas subatómicas son en realidad diminutas “cuerdas” que vibran de diferentes formas – también ha arrastrado críticas por ser incomprobable en el laboratorio, y tal vez imposible de conectar con los fenómenos del mundo real.

Sin embargo, los investigadores de Princeton han descubierto una nueva prueba matemática de que alguna de las predicciones de la Teoría de Cuerdas se entrelazan estrechamente con un cuerpo de la física muy respetable llamado “Teoría Gauge”, el cual se ha demostrado que subyace en las interacciones entre quarks y gluones, los menudos objetos que se combinan para formar protones, neutrones y otras partículas subatómicas más exóticas. El descubrimiento, dicen los físicos, podría dar lugar a una gran cantidad de usos de la Teoría de Cuerdas atacando problemas de la física práctica.”

Es cierto que la Física está dominada por los paradigmas impuestos desde hace cien años por la mecánica cuántica y la relatividad que son dos teorías fundamentales que parten de principios rectores a partir de los cuales las teorías se construyen de una manera casi sistemática. En estos ejemplos es fácil de identificar ese principio rector:

En la Relatividad el principio es la constancia de la velocidad de la luz o, lo que es equivalente, que la velocidad de la luz determina una cota máxima sobre la velocidad de transmisión de información. Una vez aceptado este principio, el resto se da casi por añadidura. La constancia de la velocidad de la luz implica un espacio tiempo con una determinada geometría, la equivalencia entre masa y energía, así como el resto de los resultados de la Dinámica y la Cinemática Relativistas.

No podemos perder de vista el hecho cierto de que, la razón por la que la Relatividad se convierte en una auténtica Teoría autónoma es prcisamente porque eleva la constancia de la velocidad de la luz a principio rector, a postulado. No se trata de explicar o modelar dinámicamente por qué la velocidad de la luz es la velocidad máxima sino que, muy por el contrario, se trata de derivar toda una cinemática, de hecho la propia naturaleza geométrica del espacio y el tiempo, a partir de dicho postulado.

El Universo de la Mecánica Cuántica nos es fantasmagórico e irreal, es un mundo aparte en el que, podemos ver cosas inusuales y sorprendentes, allí no rigen las mismas leyes que podemos constatar a nuestro alrededor en el mundo macroscópico, o, si están presentes, funcionan de otra manera que, alejada de nuestro propio mundo, no hemos llegado a comprender…del todo.

Nos decía el filósofo Karl Popper:

“La Ciencia será siempre una búsqueda, jamás un descubrimiento real. Es un viaje, nunca una llegada.”

El hombre llevaba toda la razón toda vez que, emprendemos la aventura de la Ciencia y tratamos de buscar “cosas” y “comportamientos” que nos digan por qué, la Naturaleza, funciona de esta o de aquella otra manera. Vamos desvelendo escenarios y obteniendo algunas respuestas pero, el viaje no acaba nunca, a cada puerta abierta, nos encontramos con otro nuevo espacio en el que también, existen muchas puertas cerradas cuyas llavez tendremos que encontrar y, siempre será, de esa manera: ¡Un viaje interminable!

El espacio de Hilbert es una pura construcción matemática pero responde a la perfección a lo que hacía falta para elaborar la teoría cuántica. De no haberse descubierto habría habido que inventarlo para las necesidades de la teoría. El espacio de Hilbert es un espacio vectorial infinitamente grande. En su momento, esto fue una idea revolucionaria, en virtud de que todos los espacios vectoriales, inclusive los espacios matemáticos abstractos, eran finitos. Pero afortunadamente en su trabajo sobre ecuaciones integrales llevado a cabo en 1912 David Hilbert tuvo la visión suficiente para captar la necesidad de tener que postular un espacio vectorial infinitamente grande para poder proyectar todo el aparato matemático de la Mecánica Cuántica sobre una base rigurosamente formal. Y quince años después correspondió a otro matemático igualmente brillante, el matemático húngaro John Neumann, el darle en 1927 una definición axiomática al espacio vectorial de Hilbert en su ya famosa obra Mathematische Grundlagen der Quantenmechanik. Pero Hilbert no solo propuso un espacio vectorial infinitamente grande. Propuso también que los componentes de los “vectores” pudiesen ser números imaginarios o números complejos sin estar limitados a ser números reales, redefiniendo a la vez el concepto del producto interno de dos vectores para que dicho producto pudiese seguir siendo un número real con significado físico.

