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Siempre serán antagónicas: Ciencia y Religión

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Ciencia y religión    ~    Comentarios Comments (10)

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Para ser llamado científico, un método de investigación debe basarse en lo empírico y en la medición, sujeto a los principios específicos de las pruebas y el razonamiento, hay que demostrar con certeza la teoría. Y, desde luego, detrás de todo ello, estará siempre la intuición y las buenas ideas.

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Esta persona mira el paisaje y dice: “Necesito pruebas de que Dios existe, o, fe para creer” Esa prueba nunca la podrá lograr, en cuanto a lo otro… ¡depende de tántas cosas!

Empecé a estudiar física hace ahora unos 50 años. Y poco a poco he ido viendo  que una parte de la física iba dejando de ser ciencia, olvidando el método de Galileo, y avanzando hacia un sistema dogmático, místico e iniciático.  Recordemos que el método dogmático es aquel en el cual se exige aceptar una afirmación que no esta apoyada en ningún hecho comprobable: La afirmación de que las tablas de la ley las había entregado una deidad, por ejemplo.

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Hoy es imposible, en el campo de la física, no aceptar la afirmación incomprobable, de que el mundo empezó en un Big-Bang, con una cierta energía que no se sabe que era, y moviéndose de una forma que exige un razonamiento circular que pasa de energía a frecuencias de algo que se desconoce,  a energías de carácter desconocido a frecuencias de ….., y así indefinidamente. Claro que, la Cosmología se asienta ahí, en el Big Bang, porque es el Modelo mejor que tiene y, desde luego, el que más se ajusta a los datos que se pueden observar. Sin embargo, nadie sabe nada de aquellos primeros momentos y, desde luego, tampoco nadie puede asegurar que el Big Bang sea la realidad de los hechos. Tampoco podemos corroborar otras afirmaciones como la de la existencia de la “materia oscura”, por ejemplo, y, sin embargo, ¿cuántas páginas hemos llenado con ella?

Pero como con las tablas de la ley, nadie puede subir a la montaña a verificar las afirmaciones expresadas, que sin embargo hay que creer bajo pena de excomunión. Nadie puede volar en el tiempo hacia atrás hasta hace unos miles de millones de años, para verificar la hipótesis.

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El sistema avanza hacia el misticismo: ¿Que otra cosa  es la idea de las supercuerdas, una idea que para Steven Weinberg, padre de la Gran Unificacion, era ilusionante, pero se ha revelado incapaz de tener algo que ver con la realidad?  O la SUSY, la supersimetría que postula que, por ejemplo, los electrones, con spin fraccionario, tengan simétricos con spin entero, selectrones que nadie ha medido ni de lejos.

Y se está convirtiendo en iniciático. Para ”descubrir” el Higgs, el CERN cerró las puertas y aisló a sus dos equipos durante años, en un sistema indigno de la idea de la ciencia, que había sido pública y abierta para todos hasta ese momento. El CERN ha publicado los resultados de sus dos equipos pero, o estoy muy equivocado, o tampoco ha distribuido los datos originales, las fotografías de las trazas de los productos de desintegración (si, dos veces, pues si hay Higgs), Particularmente no tengo nada claro que el Higgs exista, al menos a mí, las explicaciones que dieron no me han convencido de ello.

Solo vemos los productos de los productos de la desaparición, de la partícula buscada.  En las sociedades místicas, tras un periodo de iniciación para los elegidos, las verdades se revelaban siempre en ceremonias secretas bajo la terrible promesa de no revelar los ritos nunca fuera de la institución.

Otro de los padres de la Gran Unificación, el físico Abdus Salam, daba como razón poderosa para la búsqueda de la misma su fé en un único dios. Según él, la naturaleza debería tener una única fuerza, correspondiente a esa única deidad.

