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¿Qué futuro nos espera?

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Ciencia futura    ~    Comentarios Comments (37)

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A mí, particularmente, me da mucho miedo un futuro en el que las máquinas sean imprescindibles. En este mismo momento ya casi lo son. ¿Qué haríamos sin ordenadores que mediante sus programas dirigen fábricas, llevan todo el movimiento de las Bolsas del mundo y de los bancos, dirigen los satélites del espacio, llevan a cabo complicadas operaciones quirúrgicas y montan y ensamblan elaborados mecanismos industriales? El mundo quedaría paralizado.

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Pienso en un mundo mucho más avanzado, dentro de 500 – 1.000 años. ¿Qué habrá pasado con los robots?, máquinas cada vez más perfectas que llegaron a autofabricarse y repararse. ¿Cómo evolucionarán a partir de esos procesadores inteligentes de la nanotecnología? ¿Llegarán algún día a pensar por sí mismos? Ahí puede estar uno de los grandes peligros de la Humanidad.

La invención del robot (del checo, robota, trabajo) se debe al esfuerzo de las sociedades humanas por liberarse de las labores más ingratas y penosas a que se ven obligados algunos de sus individuos. En un principio, la apariencia de los robots sólo atendía a las razones prácticas de las funciones que cada modelo tenía que desempeñar, o sea, su morfología estaba aconsejada por criterios funcionales y prácticos.

Una vez superada la primera fase, el hombre trata de fabricar robots que cada vez sean más semejantes a su creador, y aunque las primeras figuras han sido algo groseras y poco hábiles en sus movimientos, poco a poco se va perfeccionando la imitación de los humanos.

Un robot se diferencia fundamentalmente de una máquina por su capacidad para  funcionar de modo automático sin la acción permanente del hombre. Los primeros robots se mostraron especialmente válidos para llevar a cabo aquellos trabajos sencillos y repetitivos que resultaban tediosos y pesados al hombre (al Ser Humano mejor). También son ideales para el trabajo en el que se está expuesto a cierto peligro o se trabaja con materiales peligrosos en lugares nocivos para los seres vivos

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Las máquinas del futuro nos pueden superar. Hemos comenzado a inventar robots que, cada vez son más sofisticados y tienen más prestaciones y, de seguir por ese camino, de no poner unas reglas claras, precisas u rígidas sobre el límite…las cosas podrían salir mal.

Una de las condiciones esenciales que debe tener una máquina-robot para ser considerada como tal es la posibilidad de ser programada para hacer tareas diversas según las necesidades y la acción que de ellos se requieran en cada situación. Y, si llegan a poseer la potestad de pensar por sí mismas, de repentizar soluciones no programadas, de sentir y ser conscientes…¡malo!

Dentro de algunas decenas de años, por ejemplo, no será necesario que ningún astronauta salga al espacio exterior para reparar estaciones espaciales o telescopios como hacen ahora, con riesgo de sus vidas, con el Hubble.

El miedo a los robots del futuro que antes citaba está relacionado con el hecho de que la robótica es el estudio de los problemas relacionados con el diseño, aplicación, control y sistemas sensoriales de los robots.

Ya van quedando muy viejos aquellos robots de primera generación (en realidad brazos mecánicos), muy utilizados en labores de menos precisión de la industria automovilística. Hoy día, los robots que se fabrican, están provistos de sofisticados sistemas “inteligentes” que son capaces de detectar elementos e incluso formas de vida rudimentarias. El proyecto de la NASA en el río Tinto es un ejemplo de ello; allí han utilizado pequeños robots capaces de comunicar datos científicos de los hallazgos en el fondo de un río. Actúan mediante programas informáticos complejos o no, que hacen el trabajo requerido.

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Supermáquinas que pueden desarrollar trabajos imposibles

Las necesidades de la industria aeronáutica, poco a poco, han ido exigiendo sistemas de mayor precisión, capaces de tomar decisiones adecuadas en un entorno predefinido en función de las condiciones particulares de un momento dado. Estos ingenios, llamados de segunda generación, poseen instrumentos propios y programación informática dotada de medios de autocorrección frente a estímulos externos variables.

Los sensores utilizados por los sistemas robóticas de segunda generación son, con frecuencia, equipos de cámaras electrónicas digitales que convierten la imagen luminosa recibida desde el exterior en impulsos eléctricos que se comparan con patrones almacenados en un pequeño núcleo de memoria informática. Así mismo, disponen de instrumentos táctiles de alta sensibilidad y de detección de pesos y tensiones.

Los robots de tercera generación emplean avanzados métodos informáticos, los llamados sistemas de inteligencia artificial, y procedimientos de percepción multisensorial (estoy leyendo una maravillosa tesis doctoral de un ingeniero de materiales – hijo de un buen amigo – que es fascinante, y me está abriendo la mente a nuevos campos y nuevos conceptos en el ámbito de la inteligencia artificial. Su nombre es A. Mora Fernández, y tiene la suerte de ser, además, un físico teórico matemático, con lo cual, según lo que puedo deducir de su trabajo, le espera grandes empresas y mi deseo personal es que triunfe en ese complejo mundo de fascinantes perspectivas al que pertenece).

Estos ingenios de tercera generación adoptan algunas características del comportamiento humano al contar con la capacidad para percibir la realidad del entorno desde varias perspectivas y utilizar programas que rigen su propia actuación de modo inteligente. Conscientes de su situación espacial, los robots de tercera generación comprenden directamente el lenguaje humano y lo utilizan para comunicarse con las personas.

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Androides del futuro

La ciencia robótica, basándose en avanzados principios de la electrónica y la mecánica, busca en la constitución y modo de funcionamiento del cuerpo y del cerebro humano los fundamentos con los que diseñar androides de posibilidades físicas e intelectivas semejantes a los del ser humano.