En el caso de la Mecánica Cuántica el principio rector es el Principio de Incertidumbre de Heisenberg. De nuevo este principio se postula como principio básico y a partir de allí se deduce como tiene que ser el espacio de estados físicos, que se convierte en un espacio de naturaleza completamente nueva como lo es un espacio de Hilbert.

Esto da lugar a fenómenos tan sorprendentes como el entrelazamiento cuántico o la estabilidad atómica.

Sí, el camino ha sido largo. En la serie de artículos Fundamentos de una teoría general de las ecuaciones integrales, Hilbert analizó las técnicas introducidas para estudiar estas ecuaciones por Poincaré y Fredholm a finales del XIX, mejorando sus resultados. En el cuarto artículo de esta serie, publicado en 1906, Hilbert prueba que las ecuaciones integrales pueden resolverse como un sistema de infinitas ecuaciones lineales con infinitas incógnitas.

Todos los objetos situados en el mismo campo gravitatorio caen con la misma aceleración si y sólo si la proporción entre masa gravitacional e inercial es igual a una constante. Por eso precisamente decimos que, en Relatividad General, el principio rector  es el principio de equivalencia entre masa inercial y masa gravitatoria.

En la Teoría de Cuerdas la situación es completamente distinta. Se desconoce cual pueda ser el principio rector, si en realidad existe algún principio rector en esta teoría, y es, precisamente este desconocimiento el qure genera en nosotros perplejidad cuando se nos pide una respuesta sencilla a: ¿Qué es la Teoría de Cuerdas?

Recordemos que el nacimiento de la teoría fue, esencialmente modesto. Aquel momento en el que proliferaban los experimentos de resonancias en interacciones fuertes con espines altos resultaba desconcertante, se observó que una manera de hacer consistente la mediación de la interacción con partícuals de espín alto consistía en imponer a las amplitudes de colisión una simetría particular que se denominó dualidad. Desde entonces las cosas han cambiado de manera exponencial y se habla de otra manera y de otras cosas. Veámos que nos dice, por ejemplo, uno de los padres de la teoría de cuerdas:

 

 

“Me gusta esta figura porque muestra muy claramente lo que conocemos en física de partículas, lo que esperamos explorar en las próximas décadas, y lo que creemos conocer, aunque nunca llegaremos a explorar de forma directa. La partícula con más masa conocida tiene menos de 200 GeV y todavía se sigue explorando entre 10 a 200 GeV en busca de nuevas partículas. Basta recordar que se acaba de descubrir una partícula con 125 GeV de masa, el bosón de Higgs, y que muchos físicos creen que la partícula responsable de la materia oscura tiene una masa en este rango. El LHC y sus sucesores en las próximas décadas explorarán las energías entre 100 y 5000 GeV (difícilmente podrán llegar más lejos). Sin embargo, hay un desierto hasta energías de 10 000 000 000 GeV (la escala de Planck) que no hemos explorado, que no podremos explorar en el siglo XXI y del que no conocemos absolutamente nada, aunque imaginamos muchas cosas.”

Como facilmente podemos deducir de lo que arriba se dice, estamos muy lejos aún de llegar a un autoconsistente final en la teoría de cuerdas que, posiblemente necesite disponer de la energía de Planck (1019 GeV), para verificarla de manera que no dejara ningún lugar a dudas. Hemos podido verificar la Teoría Cuántica y tambien, las dos versiones de la Teoría de la Relatividad. Sin embargo… Las cuerdas están lejos de ser una teoría que podamos aceptar y, sólo esperanzas podemos volcar en ella, con la idea de que, en un futuro más o menos lejano, nos pudiera dar aquellas respuestas que, de momento, no encontramos.