El padre de la mecánica cuántica, Niels Bohr, apremiado por Einstein, entre otros, llegó a decir que de esa forma de analizar el mundo atómico y sub-atómico,  de esa mecánica cuántica había que tomar las reglas de cálculo, pero que había que renunciar a entender lo que pasaba en él.  Esto dicho por un supuesto científico que había renunciado a entender la naturaleza, pero que controló, hasta su muerte, la concesión de los premios Nobel de física.

Es tremendamente importante considerar esto que he escrito aquí, en todos los caminos de la ciencia. Hoy la presión es publicar, aunque lo que se publique sea mera copia no entendida de otros trabajos publicados anterior o simultáneamente.  Esos trabajos se acumulan en las revistas científicas, de donde no salen a las empresas ni hacia la técnica. Los resultados de un enorme tanto por ciento de la investigación no son aprovechados por aquellos que la han financiado, que dejan que esos resultados caigan en el olvido.

Mientras que un científico como Avelino Coma desarrolla hasta sus últimos extremos la Ciencia, en su trabajo de laboratorio, y sus resultados se aprovechan para la sociedad,  y lo mismo hacen otros cientos de miles de ellos, inmensas cantidades de dinero (esfuerzo) se tiran en desarrollos místicos sin utilidad alguna (por ejemplo, las investigaciones sobre la fusión del hidrógeno) o abiertamente carentes de relación con la naturaleza (las supercuerdas).

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Edward Witten revisita la teoría de supercuerdas perturbativa en Strings 2012

Aún hay ciencia. Pero hay disciplinas que se están, tristemente, alejando de ella aunque se consideran públicamente, y así lo afirman, como los que marcan el camino del futuro de la misma. Terminarán olvidadas, como ha ocurrido con toda la mística iniciática. Pero de momento aún nos dicen, como los sufíes, que son los únicos que están cerca de la verdad.

La Ciencia es una cosa de la que todos sabemos como andan sus caminos y cuando se puede considerar digna de su nombre, otra cosa muy distinta será el especular y aventurar “teorías” que no llegan a ninguna parte, toda vez que tienen la imposibilidad de ser demostradas y, eso, amigos míos, es como hablar de la existencia de Dios, cuando ya sabemos que Ciencia y religión… ¡Siempre llevarán caminos divergentes”! La primera cree en lo que está comprobado, la segunda sólo cree mediante el ingrediente de la fe, no necesita demostrar nada.

Resultado de imagen de Ciencia y religión

Como empedernido curioso que soy, no dejo de echar alguna mirada a todos los ámbitos del saber humano, y, desde luego, la Religión no es ninguna excepción. Se puede comprobar que los padres de la Iglesia se quieren adaptar a los tiempos modernos y a los descunbrimientos científicos de la manera más suave y desapercibida posible, se van aceptando concepto que, en pasados tiempos, eran motivo de muerte para queienes lo pregonaban (Giordano Bruno es un buen ejemplo).

Claro que, al final del camino… ¡La verdad resplandece!

emilio silvera

 

  1. 1
    Giordano Valeriani
    el 17 de junio del 2017 a las 8:28

    Hola Emilio..Observando la historia que nos ha llegado ,parece evidente que la deriva de las religiones organizadas y sus Teologías han obstaculizado el desarrollo de la ciencia…
    sin embargo el sentido de trascendencia o ” espiritualidad” hoy en día parece ser capaz de superar la dicotomía ciencia/religión…condensandose en diálogos  del tipo ” Cience and no-duality  ” …..donde se abandonan todo tipo de dogmas en una permanente indagación…

    Responder
    • 1.1
      Emilio Silvera
      el 17 de junio del 2017 a las 10:16


      ¡Hola, amigo Giordano!

      Lo que no podemos negar es la “lucha” encarnizada que siempre han tenido Ciencia y religión, mientras que la una luchaba por desvelar esa verdad que subyace detrás de la oscuridad que nos da la ignorancia, la religión, por el contrario, ha venido negando la primera y pregonando sus “creencias” que, no estaban alejadas de intereses bastardos las más de las veces. De hecho, en la Edad Media, estuvimos en la más completa oscuridad “gracias” a la Iglesia, y, sólo nos salvó que, en el Islam, los sabios árabes, recopilaron los saberes de Civilizaciones anteriores y, de esa manera, perduraron para nosotros.