Nada de esto es ciencia ficción; es lo que hoy mismo ocurre en el campo de la robótica. Aún no podemos hablar de robots con cerebros positrónicos capaces de pensar por sí mismos y tomar decisiones que no le han sido implantados expresamente para responder a ciertas situaciones, pero todo llegará. Ya tienen velocidad, flexibilidad, precisión y número de grados de libertad. ¿Qué hasta donde llegarán? ¡Me da miedo pensar en ello!

  Pronto nos costará distinguirlos

Mecánicamente, el robot ya supera al ser humano; hace la misma tarea, con la misma velocidad y precisión o más que aquél, y tiene la ventaja de que no se cansa, puede continuar indefinidamente desempeñando la tarea en lugares que para nosotros serían imposibles por sus condiciones extremas.

Menos mal que, de momento al menos, el cerebro del ser humano no puede ser superado por un robot, ¿pero será para siempre así? Creo que el hombre es un ser que, llevado por sus ambiciones, es capaz de cometer actos que van encaminados a lograr la propia destrucción y, en el campo de la robótica, si no se tiene un exquisito cuidado, podemos tener un buen ejemplo.

Antes de dotar a estas máquinas de autonomía de obrar y de pensar, debemos sopesar las consecuencias y evitar, por todos los medios, que un robot pueda disponer como un ser humano del libre albedrío, como artificial que es, siempre debe estar limitado y tener barreras infranqueables que le impidan acciones contrarias al bienestar de sus creadores o del entorno.

Es muy importante que los sistemas sensoriales de los robots estén supeditados a los límites y reglas requeridas por los sistemas de control diseñados, precisamente, para evitar problemas como los que antes mencionaba de robots tan avanzados y libre pensadores e inteligentes que, en un momento dado, puedan decidir suplantar a la Humanidad a la que, de seguir así, podrían llegar a superar.

            Esta simpática imagen ya ha sido superada

Pensemos en las ventajas que tendrían sobre los humanos una especie de robots tan inteligentes que ni sufrirían el paso del tiempo ni les afectaría estar en el vacío o espacio exterior, o podrían tranquilamente, al margen de las condiciones físicas y geológicas de un planeta, colonizarlo fácilmente, aunque no dispusiera de atmósfera, ya que ellos no la necesitarían y, sin embargo, podrían instalarse y explotar los recursos de cualquier mundo sin excepción. ¡Menuda ventaja nos llevarían! Además, lo mismo que nosotros nos reproducimos, los robots se fabricarán unos a otros.  Ni las famosas tres leyes de Asimos me tranquilizan… ¿Las recuerdan?

  • Ningún robot puede dañar a un ser humano,
  • ni permitir con su inacción que un ser humano sufra daño…

Pero, ¿quién puede asegurar que con los complejos y sofisticados sensores y elementos tecnológicos avanzados con los que serán dotados los robots del futuro, éstos no pensarán y decidirán por su cuenta? ¡Creo que nadie está en situación de asegurar nada! La amenaza está ahí, en el futuro, y el evitarla sólo depende de nosotros, los creadores. ¡Es tanta nuestra ignorancia!

Es curioso cuando mi mente está libre y divagando sobre una gran diversidad de cuestiones que, sin ser a propósito, se enlazan o entrecruzan las unas con las otras, y lo mismo estoy tratando de sondear sobre el verdadero significado del número 137 (sí, ese número puro, adimensional, que encierra los misterios del electromagnetismo, de la luz y de la constante de Planck – se denomina alfa (α) y lo denotamos 2πe2/hc), que me sumerjo en las profundidades del número atómico para ver de manera clara y precisa el espesor de los gluones que retienen a los quarks. Sin embargo, mi visión mental no se detiene en ese punto, continúa avanzando y se encuentra con una sinfonía de colores que tiene su fuente en miles y miles de cuerdas vibrantes que, en cada vibración o resonancia, producen minúsculas partículas que salen disparadas para formar parte en otro lugar, de algún planeta, estrella, galaxia e incluso, de algún personaje inteligente.

Me pregunto por el verdadero significado de la materia, y cuanto más profundizo en ello, mayor es la certeza de que allí están encerradas todas las respuestas. ¿Qué somos nosotros? Creo que somos materia evolucionada que ha conseguido la conquista de un nivel evolutivo en el que ya se tiene conciencia de ser. Y, si eso es así (que lo es), ¿que puede impedir que en el futuro los robots tengan conciencia de ser, o, incluso, sentimientos?

Pienso que toda materia en el universo está cumpliendo su función para conformar un todo que, en definitiva, está hecho de la misma cosa, y que a partir de ella surgen las fuerzas que rigen el cosmos y toda la naturaleza del universo que nos acoge. La luz, la gravedad, la carga eléctrica y magnética, las fuerzas nucleares, todo, absolutamente todo, se puede entender a partir de la materia, tanto a niveles microscópicos como a dimensiones cosmológicas, todo son aspectos distintos para que existan estrellas y galaxias, planetas, árboles, desiertos, océanos y seres vivos como nosotros, que somos capaces de pensar en todo esto.

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Parece mentira que, alguna vez, lleguen a sentir…llorar o reir

Mirando a mi alrededor, de manera clara y precisa, puedo comprobar que el mundo biológico está compuesto por una variedad de seres que, siendo iguales en su origen, son totalmente distintos en sus formas y en sus mentes, y, de la misma manera, al igual que en nuestro planeta Tierra, pasará en otros situados en regiones remotas del espacio. Y, pensando en nuestras vidas, podemos llegar a preguntarnos si todo ésto tiene algún sentido. ¿Para qué tanto esfuerzo y trabajo? ¿No será que estamos preparando el terreno para “seres” artificiales que, mejor dotados que nosotros para salir al espacio exterior, serán los que suplan a la Humanidad y cumplan finalmente sus sueños.

