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¿Qué somos en realidad? ¿Lo sabremos algún día?

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en El Universo y la Mente    ~    Comentarios Comments (4)

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Siempre quisimos anular el Tiempo y el Espacio

 

No es que estémos conectados con el Universo, lo cierto es, ¡que somos parte de él!

 

Estoy totalmente convencido de que, de alguna manera, nuestras mentes, están conectadas con el cosmos del que formamos parte.  Estamos aquí y nos parece de lo más natural, nunca nos paramos a pensar en cómo fue eso posible, en cómo surgió el “milagro”.  A partir de la materia “inerte” evolucionada surgen entes pensantes y vivos, ¿cómo es posible tal maravilla? Hay que pensar (lo he referido en muchas ocasiones) que, el material del que estamos hecho (Nitrógeno, Carbono, etc.), se fabricó en las estrellas a partir del elemento más simple, el Hidrógeno que, evolucionado a materiales más complejos que llegaron hasta nuestro Sistema Solar primitivo en formación para constituirse en parte del Planeta Tierra en el que, bajo ciertas condiciones atmosféricas, presencia de agua y de radiación cósmica, dio lugar al nacimiento de aquella primera célula capaz de reproducirse que evolucionó hasta nosotros.

 

Estamos hecho de energía pura fabricada en las estrellas y nuestras mentes evolucionan formando parte de un Universo en constante expansión del que, sin que nos demos cuenta, recibimos continuos mensajes que nos mantiene conectados a esa fuerza invisible que nos hace pensar para descubrir su fuente.

En algún momento breve, he tenido la sensación de tener en mi mente la solución a un pensamiento continuado sobre un problema científico que me preocupa y quisiera conocer.  La sensación de ese saber, de tener esa respuesta deseada, es fugaz, pasa con la misma rapidez que llegó.  Me deja inquieto y decepcionado, estaba a mi alcance y no se dejó atrapar.  Me ocurre con cierta frecuencia con distintos temas que me rondan por la cabeza.  Sin embargo, esa luz fugaz del saber aparece y se va sin dejar rastro en mi mente que me permita, a partir de una simple huella, llegar al fondo de la cuestión origen del fenómeno.

 

 

¡Esa conexión invisible que nos ata a las estrellas!

 

La mente humana es una maravilla.  Esas sensaciones que antes he mencionado, y, que en mí, llegan y se van sin dejar huellas, son las mismas que sintieron Galileo, Kepler, Newton, Planck o Einstein, lo único diferente es que en ellos, la sensación no fue tan fugaz, se quedó el tiempo suficiente en sus mentes como para que pudieran digerir el mensaje y comunicar al mundo lo que les había transmitido.  Así, a fogonazos de luz del saber, avanza la Humanidad.

Nadie ha podido explicar nunca como llegan esos fogonazos de luz del conocimiento a unas pocas mentes elegidas.

El cerebro se cuenta entre los objetos más complicados del Universo y es sin duda una de las estructuras más notables que haya producido la evolución. Hace mucho tiempo, cuando aún no se conocía la neurociencia, se sabía ya que el cerebro es necesario para la percepción, los sentimientos y los pensamientos.

 

 

En tanto que objeto y sistema, el cerebro humano es muy especial: su conectividad, su dinámica, su forma de funcionamiento, su relación con el cuerpo y con el mundo, no se parece a nada que la conciencia conozca.  Su carácter único hace que el ofrecer una imagen del cerebro se convierta en un reto extraordinario.  Aunque todavía estamos lejos de ofrecer una imagen completa del cerebro, si podemos ofrecer retazos y datos parciales de algunos de sus complicados mecanismos.  Sin embargo, carecemos de información para generar una teoría satisfactoria de la conciencia.

Estamos tratando de algo que pesa poco más de 1 kg –aproximadamente- y que contiene unos cien mil millones de células nerviosas o neuronas, generando continuamente emociones, etc.

¡Increíble, grandioso!  ¿Pero sabemos encausarlo? De momento: NO.

 

El ADN de nuestros cuerpos contienen un registro del pasado, porque  nuestros genes han sido moldeados por circunstancias ambientales. Aunque el registro genético, como el registro geológico, ha quedado envuelto y oscurecido por los estragos del tiempo, no está completamente borrado.

Sonsacando información de los genes, los microbiólogos pueden decir  mucho sobre el ancestro universal que pudo haber vivido hace unos 4.000  millones de años, y con esta infromación podemos conjeturar algo sobre  las condiciones que imperaban en aquella época. El mensaje que se extrae es una auténtica sorpresa. Pero debemos confiar en nosotros mismos, en ese cerebro que aún no conocemos y que, en abril de 2.003, por ejemplo, nos llevó a completar con éxito la secuenciación de 3.000 millones de letras de A D N presentes en el genoma humano.