      La Iglesia (que no parece tonta), ante la realidad de los hechos, poco a poco, se va plegando a cuestiones que antes, eran impensables que pudieran ser admitidas por ellos. Mientras que la Religión es cuestión de Fe, creer sin demostración, creer en lo que no se ve, creer en lo que nunca se podrá sacar a la luz (me parece ocultismo y sectarismo). Sin embargo, respeto profundamente los pensamientos del creyente que, es cierto, es mucho más felíz con sus pensamientos divinos, y, ¿qué duda nos puede caber? con su fe, se fortalece en momentos cruciales.

      De la misma manera, espero que ellos (los que la tienen), respeten a los demás, es decir, a los que, creen en las cosas que ven, que se pueden comprobar, las que son objeto de experimentos y de sus resultados, de otra manera, se quedan en simples conjeturas que, unas veces llevan unas intenciones y otras intereses inconfesables.

      La Ciencia es una cosa y la Religión otra muy diferente.

      Responder
  2. 2
    Ramon Marquès
    el 17 de junio del 2017 a las 18:01

    Querido Emilio:
    La fórmula mágica sería abolir los dogmas y la infalibilidad.
    Un fuerte abrazo. Ramon Marquès

    Responder
    • 2.1
      Emilio Silvera
      el 18 de junio del 2017 a las 6:57

      Nosotros, los humanos, nunca encontraremos esa fórmula mágica, nuestra manera de ser lo impide,

      Un abrazo.

      Responder
  3. 3
    nelson
    el 18 de junio del 2017 a las 0:05

    Hola muchachada.
    Hola Amigo Emilio.

    De acuerdo con el criterio general expresado en el título de la entrada. Pero aunque también comparto el contenido en lo referente a la cuantiosa inversión que se dedica a la investigación sobre algunas fantasiosas teorías lindantes con seudociencias, debo decir que me sorprendieron las críticas acerbas que disparas sobre temas que yo creía que compartías o al menos seguías con interés como es el caso de la teoría de supercuerdas o lo referente al bosón de Higgs y el CERN, temas sobre los que no tengo conocimientos como para opinar por mí mismo, por lo que me apoyo en trabajos calificados como los tuyos y que ahora parecen contradecirse. Y lo que más me sorprendió fue que catalogues a la búsqueda de la fusión del hidrógeno como “desarrollo místico sin utilidad alguna”. Sobre esto entiendo que se trata de la necesidad imperiosa de encontrar fuentes de energía limpia, renovable, suficiente, de manera de terminar con la dependencia de recursos extractivos, finitos y destructivos del planeta. De hecho incluso creo haber leído hace un tiempo que en el Instituto Max Planck se ha logrado (con problemas a solucionar) producir plasma haciendo colisionar un núcleo de deuterio con otro de tritio, lo que supondría un avance sustantivo.
    Es posible que haya leído mal, no haya interpretado bien o que exista algún error en la redacción; también es posible que hayas cambiado de opinión, lo que implica capacidad de autocrítica y evolución del pensamiento, más allá de que se pueda estar de acuerdo o no.
    Disculpa querido Amigo, pero te agradezco me saques de esta confusión.
    Un abrazo y saludos a los contertulios.

    Responder
    • 3.1
      Emilio Silvera
      el 18 de junio del 2017 a las 6:56

      ¡Hola, amigo Nelson!