¡Qué lastima! Si ese fuera nuestro destino. ¡Fabricar a una especie artificial para que cumpliera nuestros deseos! Lo cierto es que, nosotros los humanos, no estamos físicamente preparados para viajar a las estrellas, y, de hacerlo, necesitaríamos dotarnos de tanta seguridad que, los costes, serían impensables. Naves como ciudades que nos transportaran muy lejos, y, pensando en que estamos supeditamos a la velocidad de la luz, estas naves-ciudades estarían preparadas para mantener a generaciones.

        Ciudades que surcan el hiperespacio

Nuestro futuro es muy incierto, y, como podemos ver cada día, estamos supeditados a los caprichos de la Naturaleza. Conceptualmente, la biología generalmente va a la saga de la física. Si bien es cierto que las ideas de Darwin sobre la evolución han desplazado la concesión trasnochada y, ¿por qué no?, anti-ilustrada de la creación espacial, pero es cierto que bien entrado el siglo XX, muchos biólogos todavía pensaban instintivamente que los seres humanos representaban la culminación de la evolución, y que nuestra especie no era simplemente el centro del desarrollo evolutivo sino, en realidad, su razón de ser. Y, tales pensamientos, nos pueden dar una idea muy clara del nivel de sabiduría del que podemos presumir.

Ahora sabemos que nuestra contribución al árbol genealógico de la vida es tan periférica y minúscula como la de la Tierra en el Universo. El árbol, tal como lo podemos ver hoy, es realmente frondoso. Desde que surgió la vida en la Tierra, probablemente haya producido cientos de miles de millones, quizás billones, de ramitas, donde cada ramita representa una especie, y Homo sapiens es sólo una más entre ellas. En pocas palabras, nuestra especie ha sido tan cabalmente “periferalizada” por la biología como lo ha sido por la cosmología. Sólo somos una de las formas de vida que habita el Universo y, no es seguro que seámos la más inteligente.

Una vez que hemos comprendido que no somos “los elegidos” y que, estamos en este Mundo, una infinitesimal fracción de una Galaxia de entre cientos de miles de millones de ellas, podemos ser conscientes de que, la humildad será nuestra mejor elección para no equivocarnos y llevarnos decepciones que, en otro caso, serían de consecuencias muy graves. Muchas pueden ser las criaturas que, habitantes de otros mundos, nos pueden superar en inteligencia y conocimientos y, seguramente por eso, porque en nuestro fuero interno algo nos dice que es así, nos estamos preparando para ese futuro que irremediablemente llegará, y, lo único que podemos hacer es crear réplicas de nosotros mismos que, aunque artificiales, puedan representarnos de alguna manera en ese futuro incierto.

No podemos saber lo que vendrá. ¡Es tan grande el Universo!

 

Ese encuentro maravilloso que tantas veces hemos imaginado, es posible que no lo sea tanto. No podemos saber las criaturas que pueden estar presentes en otros mundos y con qué medios puedan contar. Siempre se me hizo cuesta arriba el hecho de que, algún día del futuro, los robots fabricados por nosotros, podrían adquirir la supremacía del planeta. Sin embargo, alguna vez he pensado también que, quizás, sea la única manera de poder hacer frente a lo que vendrá.

Hemos oído en no pocas ocasiones que la realidad supera a la imaginación, y, desde luego, simplemente con ver todo lo que existe en el Universo, podemos dar fe de tal afirmación. ¿Quién iba a pensar hace 150 años en la existencia de Agujeros Negros o Estrellas de Neutrones? Y, de la misma manera que aquí en la Tierra surgieron cientos de miles de especies y formas de vida a lo largo de su historia, ¿qué prohíbe que en otros mundos surgieran también especies de vida que ni podemos imaginar? ¿Y, la Naturaleza? En Japón hemos visto estos días de lo que es capaz y, desde luego nada puede ser descartado.

Cualquier cosa puede ser posible, ¡es tan frágil la línea que nos separa del Caos!

Es cierto, nuestras limitaciones son enormes, enorme es también nuestra ignorancia y, si somos conscientes de ello, habremos dado un gran paso para hacer frente a lo que pueda venir. Al menos no nos cogerá desprevenido y, el suceso es menos doloroso cuando se espera.

Sí, es verdad, que a veces, confundimos la ilusión y la euforia del momento con la realidad. Sin embargo, nada más lejos de ser cierto. Vivimos en una falsa seguridad cotidiana que nos hace no pensar en lo que puede llegar: Un accidente, una enfermedad, un meteorito caído del cielo, un terremoto, o, incluso una estrella enana marrón que choque con la Luna y dé al traste con nuestra tranquila vida en este planeta.

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El destino, ¡tiene tántas bifurcaciones!

Así que, ilusos y tranquilos (de otra manera sería horrible la vida), en estos últimos años hemos sido capaces de determinar los genes responsables de las más variadas manifestaciones de nuestra existencia: susceptibilidad a la obesidad, diferentes tipos de tumores, esquizofrenia, depresión o la mayor o menor capacidad para danza y ritmo. Y, con sorpresa para algunos, se ha podido saber que nuestra secuencia genética sólo difiere un 0’5% de nuestros parientes cercanos neandertales o que tampoco estamos muy lejos, genéticamente hablando, de algunos equinodermos que divergieron de nuestra rama evolutiva hace ahora 500 millones de años.

También, al mismo tiempo, hemos construido ingenios que enviados a otros mundos, situados a millones de kilómetros del nuestro, nos mandan imágenes que podemos contemplar tranquilamente sentados en el salón de nuestras casas. Y, paralelamente, se trabaja en cerebros artificiales espintrónicos y, más adelante, positrónicos que ocuparan cuerpos perfectos de robots que, aunque artificiales, algún día llegarán a pensar y sentir. ¿Serán nuestros sucesores? ¿Serán los que finalmente realizarán nuestros sueños de viajar a las estrellas?