No podemos negar que algunos resultados en esta teoría han sido sobresalientes: Las resonancias, que habían actuado como motivación, se acomodaban como modos de vibración de las cuerdas y la democracia nuclear adquiría un status más sólido al reflejar una manera de unificar partículas, con espines arbitrariamente altos, como distintos modos de vibración de un mismo objeto fundamental. Aunque estos avances fueron destacados, la teoría empezó pronto a hacer aguas. En primer lugar, las cuerdas eran tan solo una manera de modelar la física subyacente a las amplitudes duales, pero por otra parte esta estructura de objetos extendidos fundamentales producía una serie de consecuencia que no iban a encajar con los futuros resultados experimentales en interacciones fuertes.

Las amplitudes duales, aunque implementaban la idea de democracia nuclear, daban ineludiblemente lugar a un comportamiento de las amplitudes a altas energías mucho más suave del que se observaba en la realidad. Por otro lado los avances formales habían mostrado que la consistencia de la teoría exigía un espacio tiempo de dimensión 26 y que el espectro contenía al menos un taquión (una partícula con masa imaginaria). Estos defectos fueron pronto, parcialmente subsanados, dando lugar a conceptos que han ocupado un papel crucial en la Física de los últimos lustros; estoy hablando de la supersimetría y al renacimiento de las ideas de Kaluza  y Klein sobre espacio-tiempo con más de cuatro dimensiones.

Seguiremos hablando de la Teoría de Cuerdas y llegaremos hasta la actual posición que ocupa ésta compleja idea que algunos físicos han venido desarrollando en los últimos cuarenta años y que, nadie sabe en qué pueda desembocar. Muchas han sido las teorías que han sido desarrolladas y, siempre, nos dieron respuestas a cuestiones que, en un principio, ni podíamos imaginar.

¿Os acordáis de la Teoría del Caos?

http://photos1.blogger.com/blogger2/8150/2477/1600/poisson_saturne.jpg

                                                             El efecto mariposa, un atractor extraño

El orden lleva asociado un grado importante de predicción, al caos le sucede lo contrario. Los sistemas lineales, representan el orden, son predecibles y cómodos de manejar, de ahí nuestra tendencia a generalizarlos. Ante un sinfín de situaciones generalizamos, proyectamos los datos del presente para tratar de averiguar un comportamiento futuro y casi siempre nos va bien. Pero existen sistemas que se resisten: pequeñas variaciones, incertidumbres, en los datos iniciales desembocan en situaciones finales totalmente descontroladas e impredecibles. Son los llamados sistemas caóticos.

Pues, de la misma manera, estamos tratando de desarrollar una teoría que, de alguna manera, nos pueda responder a cuestiones que son presentidas e intuidas pero que, hasta el momento, nadie ha podido explicar y, es precisamente con la Teoría de Cuerdas con lo que se quiere buscar esas respuestas profundamente escondidas en las entrañas de la naturaleza: ¡La Teoría de Cuerdas! Que podría ser una quimera o una gran solución.

emilio silvera


  1. ¿Teoría de Cuerdas? ¡Qué extraña resulta! : Blog de Emilio Silvera V., el 1 de octubre del 2013 a las 4:47

    […] llamado “Teoría Gauge”, el cual se ha demostrado que subyace en las interacciones entre quarks y gluones, los menudos objetos que se combinan para formar protones, neutrones y otras partículas […]

 

