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¿Cómo escapar a la observación extraterrestre?

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en El primer contacto    ~    Comentarios Comments (1)

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                   La NASA observa la Tierra pero… ¡No habrá alguien más que también la esté observando?

Varios científicos prominentes, entre ellos el famoso Stephen Hawking, han advertido a la humanidad contra el afán de revelar nuestra presencia a una hipotética vida inteligente en otros planetas. Según explican, otras civilizaciones podrían tratar de encontrar mundos similares a la Tierra con intenciones poco amigables, como utilizar nuestros recursos después de haber acabado con los suyos o conquistarnos. Hawking incluso advertía de que su visita podría ser tan devastadora como la llegada de los españoles a América en 1492. Pero, aún dejando de emitir señales de saludo al espacio, ¿qué podríamos hacer para no ser vistos? ¿Puede un planeta entero pasar desapercibido?

Dos astrónomos de la Universidad de Columbia en Nueva York tienen una curiosa propuesta que parece de película. Creen que humanidad podría utilizar un láser para ocultar la Tierra de los rastreos de los extraterrestres. El profesor David Kipping y el estudiante graduado Alex Teachey lo explican en la revista Monthly Notices de la Royal Astronomical Society. Su teoría parte de que otras civilizaciones podrían tratar de encontrar planetas similares a la Tierra utilizando las mismas técnicas que nosotros, incluyendo el pequeño eclipse que se forma cuando un mundo se mueve directamente en frente de la estrella alrededor de la que orbita. Estos eventos, llamados tránsitos, son la principal forma en que la misión Kepler y proyectos similares buscan planetas alrededor de otras estrellas. Y funciona. Hasta ahora Kepler ha confirmado más de 1.000 planetas utilizando este método, entre ellos decenas similares en tamaño a la Tierra.

Kipping y Teachey especulan que los científicos extraterrestres podrían utilizar este mismo método para localizar nuestro planeta, que estará claramente en la «zona habitable» del Sol, ni demasiado lejos ni demasiado cerca, donde la temperatura es la adecuada para el agua líquida, lo que lo convierte en un lugar prometedor para la vida.

Pero los autores sugieren que los tránsitos podrían ser enmascarados por una emisión láser controlada, con el haz dirigido hacia la estrella donde los alienígenas podrían vivir. Cuando el tránsito se efectúa, es decir, cuando la Tierra pasa por delante del Sol, el láser podría estar encendido para compensar la caída de la luz. Según los autores, la emisión de un láser continuo de 30 MW durante aproximadamente 10 horas, una vez al año, sería suficiente para eliminar la señal de tránsito, por lo menos en luz visible. La energía necesaria es comparable a la recogida por la Estación Espacial Internacional (ISS) en un año.

Los autores señalan que una capa cromática, eficaz en cualquier longitud de onda, es más difícil de desarrollar, y necesitaría una gran variedad de láseres sintonizables con una potencia total de 250 MW. «Alternativamente, podríamos ocultar sólo las firmas atmosféricas asociadas con la actividad biológica, como el oxígeno, lo cual se puede lograr con un pico de potencia láser de tan sólo 160 kW por tránsito. Para otra civilización, esto debería hacer que la Tierra aparezca como si la vida nunca se hubiera afianzado en nuestro mundo», dice Teachey.

¿Y si queremos comunicarnos?

Pero la misma tecnología podría servir para todo lo contrario. En vez de encubrir nuestra presencia, el láser podría utilizarse para modificar la forma en que la luz del Sol cae durante un tránsito para que sea obviamente artificial, y por lo tanto, transmita nuestra existencia a quien quiera que esté por ahí afuera. Los autores sugieren que podríamos transmitir información a través de los haces de láser, al mismo tiempo, proporcionando una manera de comunicarnos.

«Hay un debate en curso acerca de si debemos anunciarnos a nosotros mismos o escondernos de las posibles civilizaciones avanzadas que habiten planetas en otras partes de la galaxia. Nuestro trabajo ofrece a la humanidad una opción, al menos para los eventos de tránsito, y debemos pensar en lo que queremos hacer», apunta Kipping.

Claro que teniendo en cuenta que la humanidad ya es capaz de modificar las señales de tránsito, podría ocurrir que a los alienígenas se les hubiera ocurrido la misma idea. Los dos científicos proponen que la búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI), que actualmente rastrea las señales de radio procedentes del espacio, se amplíe para buscar tránsitos artificiales. El asunto resulta fascinante, especialmente si Hawking está en lo cierto.

 

  1. 1
    Emilio Silvera
    el 3 de abril del 2016 a las 10:56

    ¿Qué duda nos puede caber? Estamos ante un tema muy delicado y, si echamos una mirada al pasado, si observamos lo que hicieron la gente de regiones avanzadas con otras que no lo eran tanto… ¡Se nos queitan las ganas de ser visitados por nadie! Si son ellos los que vienen a nosotros, es porque son más avanzados y, si pasado el tiempo, somos nosotros los que vamos hacia ellos, de la misma manera serán ellos los que tengan que tener precaución y parapetarse de los deseos que podamos tener hacia ellos.

    Las especies inteligentes, por lo general, tienen algo que se llamam Instinto de Conservación que las hace recelar de otras especies, y, si alguna llega a nuestras lares, procedente del exterior, de otros mundos lejanos… ¡Qué pensamientos traerán en relación a nosotros?

    Si en este tema, somos algo desconfiados… ¡Mejor será! No podemos estar inmersos en esa ensoñación de que los extraterrestres son una raza muy avanzada de la que nada malo podemos esperar, ellos nos darán recursos para nosotros desconocidos y nos desvelarán secretos de la Naturaleza qque nos harán avanzar siglos o milenios. Sin embargo, está la posibilidad contraria, que vengan buscando a nuestro mundo algo que nosotros tenemos y ellos no, o, quién sabe qué.

    No es seguro que nos convenga esa visita (probable) en el futuro más o menos lejano. Ellos podrían tener conocimientos que nosotros no tenemos.

    Acordaos que Einstein nos decía:

    “Sí sería posible convertir energía en materia, pero hacerlo en grandes cantidades resulta poco práctico. Veamos por qué. Según la teoría de Einstein, tenemos que E = mc2, donde E representa la energía, medida en ergios, m representa la masa, medida en gramos, y c es la velocidad de la luz en centímetros por segundo. La luz se propaga en el vacío a una velocidad aproximada a los 30.000 millones (3×1010) de centímetros por segundo. La cantidad c2 representa el producto c×c, es decir: 3×1010 × 3×1010, ó 9×1020. Por tanto, c2 es igual a 900.000.000.000.000.000.000. Así pues, una masa de un gramo puede convertirse, en teoría, en 9×1020 ergios de energía.”

    ¿Quién nos asegura que dicha transformación no es dominada por esos seres que vienen de mundos más avanzados?, de civilizaciones que tienen millones de años más que la nuestra que, siendo joven aún, estaría en desventaja.

    Mejor sigamos como estamos y, aprendamos a respetarnos los unos a los otros, cosa que aún, no hemos conseguido.

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