Sin embargo, y a pesar de tantas proezas, si en algo sigue la ciencia gateando en la oscuridad, es precisamente en el total desconocimiento de la parte más compleja y delicada de nuestro cuerpo: ¡ el Cerebro! ¡Si tuviéramos tiempo!

emilio silvera

 

  1. 1
    Anndy
    el 11 de abril del 2011 a las 4:18

    Interesante el artículo que has escrito Emilio, el ser humano tiene la suficiente inteligencia para crear cosas sorprendentes pero como dices no somos capaces de visualizar el impacto que tendrá en nuestro futuro como especie; al ver los avances que ha tenido la tecnología es casi imposible pensar en que nos detendremos algún día, y no sería extraño que los primeros viajeros espaciales sean humanoides capaces de colonizar mundos extrasolares y que habrán el camino para que nosotros podamos viajar con mayor seguridad por el espacio, la tecnología es una parte importante en nuestra lucha por comprender el universo, de eso no hay duda,  aunque no se hasta cuando esta se volverá “mejor” que nosotros y nos supere en todo.
     
    Saludos amigo.

    Responder
    • 1.1
      emilio silvera
      el 11 de abril del 2011 a las 7:32

      Hola, amigo Anndy.
      Como bien apuntas, seguramente serán sofisticados humanoides los que nos precedan en el camino espacial, ellos harán el trabajo más duro, construirán por nosotros los refugios y habitats donde más tarde nos refugiaremos en esos otros mundos que espero, algún día puedan ser nuestras nuevas casas.
      La Humanidad, si quiere aprovechar las ventajas que sobre las otras especies (parece que) tiene, debe espabilar y mirar hacia el cielo, allí arriba, nos aguardan otros lugares que deben ser preparados para cuando, pasado el tiempo, la Tierra “no pueda más”. Es mucha la carga que suponemos para nuestro planeta y no siempre, somos conscientes de ello. Siete mil millones de seres que necesitan mucho para subsistir, y, “ese mucho” lo obtiene a costa de lo que sea, sin pensar en el posible daño que obtenerlo pueda causar.
      Es bonita la Historia de Gaia como un “ente vivo” que se recicla y renueva a su manera para sacudirse las posibles cargas que externamente y contra “su voluntad” le podamos estar echando encima. Sin embargo, como todo en el Universo, el deterioro con el paso inexorable del tiempo es patente: cambiamos los parámetros de la tierra exquilmada, acabamos con los bosques, excavamos en las entrañas del planeta para buscar minerales y combustibles energéticos, nos cargamos sus ríos limpios que con nuestro quehacer diario quedan sucios y no aptos para la vida, y, de la pesca ¿que decir? alevines y grandes mamíferos son eliminados de manera tal que, los unos nunca podrán llegar a mayores y los otros se extinguen sin remisión.
      En verdad somos una especie de cuidado, de mucho cuidado. Sólo hay que observar lo que nos hacemos nosotros mismos. No recuerdo ninguna época de mi vida en la que no existiera una guerra local entre dos partes antagónicas que, por una u otra razón, iniciaran una pequeña guerra que siempre, finalizaba con muchas muertes en ambos bandos. De las dos grandes guerras ¿qué decir?
      Es posible que estemos abocados a no entendernos nunca y que, nuestra armonía sólo sea posible en pequeñas parcelas del mundo que están mirando de reojo a las demás regiones.
      Es posible, digo posible, que nos demos cuenta de lo que ahora tenemos cuando lo hayamos perdido, y, lejos de nuestra querida Tierra, situados en otros mundos (quizás no tan bellos como el nuestro), nos acordemos con nostalgia de lo que aquí teníamos. Claro que, nuestras vidas son tan cortas que posiblemente tal escena no llegue nunca y, cuando descientes de la Tierra estén en otros lejanos lugares, si casualmente se habla de la Tierra, será de manera fría y lejana, como de una estadísitica del pasado que ellos no vivieron y por la que no sienten nada especial.
      Sí, amigo Anndy, todo es complejo y difícil de entender. Nosotros, seres inteligentes surgidos de la evolución químico-biológica de la materia, podemos llegar a construir lo más grande, pero lo más nefasto también. Habrá que tener sumo cuidado con los pasos que podamos dar en el futuro próximo, con lo que hacemos con la Ciencia, y, sobre todo, saber hasta donde podemos llegar en cada momento para no sobrepasar nuestras posibilidades reales, ya que, si eso llega a ocurrir, hasta podría ser nuestra propia destrucción.
      Pero, esperemos que todo vaya a mejor, que comprendamos a tiempo el camino que debemos seguir, que sepamos donde está el límite, que comprendamos (antes de que sea tarde) que todos somos uno, y, si todo eso, al fín llega, sólo así será posible que tengamos un futuro.
      Un saludo estimado amigo.

      Responder
  2. 2
    Filósofo Contemporáneo
    el 11 de abril del 2011 a las 14:42

    Cuándo seamos conscientes finalmente de que siempre estuvimos montados en una nave (La Tierra) que nos permite viajar por el espacio, estaremos listos para hacerla funcionar y así alcanzar la velocidad de la luz.

    Responder
  3. 3
    emilio silvera
    el 11 de abril del 2011 a las 15:10

    Amigo filósofo, hace mucho tiempo ya que somos conscientes de que viakamos en una nave espacial llamada Tierra. Sin embargo, ese hecho, no facilita que estemos listos para hacerla “funcionar” para que alcance la velocidad de la luz. ?Acaso tiene un motor oculto que no conocemos, o, es la energía oculta en el núcleo del planeta la que nos proporcionaria la energía para conseguir esa hazaña? Y, de todas las maneras, ¿No tendría que decir algo al respecto la Relatividad Especial?
    La idea parece susgestiva (¡si pudiera ser verdad!), sin embargo, se opone a ella alguna que otra limitacion que la Ciencia, la Naturaleza, nos impone. ¡que más quisiéramos nosotros!