Precisamente,  ese conocimiento, se puede ver como un manual de instrucciones reconvertible en el libro de medicina más potente imaginable.  Parece que ahí está el futuro de la salud humana: La Genética.  El reto que tenemos por delante consiste en adoptar la forma correcta en que se deben leer los contenidos de todas esas páginas que contienen la secuenciación de los 3.000 letras de A D N, y comprender el modo de cómo funcionan juntas las distintas partes para encausar la salud y la enfermedad humanas.

La consecuencia más importante de todo esto es que se ha abierto la puerta a un alentador y enorme (aunque complejo) paisaje biológico nuevo.  Su exploración necesitará de pensamientos creativos y nuevas ideas.

 

 

En el Universo todo es energía y de ellas surgimos nosotros y surgió la Conciencia que tratamos de conocer. Vinimos de las estrellas y hacia las estrellas regresaremos algún día lejano en el futuro, cuando esa conciencia se expanda hasta el punto de que podamos comprender. Nadie puede negar que: ¡La energía del Universo está en nosotros! Se nos da un tiempo (si no surgen problemas) para que podamos desplegar la parte alicuota de intelecto que nos toco en “suerte”, por “azar”, “genética” o vaya usted a saber el motivo de que, algunos tengan dotes superiores a las que otros tenemos y puedan “ver” con más facilidad la naturaleza de la Naturaleza. Creo que, todos los misterios del Universo, residen en nuestras mentes en las que, se encuentran todas las respuestas que podremos encontrar con el Tiempo. Precisamente por eso, se nos ha otorgado el don de poder luchar contra la entropía y, junto con las galaxias espirales, podemos generar entropía negativa que impide el deterioro ininterrumpido del mundo.

 

 

 

 

Lo incomprensiblñe de todo esto es que lo podamos comprender. ¡Ideas que surgen tratando de decirnos como es el “mundo”

Hace 30 años, todo esto era un sueño, nadie se atrevía a pensar siquiera con que este logro sería posible algún día ¡secuenciar 3000 millones de grafos de A D N! Sin embargo, aquí viene la contradicción o paradoja, el cerebro que aún no conocemos, lo ha hecho posible. La genómica es una auténtica promesa para nuestra salud, pero necesitaremos algunos saltos cuánticos en la velocidad y la eficacia de la secuenciación del A D N.

 

No será fácil llegar a comprender lo que aquí vemos

 

Los circuitos y conexiones cerebrales generan números que sobrepasan el de estrellas en las galaxias. Estamos tratando de algo que pesa poco más de 1 Kg –aproximadamente–,  que contiene unos cien mil millones de células nerviosas o neuronas, generando continuamente emociones y pensamientos.

La consecuencia más importante de todo esto es que se ha abierto la puerta a un alentador y enorme (aunque complejo) paisaje biológico .Su exploración necesitará de pensamientos creativos y nuevas ideas. Hace 40 años, todo esto era un sueño, nadie se atrevía a pensar siquiera con que este logro sería posible algún día ¡secuenciar 3000 millones de grafos de A D N! Sin embargo, aquí viene la contradicción o paradoja, el cerebro ¡que aún no conocemos!, lo ha hecho posible. La genómica es una auténtica promesa para nuestra salud, pero necesitaremos algunos saltos cuánticos en la velocidad y la eficacia de la secuenciación del A D N.

 

Nuestra consciencia trata de “volar” hacia el universo al que pertenece

 

Está claro sin embargo que, dadas todas las dimensiones del ser humano, que incluyen aspectos tanto materiales como espirituales, será necesario mucho, mucho, mucho tiempo, para llegar a conocer por completo todos los aspectos complejos encerrados en nuestro interior.

El adelanto que se producirá en las próximas décadas estará y será más visible en el aspecto biológico y la curación de enfermedades como el cáncer y otras nefastas como el Sida que asolan nuestro mundo.  El conocimento de la Psique, de nuestra propia conciencia, será mucho más lento.

Hay que tener en cuenta que primero debemos tener un conocimiento completo de los primates, tal conocimiento nos proporcionaría luz sobre lo que convierte en únicos a los seres humanos.  Al decir únicos me refiero al hecho diferenciador de la conciencia y, desde luego, lo circunscribo al planeta Tierra, ya que, referido a todo el Universo,  seguro que no somos “tan únicos”.

