viernes, 29 de marzo del 2024 Fecha
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Nuevos materiales, nuevos procesos, nuevos dispositivos

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Ciencia futura    ~    Comentarios Comments (10)

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Vuelvo a poner esta entrada que me ha sido solicitada por varios de nuestros amigos.

En los últimos años se han desarrollado materiales que, debido a su estructura nanométrica, presentan nuevas propiedades, y por tanto tienen aplicaciones en campos tan diversos como son la transmisión de información mediante luz, el almacenamiento de datos, la generación y el transporte de energía eléctrica, la síntesis de catalizadores, la elaboración de textiles más resistentes, o la implantación de nuevos implantes óseos.

El gran número de nuevos materiales y dispositivos demostradores que se han desarrollado en estos años ha sido fruto, por un lado del desarrollo de sofisticadas técnicas de síntesis, caracterización y manipulación que se han puesto a punto y, por otro, del gran avance en los métodos de computación en la nanoescala (técnicas ab-initio, dinámica molecular, etc.) que se han probado en las grandes instalaciones dedicadas al cálculo científico de altas prestaciones. Es precisamente la combinación de experimentos punteros con métodos teóricos precisos un elemento esencial para comprender un gran número de procesos y mecanismos que operan en la nanoescala. En concreto, una de las aportaciones teóricas más importantes al desarrollo de la Nanotecnología ha llegado de la mano de la Teoría de Funcionales de la Densidad (DFT, en sus siglas en inglés) por la que en 1998 Walter Kohn recibió el Premio Nobel en Química, compartido  con John A. Pople, “padre” de la Química Cuántica. Con respecto al desarrollo experimental, cabe resaltar el alto grado de desarrollo de las técnicas SPM para ver y manipular la materia a escala nanométrica en multitud de ambientes diferentes (ultra alto vacío, humedad controlada, celdas catalíticas, temperaturas variables,…). Esta capacidad nos ha permitido diseñar nuevos experimentos con los que comprender el comportamiento de nuevos materiales y dispositivos. Dado la gran variedad de materiales y sus  aplicaciones, es imposible en un artículo presentar una visión completa de la situación de la Nanotecnología, por lo que nos vamos a limitar a presentar algunos ejemplos que ilustran el estado actual de este campo.

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MESOPOTAMIA, un poco de historia

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Rumores del Saber    ~    Comentarios Comments (6)

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La Astronomía de Mesopotamia constituye uno de los tratamientos sistemáticos y científicos del mundo físico. Los antiguos astrónomos, con sus intentos de predecir el futuro mediante la observación de los cielos, habían desarrollado para el siglo IV a. C. un sistema complejo de progresiones aritméticas y métodos de aproximación. Dado que no podían ver lo que le esperaba a un ser humano en su vida futura, se aficionaron a predecir los sucesos que se producirían en los cielos. La gran cantidad de observaciones que recopilaron y sus métodos matemáticos fueron unas contribuciones cruciales para el posterior florecimiento de la astronomía entre los hindúes y los musulmanes, así como entre los griegos.

Durante más de dos mil años los esfuerzos de los astrónomos de Mesopotamia quedaron olvidados bajo las ruinas de palacios y zigurats en lo que hoy en día es principalmente Irak. Todo lo que se sabía del tema procedía de unos pocos pasajes de la Biblia y de las informaciones dadas por algunos escritores griegos y romanos. Pero esas informaciones eran extremadamente seductoras. Plinio el Viejo, un erudito, escribió que los babilonios dieron cuenta de sus observaciones de las estrellas en las inscripciones que estaban realizando sobre tablillas de barro cocido con previsiones para 720 000 años, un número que duplicó varios siglos más tarde un filósofo griego, Simplicius, llegando a la asombrosa cifra de 1.440.000 años.

A mediados del siglo XIX, los arqueólogos comenzaron a desenterrar en Mesopotamia miles de estas tablillas con inscripciones en escritura cuneiforme. En el emplazamiento de la antigua ciudad de Sippar, situada al suroeste en las cercanías de Bagdad, los arqueólogos encontraron allí una biblioteca de los últimos tiempos del Imperio Babilónico en la que se escondían una enorme cantidad de anotaciones astronómicas y ejercicios matemáticos. Las guerras incesantes de aquellos lugares han dejado en el anonimato lo que podría ser una bella historia del pasado del que sólo tenemos vestigios.

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