    Responder
    • 3.1
      Filósofo Contemporáneo
      el 11 de abril del 2011 a las 15:27

      Si ser conscientes significa que destruyamos nuestra propia nave, entonces tengo un concepto erróneo de la consciencia.
      No interesa tanto de donde proviene tanta energía, sino que sepamos conducirla por el medio apropiado.

      Responder
      • 3.1.1
        emilio silvera
        el 12 de abril del 2011 a las 6:19

        Tu primer párrafo lo dejé más que contetado aquí mismo, cuando repasé nuestro comportamiento aquí en la Tierra, lo mal que la administramos y cómo abusábamos de los recursos naturales que nos ofrece.
        En cuanto al segundo párrafo, si no sabemos de dónde proviene la energía, menos aún podremos conducirla con lógica racionalidad.
        Saber, es conveniente que lo sepamos todo, ya que, sabiendo, podemos determinar lo mejor para cada caso y momento. La ignorancia nos hace errar, así ha venido siendo a lo largo de toda nuestra historia.

        Responder
        • 3.1.1.1
          Filósofo Contemporáneo
          el 12 de abril del 2011 a las 14:44

          Más importante aún que el saber, es ser consciente, creo que ya se ha dicho en más de una oportunidad, hay una enorme diferencia entre saber algo y ser consciente de algo.

  4. 4
    Argento
    el 11 de abril del 2011 a las 18:01

    La Relatividad Especial, me la paso por la nube de Oort.

    Saludotes!

    Responder
    • 4.1
      emilio silvera
      el 12 de abril del 2011 a las 6:20

      Muy profundo

      Responder
    • 4.2
      PG
      el 12 de abril del 2011 a las 15:12

      ¿Se supone que es cómico? Espere que me rio entonces, ojojo, dijo oort, dijo oort.
      Infeliz.

      Responder
      • 4.2.1
        Argento
        el 12 de abril del 2011 a las 21:45

        Me lo tengo merecido, la verdad ke es un chiste bastante malo y desubicado sorry!!!!

        Responder
        • 4.2.1.1
          kike
          el 12 de abril del 2011 a las 22:56

          Una broma es solo eso, una broma; parece que PG está hoy algo “intolerante”…;P

      • 4.2.2
        Zephyros
        el 13 de abril del 2011 a las 0:32

        La expresión ha sido mala, a mi desde luego no me ha gustado y suscribo el mensaje de Emilio, pero ha demostrado conocer la existencia de la Nube de Oort.
         
        Ahora habrá que esperar que nuestro nuevo amigo aporte algo más que pasarse la Relatividad por ciertas nubes 😀
         
        Porque si no nos dice nada más estaba más guapo calladito 😉

        Responder
  5. 5
    FLOREN
    el 12 de abril del 2011 a las 8:04

    ¿Os habeis fijado en la robot de rasgos asiáticos?
    ¡Como avanza la ciencia!
    Conozco a par de amigos, que con un par de copas encima, no les importaría pasar una agradable velada con un amasijo de metal y circuitos, recubiertos de piel de látex coloreada con suave tacto aterciopelado, je,je,je.
    Perdón por la broma, pero no he podido evitarlo.

    Responder
  6. 6
    Filósofo Contemporáneo
    el 12 de abril del 2011 a las 16:35

    El adquirir Consciencia es la función de obtener un conocimiento al punto tal que llega a formar parte de nuestra materia.

    Responder
    • 6.1
      Filósofo Contemporáneo
      el 12 de abril del 2011 a las 18:56

      Amigo Don Emilio, me pregunto si estaría bien cuestionarme si la Conciencia es un quinto elemento. Note que, en esta ocasión no estoy sentenciando nada.

      Un saludo cordial.

      Responder
      • 6.1.1
        emilio silvera
        el 13 de abril del 2011 a las 6:27

        Amigo Filósofo, alguna vez me he preguntado si la Conciencia podría ser una paradoja filosófica pero, nunca un quinto elemento. Muchos han sido los que han querido explicar lo que la conciencia es, y, no siempre han estado acertados. Desde Charles Sherrington a Beltran Russell han expresado su escepticismo sobre la capacidad de los filósofos para poder dar una respuesta satisfactoria sobre el tema.
        El tema de la conciencia siempre ha llamado la atención de muchos y, en el pasado, era cosa de filósofos, sin embargo, ahora han entrado en el debate los psicólogos y neurocientíficos y lo han llamado provlema de cuerpo-mente o, en la llamativa expresión de Schopenhauer, “el nudo del mundo”, nunca oí que nadie dijera que la conciencia podría ser un elemento y, desde luego, cuando decimos elemento nos estamos refiriendo a algo material y la Conciencia…no parece que sea eso.
        Desde que René Descartes se ocupara del problema, pocos han sido los temas que hayan preocupado a los filósofos tan persistentemente como el enigma de la conciencia. Tanto para Descartes como para James más de dos siglos después, ser consciente era sinónimo de “pensar”. El cogito ergo sum, “pienso, luego existo”, que formuló Descarte como fundamento de su filosofía en Meditationes de prima philosophía.
        La cuestión es muy compleja, tanto que explicarla no sabemos. Estamos ante el Teatro Privado de cada uno: la variuedad infinita de pensamientos, las distintas maneras de ver el mundo. El abanico y la variedad de la fenomenología consciente abarca tanto como la experiencia personal y llegan tan lejos como la imaginación de cada persona: como digo, es el teatro privado de cada uno.
        Cuando hablamos de conciencia nos encontramos ante la ineludible totalidad del ser, es decir, privacidad, unidad y coherencia de la experiencia consciente. Para entender lo que es la conciencia tendríamos que saber entender primero como funciona el cerebro que, hasta donde podemos comprender, se cuenta entre los objetos más complicados del universo y es sin duda una de las estructuras más notables que haya producido la evolución.
        Ofrecer una imagen del cerebro siempre será un reto extraordinario y, desde luego, estamos lejos de ofrecer una imagen completa de lo que el cerebro pueda ser, y, tratamos con una imagen parcial que cada vez, se hace más amplia y cada día nos ofrece una teoría más satisfactoria sobre la conciencia.
        Estamos hablando de algo que, con poco más de un kilo contiene unos cien mil millones de células nerviosas o neuronas y un billón (con B) de conexiones. Si contáramos una sinapsis cada segundo, tardaríamos 32 millones de años en acabar el recuento. Si consideramos el número posible de circuitos neuronales, tenemos que habérnoslas con cifras hiperastronómicas: 10 seguido de al menos un millón de ceros. (En comparación, el número de partículas del Universo conocido asciende a “tan sólo” a 10 seguido de 79 ceros.)
        Nuestro conocimiento de que el cerebro es el órgano de la conciencia es un logro relativamente reciente. Incluso entre los griegos existían diferentes escuelas de pensamiento; así mientras que Platón estaba convencido de que el cerebro era el asiento de la conciencia, Aristóteles apostaba por el corazón.
        En fin, amigo Filósofo, que según lo poco que sabemos de la Conciencia, nos aconseja no cuestionarnos si esta puede ser un quinto elemento. Podría ser un conjunto de cosas como los sentidos, la experiencia vivída, etc., pero ¿un quinto elemento? Podría parecer que estamos mezclando brillantes con piedras.
        Un saludo.