Una cosa es cierta: No prestamos la debida atención al poder de nuestros pensamientos que, lo mismo están presentes en nuestras vidas cotidianas, en nuestra realidad del día a día que, nos llevan en viajes alucinantes hacia mundos ignotos situados en regiones perdidas del universo, o, también, nos puede situar en un mundo mágico en el cual, llegamos a comprender, sin dificultad alguna y con una claridad de ideas que sólo una alta calidad intelectual podría lograr, esas teorías inalcanzables que no pueden ser verificadas por el hombre por falta de medios y comprensión. La Mente es una herramienta muy poderosa y, de ella, surgen las ideas que nos llevarán hacia el futuro.

emilio silvera

 

  1. 1
    emilio silvera
    el 12 de febrero del 2015 a las 8:28

    según todos los indicios, conforme a las pruebas que hemos podido ir conquistando en las distintas versiones de fósiles, conocimientos sobre los elementos y moléculas que se pueden formar en ciertas condiciones físicoas y químicas, de acuerdo a lo que ocurre en el mismo corazón de las estrellas y las transiciones de fase que allí se producen para que, los elementos sencillos se conviertan en otros más complejos, sin dejar de tener en cuenta la presencia de moléculas y aminoácidos presentes en las Nebulosas del Espacio Interestelar, sin perdere de vista todas esas transformaciones que han podido ser verificadas por la Ciencia, y, sabiendo (más o menos), el recorrido que la vida ha tenido aquí, en nuestro planeta, de cómo fue su forma primigenia, la diversidad de espcies y las diversas mutaciones que se han ido produciendo a lo largo y a lo ancho del Tiempo y del Espacio conforme a las variaciones físicas que en el planeta se han ido produciendo, de atmósfera, presencia de oxígeno, el Carbono, la radiación, los volcanes, los océanos… ¡Y, la presencia del agua líquida! Con todos esos conocimientos, se ha podido pergueñar el puzles de la vida que, está presente en nuestro planeta desde hace ya, 3.800 millones de años, así nos lo dicen las rocas más antiguas de la Tierra y los fósiles que en ellas están presentes.
    Claro que de ahí a saber quiénes somos realmente… ¡Hay un gran trecho! Toda vez que, de manera científica, a Ciencia cierta, nadie nos puede dar una explñicación completa y fehaciente de lo que la vida es, y, con lo que creemos que sabemos, nos tendremos que conformar con decir que: “La vida es la materia evolucionada hasta los pensamientos”. Es decir, la materia inerte que ha llegado a tener consciencia de Ser.

    “Todas las cosas son”

    Con esas sencillas palabras, el sabio nos dijo que todo lo que existe es, que nada en el Universo está ahí porque sí, todo tiene un principio y un final y, también, un significado. Lo que existe, no importa si en estado inerte o vivo, está cumpliendo su destino que, hoy será de una manera y, dentro de cientos o miles de años, será de otra muy distinta.
    No hemos podido nunca dejar de filosofar con esas grandes preguntas transcendentales: ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos? Y, lo cierto amigos, es que ninguna de ellas ha podido ser contestada con acierto pleno, toda vez que, nadie estuvo aquí para poder escribir la verdadera Historia de la Vida, y, cuando tuvimos el conocimiento suficiente para poder hacerlo, ya era tarde para poder recuperar aquellos vestigios y pruebas que serían vitales para reconstruir los hechos. El paso del Tiempo ha borrado importante parte de la vital información que deberíamos tener para hacer un diagnóstico cabal y real de lo que la Vida es.
    Ni nosotros mismos nos conocemos, y, como comentaba a la visitante Marta Balbi (en contestación a su comentario), nosotros, los Humanos, siempre hemos sabido utilizar nuestra inmensa Imaginación para inventar y tapar aquellos huecos que nuestra ignorancia no podía rellenar con el verdadero conocimiento, y, de esa manera, como Marta nos dice acertadamente, vamos pasando la vida.
    Hay preguntas que están fuera de nuestro alcance el poder contestar y, cuando eso ocurre, nos limitamos a teorizar y emitir mil conjeturas de lo que podría ser. No está bien pronunciarse sobre lo que no sabemos y hacerlo (como ocurre con más frecuencia de lo que sería deseable), de manera categórica como si realmente supiéramos de lo que estamos hablando.
    El comprender que nuestra ignorancia es mucho más grande que nuestro saber, es el primer paso para comenzar a remediar dicha verdad. No lo podemos olvidar, al menos en el presente, ¡son muchas más las preguntas que las respuestas!
    ¿Qué quiénes somos? ¡Ya me gustaría a mí saberlo! Si os digo la verdad, ni puedo deciros quién soy Yo.
     