  1. 1
    emilio silvera
    el 6 de febrero del 2013 a las 8:03

    En verdad, tiene que resultar muy duro para los físicos versados en la Teoría de Cuerdas, los que realmente crren en ella, que no tengan los medios necesarios para poderla demostrar. Trabajan sin descanso y desarrollan interminables páginas de ecuaciones y matemáticas topológicas que, pondrían de punta los pelos a cualquiera que no esté capacitado para ese ámbito abstracto de “ver el mundo”. Ellos, sí parece que vislumbran el horizonte de esa posible Teoría en la que, de manera natural, estaría inmersa esa soñada teoría de la gravedad cuántica.
    Resulta extraño y, hasta increíble, para las personas “normales” el que se puedan manejar conceptos tales como universos con 10, 11 y 26 dimensiones que es, el ámbito normal de esa Teoría de supercuerdas que quiere ir mucho más allá de lo que ahora podemos alcanzar, y, para ello, se necesitaría disponer de máquinas inesistentes que pudieran desarrollar energías que ni están a nuestro alcance ni lo podrán estar -si es que alguna vez lo están- en mucho, mucho, mucho, muchísimo tiempo, ya que, alcanzar los 100.000.000.000 de GeV… ¡Es un sueño inalcanzable!
    Claro que, la Física no se para en la Teoría de Supercuerdas para mirar al futuro. Otros muchos físicos, elaboran sus pensamientos por caminos diferentes que tratan, también, de llegar a ese futuro soñado sin necesidad de tener que disponer de la energía de Planck.
    Nuestras mentes, que evolucionan con el Universo del que forman parte, tratan de “ver” mucho más lejos, y, presienten que, además de lo que podemos ver y observar en este momento, la Naturaleza esconde muchas otras cosas que no nos deja ver y, según mi particular criterio, si eso es así, por algo será.
    No creo que estemos preparados para poder manejar ciertos “poderes” que podrían ser alcanzados mediante un conocimiento más profundo de la naturaleza física del mundo. La bomba atómica es un buen ejemplo de ello. Pudimos alcanzar el conocimiento del átomo y de los que significaba E = mc2 y ya hemos visto a lo que nos llevó.
    ¡La Naturaleza es Sabia! Y, nos dejará desarrollar esas teorías del futuro… Cuando estemos preparados para ello.
    Saludos amigos.