        Responder
        • 6.1.1.1
          Filósofo Contemporáneo
          el 15 de abril del 2011 a las 15:31

          Siempre hay una primera vez para todo Don Emilio, si la Conciencia es, o no, un Quinto Elemento, la forma del Éter, o como los contemporáneos la denominan: “Materia Oscura”, de lo que puedo estar seguro y, hasta podría sentenciarlo, es que, Conciencia es sinónimo de superfluidez de pensamientos y sentimientos, y sin estos somos “nada”.
          Un saludo.

  7. 7
    yo
    el 12 de abril del 2011 a las 19:50

    yo creo que las personas siempre vamos a estar como algo que las maquinas ´´no pueden sustituir´´

    Responder
  8. 8
    FLOREN
    el 13 de abril del 2011 a las 9:13

    Oí hablar que se estaba estudiando que el quinto elemento era el éter, como las ondas por donde viajan los sentimientos, las emociones, etc… ¿sabeis algo de esto?

    Responder
    • 8.1
      Zephyros
      el 13 de abril del 2011 a las 13:28

      Pues que antes del quinto hay cuatro elementos, y si alguien piensa que los constituyentes de la materia son esos 4 elementos no es de extrañar que busque un 5º porque seguro que se queda corto con 4 😀
       
      Buscar el 5º elemento es como buscar serafines y querubines, pero cada uno que haga trabajar sus neuronas como quiera y pueda
       
      Saludos!

      Responder
  9. 9
    emilio.silvera
    el 13 de abril del 2011 a las 11:59

    Los sentimientos tienen sus senderos en nuestras mentes. Es el cerebro el que con su maraña de conexiones percibe todo lo que pasa a nuestro alrededor y lo recoge y recicla en forma de sentimientos, de dolor o alegrías. Las emociones que sentimos siempre son la consecuencia de lo que podemos percibir, esos mensajes que nos llegan del exterior y que adoptan formas diversas, tales como, una melodía, la risa de un niño, el logro de un hijo, un sencillo detalle o muestra de cariño del ser amado…¡Son tantas cosas!
    Del quinto elemento, de momento, lo único que conozco es la película que hicieron con ese nombre.
    Hay otra versión que se refiere a que el Quinto Elemento es la energía vital y lo atribuyen a la “creación Divina” y, cuando entramos en el ámbito “divino”, por mi parte, siempre me ausento…No entiendo nada.
    De momento (al menos que yo sepa), hablar del Quinto Elemento, es entrar en el plano de la ciencia ficción. No es nada tangible.
     

    Responder
  10. 10
    Johnny
    el 13 de abril del 2011 a las 14:52

    Hola, buscando info sobre este tema del quinto elemento he encontrado algo sobre el condensado de Bose-Einstein, y un artículo en un blog que me pareció interesante, me podrían informar que tanto de verdad tiene?. Gracias…

    http://es.wikipedia.org/wiki/Condensado_de_Bose-Einstein
    http://elartur.blogspot.com/2006/02/y-el-quinto-elemento_27.html

    Responder
    • 10.1
      kike
      el 13 de abril del 2011 a las 19:45

      Los elementos, considerados como fuerzas primordiales de la naturaleza, serán diferentes en los planetas que igualmente sean de composición diferente; en Marte por ejemplo quizás pudiera faltar el agua, o a lo mejor no, pero en nuestra estrella los elementos ¿podrían ser el plasma, el electromagnetismo, el hidrógeno, la sopa de kuarks-gluon, etc.?