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  2. 2
    emilio silvera
    el 12 de febrero del 2015 a las 8:45

     

     
    El Universo está dentro de nuestras Mentes
     
    ¡La Mente! Qué caminos puede recorrer y, sobre todo ¿quien la guía? Cuando cada mañana me me siento en la butaca desde la escribo en mi ordenador, para poner nuevos trabajos o comentar otros viejos, siempre empiezo con una idea preconcevida de lo que se va a tratar. Sin embargo, nunca puedo asegurar cómo terminará el tranbajo y que temas conexionados con el principal, pueden salir a la luz durante el desenlace de la página.
    Sí, nos falta mucho camino por recorrer para llegar a desvelar los misterios de la Mente que, en realidad, es la muestra más alta que el Universo nos puede mostrar de lo que puede surgir a partir de la sencillez de los átomos de hidrógeno que, evolucionados, primero en las entrañas de las estrellas y después en los circuitos de nuestros cerebros, llega hasta los pensamientos y la imaginación que…son palabras mayores de cuyo alcance, aún no tenemos una idea que realmente refleje su realidad.
    Pero, ¿existe alguna realidad?, o, por el contrario todo es siempre cambiante y lo que hoy es mañana no existirá, y, hemos podido llegar a comprender una verdad… ¡todo en el Universo cambio a excepción del Tiempo que, inexorable, sigue su camino siempre hacia el futuro, sin importarle lo que mientras eso ocurre, qué sucesos puedan pasar.
    La evolución es algo que camina siempre hacia adelante, es inexorable, nunca se para y, aunque como el tiempo pueda ralentizarse, finalmente sigue su camino hacia esos lugares que ahora, sólo podemos imaginar y que, seguramente, nuestros pensamientos no puedan (por falta de conocimientos) plasmar en lo que será esa realidad futura.
    Y, mientras todo eso ocurre, seguimos inventando sobre lo que no sabemos para poder dormir tranquilos y no sentirnos frustrados: ¡La materia oscura!, por ejemplo, es la mejor prueba de ello.
    ¿Nosotros? Hasta cierto punto, unos desconocidos para nosotros mismos que, en situaciones límites, no podemos decir como podríamos reaccionar. ¡Qué misterio!
     

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  3. 3
    amadeo arce mata
    el 15 de febrero del 2015 a las 8:29

    Y dijo Dios al hombre; llego el momento nos tenemos que encontrar.

    Responder
    • 3.1
      emilio silvera
      el 16 de febrero del 2015 a las 10:29

      Amigo Amadeo Arce Mata:
       
      No creo que “Dios” le dijera nada al hombre, y, por otra parte, según nos cuentan, ese encuentro ya sucedió en tiempos pasados. Sin embargo, los temas de la existencia “divina”, mejor dejarlo para los religiosos y, aquí, los pobres e ignorantes mortales, nos dedicamos a comentar sobre temas de ciencia y, en alguna ocasión, nos adentramos en caminos desconocidos de la Mente que, siendo el máximo exponente del Universo (las nuestras y muchas otras), no acabamos de comprender a pesar de ser portadores de ese asombroso objeto que llamamos cerebro y que tántos secretos esconde.
      Todas las respuestas, sin excepción, están presentes en la Naturaleza. El Universo nos muestra todo lo que existe y en él se producen todos los cambios que el transcurso del Tiempo permite. Las fuerzas fundamentales que todo lo rigen y las constantes que determinan (entre otras muchas cosas), la presencia de la vida en la Tierra y, seguramente, en otros muchos planetas, son los parámetros que tienen esas respuestas que buscamos y que, nuestra ignorancia, no nos permite encontrar… ¡Por el momento!
      Como la Naturaleza es “sabia”, nos deja un tiempo para madurar y, en cada época, hace posible el acceso a lo que podemos conocer y dominar y que no nos haga daño, es decir, la Naturaleza nos preserva de los peligros que, por falta de conocimientos, corremos nosotros mismos debido a esa curiosidad innata que llevamos con nosotros y, también, como los niños, que al no ver el peligro se arriesgan de manera innecesaria.
      Dejémos tranquilas a las “divinidades” que, poco nos pueden decir, y, dejemos que nos hable la Naturaleza a la que, ahora sí, debemos escuchar con atención para tratar de descifrar los muchos mensajes que nos envía y que no sabemos traducir,
      Un saludoi cordial.

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