    Responder
  2. 2
    Maollito
    el 6 de febrero del 2013 a las 9:21

     
    TEORÏA M
    Hoy día para superar los problemas que la teoría de las cuerdas suscita, la que más adeptos tiene es la teoría M.
    La teoría de las cuerdas ha sobrevivido como teoría del campo unificado, en primer lugar porque se basa en un objeto extendido con lo que evita muchas de las divergencias asociadas con las partículas puntuales que nos lleva energía infinitas. La cuerda en cambio, tiene una medida definida y puede demostrarse que las divergencias están distribuidas a lo largo de la cuerda por lo que todas las cantidades físicas permanecen finitas, pero solo en el número exacto de 10 dimensiones desaparecen todas las divergencias que aparecen en otras teorías.
    Las cuerdas poseen algunas de las simetrías mayores que se conocen en la ciencia. Una simetría que intercambia no sólo los quarks sino todas las partículas de la naturaleza, es decir capaz de hacer que todas las ecuaciones sigan siendo las mismas si se reorganizan todas las partículas atómicas entre sí. Esta es la simetría de las supercuerdas, a la que llamamos supersimetría.
    Para ello, cada partícula subatómica tienen que tener una pareja, cada fermión está aparejado con un bosón y aunque nunca se hayan visto, los físicos han dao a la pareja del electrón el nombre de selectrón, con spin 0. Las interacciones débiles incluyen los letones y su pareja serán los sleptones, es decir anteponer una s para describir la superpareja. De la misma forma el quark tiene su pareja de spin 0 que es el squark. Estas partículas aún no han podido se detectadas en los colisionadores por no ser estos suficientemente potente para ello. Ahora tenemos una simetría lo bastante grande para incluir el universo entero.
    La supersimetría anula las divergencias al cancelarse una a otra las partes bosónicas y fermiónicas., por lo que la simetría aparece no solo como una simetría agradable que aúna todas las partículas de la naturaleza, sino que esencial para cancelar las divergencias de las teoría de las cuerdas.
    De todas formas, aunque la teoría de la supersimetría representa un gran paso, la verdad es que no hay ninguna prueba experimental que la sustente.  La teoría ofrece además soluciones que nos llevan asombrosamente al modelo estándar con sus colecciones variopintas de partículas subatómicas extrañas y sus 19 parámetros libres. Ofreciendo una respuesta sencilla al porqué el modelo estándar tiene tres generaciones redundantes.
    Otra teoría es la de las cuerdas heteróticas, basada en las curvas cerradas. Se trata de la teoría única de supercuerdas de los años 80 y 90 ya que era lo bastante rica como para permitir analizar el modelo estándar y teorías UGT.
    En 1976 varios físicos descubrieron que la teoría original de Einstein podía volverse supersimétrica introduciendo solo un campo nuevo, una superpareja del campo de gravedad, llamado gravitino de spín 3/2. Esta nueva teoría se llamo supergravedad y se basaba en partículas puntuales en vez de en cuerdas. La supergravedad podía escribirse en tan solo 9 dimensiones y por eso en los años 80 se pensó que podía tratarse de la legendaria teoría del campo unificado. Pero no tardó en chocar con problemas difíciles que había dado al traste con teorías anteriores.
    Otra teoría supersimétrica que puede existir en once dimensiones es la teoría de las supermembranas. Aunque las cuerdas tienen una sola dimensión definida por la longitud, la membrana puede tener dos o más dimensiones porque representa una superficie. Se demostró que había dos tipos de membranas autocoherentes en once dimensiones.
     En 1994 se produjo un nuevo descubrimiento que iba a cambiar todo el paisaje, ya que se encontraron matemáticamente que la teoría de las cuerdas de 10 dimensiones era en realidad una aproximación a una teoría superior y misteriosa de 11 dimensiones. Poco después, se vio que podía demostrarse que las cinco teorías de las cuerdas eran la misma y que se trataba sólo de diferentes aproximaciones a la misma teoría misteriosa de once dimensiones.
    A esta teoría se le denominó teoría M y no solo unificaba las cinco teorías de cuerdas, sino que explicaba el misterio de la supergravedad, como teoría de once dimensiones que contenía  solo dos partículas con masa 0, el gravitón original de Einstein y su pareja supersimétrica (gravitino). En cambio la teoría M tiene un número infinito de partículas con masas diferentes. Es decir, la teoría de la supergravedad no era más que un subconjunto de la teoría M. De la misma manera, si hacemos un ovillo de una dimesión, la membrana se convierte en cuerda. En la undécima dimensión, las distintas teoría de cuerdas se pueden identificar como una sola.