      Responder
      • 10.1.1
        emilio silvera
        el 14 de abril del 2011 a las 6:37

        Sí, es como dices. Sin embargo, una cosa debemos tener clara. El tema de la materia y de los elementos los tenemos más que sabidos. La Tabla Periódica nos marca de manera perfecta los elementos que existen y que, de manera muy racional, tenenos bien clasificados. Los Elementos Naturales son 92, y, los podemos encontrar en la Naturaleza en más o menos proporción. El resto, esos otros elementos que llamamos transuránicos, son artíficiales y no se encuentran en estado Natural, son fabricados por el hombre, tal ocurre con el Einstenio, el Plutonio y otros.
        Una vez que sabemos todo eso, debemos considera que en el Universo, todas los objetos se rigen por las mismas leyes, y, la formación de una estrella aquí, en nuestra Galaxia dentro de una hermosa Nebulosa, sigue el mismo proceso que sigue en otra Nebulosa de la galaxia Sitters que está situada a más de 12.000 a.l. de nosotros. Ambas estrellas, la de la Vía Láctea y la de Sitters, se forman de la misma manera y de la misma manera vive y muere, y, mientras eso ocurre, por el camino, crea materia compleja a partir de materia simple, y, cuando lellega la hora del final, si explota en supernova, las temperaturas son tan altas que vuelven a surgir nuevos materiales más complejos aún, y, de esa manera, se crea la materia que forman los mundos y también a posibles seres vivos, ahí, en esos residuos estelares, se encuentran todos los elementos posibles.
        Lo curioso del caso es que, tanto allí, en la galaxia Sitters, como aquí, en la Vía Láctea, los materiales que se puedan crear, serán siempre los mismos. No habrá diferencias en unos o en los otros que, tienen el mismo origen y fueron creados por los mismos procedimientos, es decir, fueron creados por estrellas de igual nacimiento, vida y muerte.
        Esto nos lleva a pensar que, todos los materiales del Universo, por muy alejados que estén de la Tierra, siempre serán los mismos que aquí podamos encontrar. Otra cuestión será, la forma que puedan adoptar esos elementos en función del medio en el cual se puedan encontrar sometidos a diferentes estados de calor, frío, densidad, etc.
        ¡Es todo muy complejo!

        Responder
        • 10.1.1.1
          kike
          el 14 de abril del 2011 a las 10:01

          De acuerdo como siempre maese Emilio.

           Pero respecto a los cuatro elementos creo que habría que tener en cuenta que siempre se los refiere como a fuerzas de la naturaleza; fuerzas que desatadas arrasan con todo, y nada puede ponerles límites. Y eso es así por su gran cantidad, por dominar el medio aunque puedan convivir juntas, y por estar por encima de las posibilidades humanas.

            En nuestro planeta, por su conformación rocosa, por su gran extensión de agua, por su rica y gran atmósfera y por su vulcanismo activo, figuran las cuatro conocidas fuerzas, pero por ejemplo en Titán, creo que en vez de agua sería el metano una de las fuerzas fundamentales; en Mercurio posiblemente el hierro; y es que aunque sea cierto que  los materiales tienen una homogeneidad en todo el universo, lo que a la postre determina su poder es su gran abundancia, que puede variar de un mundo a otro.

           Un abrazo.

    • 10.2
      emilio silvera
      el 14 de abril del 2011 a las 6:08

      Johnny. no puedes encontrar lo que no existe y, el “Quinto Elemento” es precisamente una de esas cosas inexistentes. El artículo que nos envías y que comencé a leer (sólo comencé), es algo esotérico y poco científico, así que mejor dejarlo, toda vez que no nos habla de nada consistente con base científica.
      En cuanto a la Condensación de Bose-Einstein, primero tienes que saber que se trata de un fenómeno que ocurre en los sistemas macroscópicos consistente en un gran número de Bosones a temperatura suficientemente baja, en el que una fracción significativa de las partículas ocupan un único estado cuántico de energía más baja (el estado fundamental).
      La Condensación de Bose-Einstein sólo puede ocurrir para bossones cuyo número total es conservado en las colisiones. Debido al Principio de exclusión de Pauli es imposible quer dos o más fermiones ocupen el mismo estado cuántico, por lo que no hay fenómeno análogo de condensación para estas partículas.
      La Condensación de Bose-Einstein es de importancia fundamental para explicar el fenómeno de la superfluidez. A temperaturas muy bajas (del orden de 2 x 10 -7 K) se puede formar un Condensado de Bose-Einstein, en el que varios miles de átomos forman una única entidad (un superátomo). Este efecvto se ha observado en átomos de rubidio y Litio.
      Si has comprendido algo de lo que aquí te explico (busca y mira lo que es un Bosón y un Fermión), habrás comprendido que nada tiene que ver, este fenómeno llamado Condensación de Bose-Einstein con ese otro que no afecta al ámbito de la Física, sino que sólo son habladurias populares de charlatanes y que se refieren al supuesto “Quinto Elemento” que, en definitiva, no es, NADA.

      Responder
      • 10.2.1
        Johnny
        el 14 de abril del 2011 a las 14:47

        Muchas gracias Emilio por aclararme el tema, entiendo que se trate de algo esotérico como argumenta, lo que me parece interesante del artículo son los estados de estos “elementos” o como Kike los nombra “fuerzas de la naturaleza”, me parece interesante lo que dice, en Titán el agua sería metano pero seguiría tendiendo un estado liquido como aquí el agua, el aire en otro planeta estaría conformado por otros compuestos y elementos, pero seguiría teniendo un estado gaseoso como el aire de nuestro planeta, a esto se referiría lo de “quinto elemento”(estado condensado) ósea que el movimiento de sus átomos sería nulo o casi nulo. Lo de término de quinto elemento como bien dice se entiende como algo esotérico, pero en alguna oportunidad creo que se ha llegado a decir que ese quinto elemento, o éter, o como se lo quiera llamar, en realidad podría ser esa desconocida “materia oscura”.

        Responder
  11. 11
    Abdel Majluf
    el 13 de abril del 2011 a las 17:26

    Buen artículo mi querido amigo.-
    De la mano de la ciencia hemos de ir avanzando. Pero veo un temor un poco infundado, es verdad que estamos en un desarrollo tecnológico que nos parece muy qavanzado y mucho mas si lo proyectamos al futuro, pero la historia nos ha enseñado que las cosas cambian y la tecnología no se escapa de este principio.
    Claramente me imagino que los robot, son una parte de nuestros avances tecnologicos, con capacidades e imagenes parecidas a los humanos, pero en el futuro, claramente deberán cambiar eso, pues nuestro cuerpo y mente, seguramente no están capacitados para enfrentar otro tipo de cosas mas adelante, de hecho, somos entes manuales y el futuro requiere de otros formatos.

    proyectemonos unos mil años mas adelante, solos nosotros los humanos, quizas, no seremos capaces de enfrentar muchos desafios, alli claramente necesitaremos de herramientas y otras cosas que sean mas perfectos que nosotros, pero claramente veo otro formato en esto.

