jueves, 25 de abril del 2024 Fecha
Ir a la página principal Ir al blog

IMPRESIÓN NO PERMITIDA - TEXTO SUJETO A DERECHOS DE AUTOR




¡¡DEBATE!! ¿Hay vida en Marte?

Autor por Shalafi    ~    Archivo Clasificado en Debates    ~    Comentarios Comments (63)

RSS de la entrada Comentarios Trackback Suscribirse por correo a los comentarios

¡¡DEBATE!! ¿Habrá vida en Marte, Europa o Titán?

En su momento, la nave espacial Mars Global Surveyor dejó abierto a la ciencia un nuevo horizonte en Marte. De alguna forma, el hombre debe abordar de nuevo desde el principio la búsqueda de vida en aquel planeta, lleno de secretos que sólo ahora empiezan a desvelarse después de más de un siglo de trepidantes debates entre los astrónomos. Ya quedaron lejos aquellas controversias que, a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, la principal duda consistía en saber si realmente existían los canales que aseguraban ver Giovanni Virginio Schiaparelli, Percival Lowell y William Henry Pickering, o, si por el contrario, eran meras suposiciones de ellos alimentada por ilusiones ópticas.

La NASA, gracias a ese proyecto, encontró signos de agua líquida en Marte, algo que los científicos llevaban décadas tratando de confirmar. Conocido es de todos que el agua líquida es el principal requisito que exige la vida que conocemos nosotros, t si en el planeta rojo existe ese preciado elixir, como parecen atestiguar las fotografías de la NASA, la posibilidad de que Marte sea un mundo vivo sigue plenamente vigente.

La decepción de las naves Mariner y Viking, en especial la Mariner 4 que en julio de 1965 logró fotografiar el enigmático planeta. El impacto de sus imágenes fue extraordinario; de golpe Marte dejó de ser un planeta semejante a la Tierra para ser comparado con la misma Luna a causa de sus cráteres de impacto descubiertos por la sonda de la NASA en diversos puntos de la superficie. En 1997, dos décadas después, la Mars Pathfinder se convirtió en la tercera sonda espacial de la NASA que descendía al suelo marciano, esta vez con el objetivo principal de analizarlo bajo el punto de vista geológico.

El examen de las rocas marcianas realizado por la Mars Pathfinder y su juguetón vehículo todoterreno Sojourner confirmó lo que ya tenían claro muchos expertos: el agua había pasado por allí probablemente hace muchos millones de años, tal como revelaban las huellas dejadas por gigantescas corrientes en la zona de aterrizaje. El lugar, Ares Vallis, un enorme barranco cuyas rocas hablaron de un pasado remoto en el que el medio ambiente marciano nada tenía que ver con el actual. Fue mucho más cálido y húmedo, lo suficiente para permitir el flujo de agua líquida por su superficie, algo que es imposible en la actualidad de forma permanente porque lo impiden las bajas temperaturas y la escasa densidad de la atmósfera. La evidencia de antiguos cauces de agua hizo factible la posibilidad de condiciones aptas para la vida hace millones o miles de millones de años, pero con respecto al presente, la Mars Pathfinder sirvió para confirmar lo que ya se temía, es decir, que la superficie de Marte es un lugar hostíl, claramente desfavorable a la presencia de formas de vida por su enrarecida atmósfera y por las bajas temperaturas, que son muy similares a las que se dan en la Antártida, con mínimas entre ochenta y cien grados centígrados bajo cero.

Leer más

Implicaciones de la Relatividad II

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Física Cuántica    ~    Comentarios Comments (3)

RSS de la entrada Comentarios Trackback Suscribirse por correo a los comentarios

La llegada de Einstein, en 1905, fue para la física como el elefante que entró en la cacharrería; lo puso todo patas arriba. Los cimientos de la física temblaron con aquellos nuevos y osados conceptos que, en un primer momento, no todos pudieron comprender. Precisamente, Max Planck fue uno de esos pocos privilegiados que, al leer el artículo de Einstein sobre la relatividad especial, comprendió que a partir de ese momento habría que concebir la física bajo la base de otros principios.

Einstein, un desconocido, le decía al mundo científico que la velocidad de la luz en el vació, c, era el límite de la velocidad alcanzable en nuestro universo; nada podía ir más rápido que la luz. Además, decía que el tiempo es relativo y que no transcurre igual para todos. La velocidad del paso del tiempo depende de la velocidad a la que se viaje y de quien sea el observador.

El jefe de estación observa como para el tren que viaja a 60 km/h. Puede ver como un niño que viaja con su padre, sentado junto a él, se asoma por la ventanilla y arroja una pelota, en el mismo sentido de la marcha del tren, impulsándola con una fuerza de 20 km/h. Si el que mide la velocidad de la pelota es el jefe de estación, comprobará que ésta va a 80 km/h, los 60 km a los que viaja el tren, más los 20 km a los que el niño lanzó la pelota; ambas velocidades se han sumado. Sin embargo, si la velocidad de la pelota es medida por el padre del niño que también va viajando en el tren, la velocidad será de 20 km/h, sólo la velocidad de la pelota; no se suma la velocidad del tren, ya que quien mide está montado en él y por lo tanto esta velocidad no cuenta. La velocidad de la pelota será distinta dependiendo de quien la mida, si el observador está en reposo o en movimiento.