    Haoy dí, para superar los p`roblemas que la teoría de las cuerdas suscita surge una nueva poderosa Teoría. la Teoría M.,
    Una de las características más novedosas de la teoría M es que no solo introduce las cuerdas, sino una colección completa de membranas de diferentes colecciones en las que a las partículas punto se llaman “cero-branas”, porque son objetos infinitamente pequeños y no tienen dimensiones. Una cuerda es “uno-brana” porque es un objeto unidimensional definido por su longitud, una membrana es “dos-brana” como la superficie de un balón de baloncesto (puede flotar en tres dimensiones, pero en realidad su superficie es de dos. Nuestro universo sería algún tipo de “tres-brana”, un objeto tridimensional que tiene longitud, anchura y altura.
    Por otra parte, la teoría M no sólo tiene la serie más grande de simetrías conocidas por los físicos, sino que tiene otro truco: la dualidad, que le da la asombrosa capacidad de absorber las cinco teorías de supercuerdas en una sola.
    Las ecuaciones revisadas de Maxwell permanecen exactamente iguales si intercambiamos el campo eléctrico por el magnético y la carga eléctrica con la inversa de la carga magnética. Eso significa que electricidad es equivalente al magnetismo, equivalencia que se llama “dualidad”.
    La mayor ventaja de la teoría M sobre la teoría de las cuerdas es que las dimensiones superiores, en lugar de ser bastante pequeñas, pueden ser grandes,  incluso observables en el laboratorio. La teoría M también presenta membranas y por tanto nos lleva a entender nuestro universo como una membrana flotando en un universo mecho más grande. Concretamente, si el universo es realmente un tres-brana flotando en el espacio superdimensional, tal vez sea la que explique por qué la gravedad es tan débil comparada con las otras tres fuerzas.
    Precisamente el hecho de que la gravead sea tan débil es lo que explica por qué las estrellas son tan granes ya que necesita toda la masa de una estrella para acumular hidrógeno de manera que pueda acumular hidrógeno de forma que pueda superar la fuerza eléctrica de repulsión del protón.
    Partamos de la base de que el universo es un tres-brana flotando en un mundo de 5 dimensiones. Las vibraciones en la superficie de la tres-brana corresponden a los átomos que vemos a nuestro alrededor. Así, estas vibraciones nunca dejan las tres-brana y por tanto no pueden desviarse hacia la quinta dimensión. Aunque nuestro universo flote en la quinta dimensión, nuestros átomos no pueden dejar nuestro universo. Entonces ¿Dónde está la quinta dimensión?. La respuesta es que estamos flotando en la quinta dimensión, pero no podemos entrar en ella porque nuestros cuerpos están pegados a la superficie de una tres-brana.
    Se ha sugerido que quizás la quinta dimensión no sea infinita, sino que está a un milímetro de la nuestra, flotando justamente por encimas de nuestro universo y si fuese así podríamos comprobarlo buscando pequeñas desviaciones de la lay de la gravedad de Newton en distancias muy pequeñas. Prcisamente se ha comprobado en laboratorio pequeñaas desviaciones en la lay del cuadrado inverso.
    Otro enfoque era que la quinta dimensión no estuviese a un milímetro, sino que quizás fuera hasta infinita. Para llegar a eso tuvieron que explicar como podía ser infinita sin destruir la ley de la gravedad de Newton.
    La tres-brana tiene un tirón gravitatorio propio que impide a los gravitnoes ir libremente a la quinta dimensión. Los gravitones tienen que abarrerse a la tres-brana a causa de la gravedad que ejerce la tres-brana..
    Si los físicos que mantienen esto tienen razón, la gravedad es igual de potente que las otras fuerzas y si se atenúa es porque parte de ella se filtra al espacio de dimensiones superiores.
    Las membranas también dan una respuesta plausible aunque especulativa al enigma de la materia oscura. Imaginemos que hay un universo paralelo suspendido por encima del nuestro. Cualquier galaxia del universo paralelo sería invisible para nosotros. Pero como la curvatura del hiperespacio es lo que causa la gravedad, esta podría saltar a través de los universos. Así pues, la materia oscura puede ser causada por la presencia de un universo paralelo.
     