      Estoy continuamente en contacto con amigos que están bien situados en lugares estrategicos de investigación, tanto en el Instituto Max Planck, como en el mismo CERN, y, desde luego, los esfuerzos que hacen por lograr avances (no siempre fáciles) son loables. Sin embargo, tampoco se puede despreciar las inmensas cantidades de dinero que se gastan en proyectos que, no siempre se justifican por los resultados. No creas que estoy en contra de la búsqueda del Bosón de Higgs y lo que ha costado “encontrarlo”, y, además, le han concedido el Nobel. Sin embargo, les queda mucho por explicar de dicho “triunfo”. Las explicaciones no han sido todo lo satisfactorias que deberían y quedan algunos flecos sueltos.

      De la Teoría de cuerdas, no creas que reniego de ella, sino todo lo contrario. Con esa Teoría se han encontrado muchos indicios que nos podrían llevar hasta una Teoría cuántica de la Gravedad, es decir, podríamos reunir, por fin, a las cuatro fuerzas en una Teoría. Lo que pasa es que, también se sabe que, en las circunstancias actuales no podremos avanzar adecuadamente para llegar a su conclusión final y encontrar lo que predice mediante el experimento, ya que, no disponemos de la energía suficiente para ello (la energía de Planck, es decir 1019 GeV), así que, de momento, deberían dejar de echar más dinero sobre ella y esperar un poco a que los aceleradores de nueva generación dispongan de medios para seguir investigando.

      También soy partidario de la energía de fusión (todo lo que sea copiar a la Naturaleza será bueno), todos sabemos de cómo logramos hoy las energías que la Humanidad exige, y, el planeta protesta por la sobre-explotación sin límites de recursos que, no podrán durar para siempre. Además, los desechos de la energía de fusión no son nosivos (Helio) para nosotros. Simplemente se trata de que, nos hemos metido en una empresa de muchos kilates y, alcanzar el éxito, no será nada fácil. En esos inmensos proyectos como el ITER y otros, en los que se están gastando cantidades ingentes de dinero, ya sabes que, para establecer la fusión entre dos isótopos pesados de hidrógeno, dos núcleos de Tritio, hace falta que éstos estén tan cerca como para superar la repulsión eléctrica entre los protones con cargas positivas que deben ser superadas de manera que los neutrones del tritio se combinen con los protones para formar el átomo neutro de helio, liberando energía en el proceso. Pues bien, como comentas, se han logrado pequeños avances pero, estamos muy lejos de lograr lo que andamos buscando, sería muy largo contarte aquí todo lo que está implicado.

      Todo esto, no quiere decir en absoluto que esté en contra de investigar en todos esos campos (tampoco en el de la “materia oscura” en la que no creo), si nos quedáramos quietos sin intentar nada, los avances serían nulos. Sin embargo, a veces, sobrepasamos lo que sería lo racional y el sentido común. 

      A veces, cuando veo la realidad del mundo, lo mal que lo están pasando muchas criaturas por una u otra razón, me revelo contra el despilfarro que podría paliar mucha de esas penas si (no quiero decir cerrar el grifo del dinero para la investigación), se gastara de manera racional en los adecuados lugares.

      Por lo demás, soy un forofo de la investigación y de andar los nuevos caminos pero… ¡Con cabeza y no a lo loco!

      Un abrazo amigo mío.

      Responder
      • 3.1.1
        nelson
        el 19 de junio del 2017 a las 0:14

        Gracias Emilio!!!
        Queda demostrado (si falta hiciera) que cuando existe buena voluntad y no median prejuicios el diálogo es la forma superior, idónea para dirimir diferencias y aunar criterios, aún cuando las divergencias puedan parecer insalvables. Escuchar al otro sin renegar de las propias convicciones es el mejor camino y tu lo recorres sin excepciones. En eso también eres Maestro.
        Otro abrazo.

        Responder
  4. 4
    nelson
    el 18 de junio del 2017 a las 0:56

    Aunque lo de la “imperiosa necesidad” de fuentes alternativas de energía, está dicho desde la perspectiva del paradigma civilizatorio actual, basado en una economía de crecimiento infinito (insostenible). La sociedad deberá cambiar ese paradigma por otro más humano, sustentable y amigable con el planeta para salvar a la humanidad. Y seguramente en esa sociedad futura no será tan urgente tanta energía para producir tanto bien de consumo innecesario.
    Saludos cordiales desde Montevideo. 