De la misma manera, Einstein, en su teoría, nos demostraba que el tiempo transcurre más lentamente si viajamos a velocidades cercanas a las de la luz.

Tal afirmación dio lugar a la conocida como paradoja de los gemelos.  Resulta que dos hermanos gemelos de 28 años de edad se han preparado, uno para arquitecto y el otro para astronauta. El hermano astronauta se dispone a realizar un viaje de inspección hasta Alfa Centauri y su hermano se queda en la Tierra esperando su regreso.

Leer más

Implicaciones de la Relatividad II

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en General    ~    Comentarios Comments (0)

RSS de la entrada Comentarios Trackback Suscribirse por correo a los comentarios

Camino del futruro con “La teoría M o de supercuerdas”

Lo gracioso de todo esto es que Stephen Hawking, que discrepa de la propuesta de Kip. S. Thorne, ha propuesto una nueva teoría de agujeros de gusano que es incluso más fantástica. En lugar de conectar el presente y el pasado, Hawking propone utilizar agujeros de gusano ¡para conectar nuestro universo con un número infinito de universos paralelos!

Lo curioso y asombroso de estas propuestas, al parecer fantásticas, es que están bien apoyadas por ecuaciones matemáticas muy bien sentadas en los métodos ortodoxos de la ciencia, y ninguno de los dos proponentes, ni Hawking ni Thorne, son ningunos tontos, sino que, por el contrario, tienen un sólido prestigio dentro de la comunidad científica donde son muy respetados por un serio historial profesional de reconocimiento mundial.

Y ambos nos están hablando de viajar en el tiempo.

Por mi parte, con lo poco que sé, tengo más que suficiente. Algún día lejos en el futuro podremos, como vaticinan estos dos grandes físicos de hoy, viajar en el tiempo del mañana.

Está claro que todos estos temas futuristas son semillas de grandes controversias entre los físicos que, en todo lo nuevo que surge redividen en dos grupos, los que están a favor y los que no lo están.

Lo mismo ocurre con las nuevas teorías y, la de supercuerdas y más perfeccionada, la llamada teoría M,  también tienen sus detractores. La primera controversia en salir a la luz contra la teoría de cuerdas entre las discusiones entre físicos teóricos es aquella que, por comparación con el Modelo Estándar (que explica interacciones y partículas) cuyas predicciones han sido comprobadas en el laboratorio, el nuevo modelo en el marco de las supercuerdas, no da esa posibilidad, ya que no se han logrado que las predicciones que formula la teoría se puedan comprobar mediante experimentos que requieren disponer de una energía de Planck, 1019 GeV, cuando hoy la energía disponible en los aceleradores es de 103 GeV y los efectos de gravitación cuántica no aparecen en los laboratorios de física de partículas. Hoy día es totalmente impensable disponer de tales energías para poder verificar la teoría de cuerdas que exige descender en el microcosmos hasta 10-33 cm, la longitud de Planck que está dada por , donde G es la constante gravitacional, ћ es la constante de Planck racionalizada y c la velocidad de la luz. El valor de la longitud de Planck es del orden de 10-35 m (veinte órdenes de magnitud menor que el tamaño del protón 10-15 m). Para llegar a esa longitud, se necesitan 1019 GeV, energía que nuestra tecnología actual es incapaz de facilitarnos.

Leer más

La Física está presente en el Universo

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Física    ~    Comentarios Comments (3)

RSS de la entrada Comentarios Trackback Suscribirse por correo a los comentarios

Si contamos la historia de una estrella, desde que nace a partir del gas convertirse en otro objeto estelar diferente, al oyente, le resultará atractivo o pesado, interesante o incomprensible, según quien y como lo cuente.

Me preocupa, cuando escribo, que lo que estoy contando pueda aburrir al posible lector.  En mi caso, que no superviso de manera previa mis pensamientos y tal como nacen los escribo, es posible que, en alguna ocasión pueda aburrir o ser un rollo.  Pido perdón por ello (por si acaso).

Volviendo a la página primera y rememorando los avances que la Humanidad logró en los últimos tiempos, caigo en la cuenta de que, poco a poco hemos sido capaces de identificar una colección de números mágicos y misteriosos arraigados en la regularidad de la experiencia.

¡Son las constantes de la Naturaleza!

Dan al Universo su carácter distintivo y lo hace singular, distinto a otros que podría, nuestra imaginación, inventar.

Estos números misteriosos, a la vez que dejan al descubierto nuestros conocimientos, también dejan al desnudo nuestra enorme ignorancia sobre el Universo que nos acoge.  Pues, las medimos con una precisión cada vez mayor y modelamos nuestros patrones fundamentales de masa y tiempo alrededor de su invariancia, no podemos explicar sus valores.

Nunca nadie ha explicado el valor numérico de ninguna de las constantes de la Naturaleza. ¿Os acordáis del 137? Ese número puro, adimensional que guarda los secretos del electrón (e) de la luz (c) y del cuanto de acción (h).

Leer más