    Responder
    • 2.1
      emilio silvera
      el 6 de febrero del 2013 a las 20:16

      Amigo mío, que te gusta el tema, salta a la vista.
      Lo que hace falta ahora es, que los expertos nos aclaren algunas cosas que, de momento, están en la más completa oscuridad y, a estas alturas, las conjeturas no bastan. Se necesitan nuevos paradigmas, nuevas fuentes, nuevos caminos que recorrer y, cuando aparecen murallas que no dejan seguir el camino, debemos encontrar la manera, de rodearlas y llegar al destino.
      La Teoría M, de momento, es el mejor compendio que tenemos de todas estas avanzadas teorías pero, le falta mucho camino por andar, ya vez lo que nos dice el mismo E. Witte: 

      “Llegar a 100.000.000.000 GeV” ¡Menudo sueño.

      Es posible que allí las cuerdas sean visibles pero, ¿cómo llegamos allí?
      Saludos.

      Responder
  3. 3
    Rafael
    el 6 de febrero del 2013 a las 20:55

    Cuando me sumerjo en el mundo de la teoria de cuerdas no dejo de asombrarme cual afinidad tiene con los principios defendidos por las filosofias orientales (induismo y budismo principalmente)… me cuesta asimilar que civilizaciones tan antiguas llegaran a coclusiones que la ciencia occidental esta empezando a plantearse en la actualidad (desde otra optica comunicativa, pero basada en principios muy parecidos)… conceptos como la dualidad expresada simbolicamente por el ying-yang, el concepto  del todo conectado o dharma (expresado a nivel tecnico como trama de cuerdas), el entrelazamiento cuantico o la posibilidad de conectar con el todo y d la influencia instantanea en la distancia…
    otra reflexion que me viene a la cabeza es: si la teoria de cuerdas basa su funcionamiento en modelos vibratorios, y la sincronicidad de los mismos dan la realidad macroscopica que conocemos… no sera lo que llamamos musica una expresion humana de recreacion de lo que realmente somos (una partitura infinita de escala infinitesimal)…Me gusta la psicologia y la neurociencia en general y siempre me ha llamado la atencion la admiracion que levanta en el ser humano este tipo de arte y lo dificil que nos resulta explicar su concepcion a nivel cientifico… Vuelvo sobre mis palabras no estaremos ante una recreacion por imitacion (que responde a un canal incosciente) de los patrones vibracionales que dan forma a la materia… no podrian los musicos aportar algo a la teroria de cuerdas (quizas halla atajos intelectuales)…
    Por ultimo que opinas de la teoria de cuerda twistores ( basada en la ideas de dfinicion geometrica de la realidad de Roger penrose)… he leido algo pero no llego a entender la diferencia entre la teoria de cuerdas, supercuerdas actual y la que plantea los princicios geometricos de Penrose como base…
    Gracias Emilio.
     
    Un saludo.Rafael

    Responder
    • 3.1
      emilio silvera
      el 7 de febrero del 2013 a las 4:41