    Responder
  5. 5
    kike
    el 18 de junio del 2017 a las 17:20

    Pues habrá que pensar en volver a lo que hacian los chinos hasta hace poco, un hijo como máximo, porque de otra forma a ver como paramos el crecimiento de la población, que pronto se habrá desbocado….
     Pero, claro, hay un problema, si queremos un crecimiento “más humano”, y al mismo tiempo limitamos derechos elementales como el de los hijos, la cosa no iría muy bien…

     El problema es de los gordos (donde las dos partes tienen razón pese a ser antagonistas); lo que no funcionará de seguro es con intentar algo que vaya contra la corriente “biológica” de las sociedades; quizás la única solución, y a medio-largo plazo sea la de concienciar a las nuevas generaciones de la necesidad de no malgastar los recursos; pero no es tarea fácil en un mundo dominado por el consumo; donde unos pocos gastan todo lo que quieren y unos muchos intentan llegar a lo mismo….

     Es triste y penoso decirlo, pero en mi opinión, el hecho de que todavia podamos contarlo se debe en buena parte a las desgracias de las guerras y a las pandemias, que han mantenido algo controlada a la población humana.
     Por supuesto eso no quiere decir que fuera conveniente más guerras para limitar las poblaciones, pero entre el asesinato de miles y unos derechos humanos, algunas veces inaplicables, se pudiera encontrar algún punto equidistante que fuera lo suficientemente digno y humano para poder parar el crecimiento exponencial de la población humana al que nos dirigimos sin tardanza.

     E incluso dudo que algo así sirviera a la larga; me temo que lo de la superpoblación mundial conducirá a medio plazo inevitablemente a una serie de calamidades, quizás no imaginadas por el momento.

     Pero, tranquilos, que la naturaleza ya está acostumbrada a estas circunstancias; de hecho contínuamente se tiene que enfrentar a ellas, y siempre de la misma manera; en multitud de especies, si no hay comida para todos, se desata una lucha sin cuartel, en la que los fuertes se ganan el derecho al sustento y los demás desaparecen.

     Si el hombre fuera capaz de soslayar esa ley natural, demostraría que posee algo de inteligencia; pero…lo dudo.

    Responder
    • 5.1
      Emilio Silvera
      el 18 de junio del 2017 a las 18:07

      Así están las cosas amigo Kike. Sin embargo, al final del camino el problema de la población mundial saturada, será resuelto de manera inesperada por, precisamente, lo que muchos critican a veces (también yo de vez en cuando, al ver que algunos proyectos no merecen lo que se gastan en ellos), es decir, el descubrimiento de nuevas tecnologías que nos permitirán… ¡por fin! colonizar otros mundos.

      El futuro de la Humanidad, lo he dicho muchas veces, está en las estrellas. Existen cientos de mundos esperando que los ocupemos, y, muchos de ellos son muy parecidos a la Tierra con sus océanos y cadenas de montañas, ríos y lagos, fauna salvaje y selvas exuberantes. 

      Cuando ese futuro esté aquí, nosotros ya no podremos contemplarlo, serán nuestros descendientes los que estarán como protagonistas de esos fantásticos viajes y las fascinantes aventuras que supone instalarse en mundos nuevos por explorar.

      La Tierra, demasiado está dando de sí, y, aunque se recicla ella sola cuando la fastidian demasiado, lo cierto es que, la superpoblación no le viene nada bien y, si la ayudamos un poco… ¡Las cosas irán mucho mejor!

      Habrá que esperar a que todo eso suceda, ya que, lo de tener menos niños y restringir los instintos… ¡No funcionará! Ya sabes amigo, necesitamos comer, respirar, y… todo lo demás.

      Saludos.

      Responder
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