      ¡Hola, amigo Rafael!
      ¿Qué duda nos puede caber? Si miramos hacia atrás en el tiempo, no tenemos opción, simplemente el asombro podrá definir lo que sentimos al comprobar que aquellos hindúes ya hablaban del átomo antes que Demócrito de Abdera y, también del vacío y otras cuestiones que ahora nos parecen el último grito. Mentes avanzadas que intuían la existencia de un !yo” profundo en la Naturaleza que ellos supieron ver de manera inexplicable para nosotros que lo hacemos ahora con una gran parafernalia de instrumentos tecnológicos.
      De todo aquello, creo, que nunca tendremos una explicación. Recuerda como ya Pitágoras en su escuela, por medio de los números, dejaba constancia de algunos parámetros que fueron esenciales para la música. Muchos de aquellos avances impulsaron las teorías físicas de una manera importante.
      Hay cosas en las historias de la física y los avances de la humanidad que llevan consigo una belleza arrolladora como la puede tener la geometría euclidea, que formó la base de la primera teoría física profundamente precisa, a saber, la teoría del espacio formulada por aquellos antiguos griegos.
      Tuvimos que esperar mil quinientos años para la llegada de la extraordinaria elegancia de la dinámica newtoniana, con su profunda y bella estructura subyacente de geometría simpléctica, como se reveló posteriormente por los formulismos lagrangiano y hamiltoniano. Recuerda la forma matemática del electromagnétismo de Maxwell que también es exquisita, y no podemos tener ninguna duda de la suprema belleza matemática de la relatividad general de Einstein. Lo mismo puede decirse de la estructura de la Mecánica cuántica y muchas de sus características específicas. Fijaté si no en la extraordinaria elegancia matemática del espín mecanocuántico, de la ecuación de ondas relativistas de Dirac, y del formalñismo de integrales de camino para la QFT, tal como lo desarrolló Feynman.
      Claro que, todo eso, nos parece bello por el simple hecho de que está estrechamente relacionado y coincide de manera perfecta con el funcionamiento de nuestro Universo, de cuyo funcionamiento, hemos sido capaces de escribir un panorama numerológico que lo describe a la perfección.
      ¿Qué decir de la gravedad cuántica? Su desarrollo nos ha llevado a generar ideas sorprendentes. Una de ellas se dio en la teoría de supergravedad, donde se observó que, mientras que el enfoque perturbativo de la QFT de la teoría estándar de la relatividad general de Einstein conducía a divergencias no renormalizables en segundo orden, los términos divergentes se cancelaban milagrosamente cuando se introducía la supersimetría.
      Claro que, todo aquello, no fue más que un sueño, ya que, cuando finalizaron los calculos al tercer orden allí estaban de nuevo las divergencias no renormalizables y, la teoría cuántica de la gravedad se fue al garete de nuevo. Todo eso llevó a considerar una mayor dimensionalidad, pero las cosas quedaron estancadas durante un tiempo.
      Más tarde, la Supergravedad fue reavivada como parte de la ruta que nos llevaría hasta la teoría M y, claro está, tenemos que pensar que la Teoría M apareció de la mano de muchos de esos “milagros” de las matemáticas que, más tarde, cuando todo está terminado, nos permiten contemplar con admiración la belleza allí encerrada, como si de un fraco de perfume se tratara que, al destaparlo, aparecieran los secretos del Universo.
      ¡No perdamos de vista la simetría espejo!
      No podemos dar ningún veredicto sobre el tema que, como sabes, está aún en desarrollo y, en cuanto a las aplicaciones innovadoras de ideas en la teoría de cuerdas en el contexto de la teoría de twistores, se deben a Edward Witten que, de momento, es el paladín moderno de ésta compleja teoría de la que algunos esperan mucho y otros, esperan que fracase porque no la entienden.
      En la teoría de cuerdas Riemann, Calabi-Yau y otros también, podráin tenre mucho que decir e incluso, esas funciones modulares de Ramanujan podrían aparecer en la Teoría M y, con la aportación de todos, finalmente llegar a esa meta soñada, que por su complejidad y tortuosos caminos matemáticos, está retrasando la llegada a la meta que, de momento, se vislumbra lejos, muy lejos.
      Saludos amigo.

      Responder
  4. 4
    Rafael
    el 7 de febrero del 2013 a las 11:16

    Gracias emilio… ya tengo deberes para el fin de semana…objetivo hacerme un mapa mental de la situacion actual de la fisica y sus diversos posibles caminos… me das una buena fuente de partida… entiendo algunas cosas pero solo superficialmente…

    Responder
  5. 5
    emilio silvera
    el 8 de febrero del 2013 a las 10:36

    El Tiempo, las buenas lecturas y, la atención que quieras prestar, el precio que estés dispuesto a pagar…todo eso, amigo Rafael, te llevará a comprender, más profundamente. Todos hemos pasado por eso.
    Saludos.

    Responder
  6. 6
    Carlos Reyes
    el 10 de febrero del 2013 a las 0:41

    Muy atinado este artìculo, resalta los bemoles de la Teorìa de Cuerdas y es que en realidad hay muy poco comprobado, pero en fìn, hay que seguir adelante, porque es una gran esperanza de poder dar con los resultados esperados.

    Responder
    • 6.1
      Emilio Silvera
      el 10 de febrero del 2013 a las 8:51

      Así resulta ser, amigo Carlos. ¿Cómo podríamos parar? Nuestra curiosidad es grande, necesitamos saber y, el Universo, de tan vastas y inmensas dimensiones, nos poner por delante el dilema que, sin excusa alguna, debemos dilucidar. Si no llegamos a conocer la Naturaleza, nunca, tampoco, nos conoceremos nosotros mismos y, tal verdad, tal desconocimiento, debe avergonzarnos y servir de acicate para buscar las respuestas.

      La Teoría de Cuerdad es uno de los muchos caminos que tenemos emprendidos para llegar a saber… Lo que la Naturaleza es.

      Un abrazo.

      Responder

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