    Mira, es como si hace muchos años ubiesemos pensado en que para viajar por el sistema solar necesitaramos una especie de suerman, osea un hombre o robot con capa y capacidad para volar, hoy, la realidad, nos presenta sondas espacales, con gran autonomía, pero que claramente no reprentan peligro para los humanos, mas aun son toda una ayuda.

    Si los cavernícolas o en el siglo 15 o 18, les ubiesen planteado esta disyuntiva, a lo mejor ubiesen reaccionado de igual forma, hoy gracias a esto, hemos comprobado que hemos avanzado.

    saludos.

    Responder
  12. 12
    Abdel Majluf
    el 13 de abril del 2011 a las 17:34

    Por otro lado, el universo aunque desde aca nos pareciera un tranquilo oceano, claramente no lo es y para enfrentarnos a este en el futuro, es mejor no estar solos y haqblando de esto, me vienen a la memoria algunos ejemplos:
    – Viajes interplanetarios sin regreso
    – Una posible invación venida desde afuera
    – La colonización de otros mundos, o la preparación de un nuevo hogar para las nuevas generaciones, cuando nuestro planeta comience a colapsar y devamos buscar otro hogar.

    Amigos, hoy estamos entreconectados a cientos de miles de kilometros los unos de los otros…y esto gracias a las maquinas.

    A o mejor recien venimos sqliendo de la epoca de las cavernas, hemos desarrollado un poco de tecnología, puede que nos paresca mucha, pero claramente recien estamos comenzando. la ciencia esta en su etapa inicial.

    Responder
    • 12.1
      FLOREN
      el 14 de abril del 2011 a las 9:29

      No estoy de acuerdo en que la ciencia deba de avanzar por esos derroteros que detallas.
      Lo de defendernos de una invasión que venga de afuera, me suena a las medidas que habitualmente toma eeuu con las posibles amenazas de invasión de su pais, a las cual responde inmediatamente con las conocidas guerras preventivas. Si nos fijamos en la historia de ste pais, jamás nadie intentó invadirlo, pero sin embargo, con esta escusa, invadieron filipinas, Republica dominicana, Nicaragua, irak, etc…. salen a casi una declaración de guerra por año. ¿Actuaremos de igual modo si por encima de nosotros planeara una nave extraterreste? yo creo que no se le daría opción a que aterrizase e intentar comunicarse con ellos, seguramente no nos entendiesemos, y el miedo a que nos contagiasen con bacterias traidas de otro mundo, prevalecería sobre todo lo demás. Se apresurarían todos los paises a ver cual se cuelga la medallita de haber tumbado la amenaza y la salvación de la humanidad, con nuevos héroes a los que adorar.
      En segundo lugar, lo de colonización de otros mundos, pues otro tanto de lo mismo. Los colonizadores españoles de las americas, después de matar, violar, expoliar, destruir culturas antiguas sudmericanas, en vez de aprender de ellas, y para acabar, cristianizar. !Que barbarie!, y sin embargo piensan que fueron a salvarlos, pero… ¿de que?. a CIVILIZARLOS, y las figuras de estos tiranos, lucen n las plazas de las ciudades de España, y siguen siendo nuestros héroes, ya que eso es lo que nos siguen enseñando en los colegios.
      ¡ Que obsesión por dominar y controlar todo!
      Un amigo me dijo el otro día, que cree que un dictador no tiene por que ser mala persona, ya que en realidad, el cree que lo que hace, lo hace para el bien de su pueblo,l lo que pasa es que él ese el elegido para llevar a cabo esa misión, y hacer avanzar a su pueblo inculto. En realidad, el problema que tienen, es que sólo se escuchan a ellos mismos.
      Mi hijo, está harto de recriminar a un profesor suyo, que usa malos modos y manda y somete de manera autoritaria y dictatorial, pues el otro diá, jugando con su hermano menor, estaba actuando de al misma manera, y le dije que si se daba cuenta cuenta de que estaba remedando (imitando) al profesor ese que tanto detesta, y se quedó toda la tarde pensativo, y preguntandose por que lo hacía, no se daba cuenta. Del mismo modo, no se´por qúé, tendemos a imitar sin darnos cuenta a todos estos lideres que tanto detestamos.
      A mí ciertamente, al igual que Emilio, me dá bastante miedo. Si se fabrican robots, deberían tener fuertes restricciones morales de actuaciones y comportamientos. Estoy deacuerdo que se hagan robots para desactivar bombas, ayudar en las tareas de casa, etc… pero que no vayan mucho ma´s allá. Si crean robots para “defensa”, ¿quienes se3rían las personas que los manejasen y les diesen las ordenes?¿Los mismos insensibles que dominan hoy el mundo?, ¿regularían el trafico y la seguridad en nuestras calles? ¿podrían asesinar a un inocente por un fallo electrónico en una serie de fabricación defctuosa?¿tendíamos que pagar otro impuesto para subvencionar su fabricación y mantenimiento ya que es un “bien para todos”?…………….  y ya no digo nada sin actuan con absoluta autonomía y piensan por sí solos, estaríamos dominados por estos seres frios, insensibles, sin ningún valor moral, y seguramente, sin ningún tipo de escrupulos para someter aún más a la humanidad.

      Responder
      • 12.1.1
        emilio silvera
        el 14 de abril del 2011 a las 10:33

        Me apunto a lo que dices. Adelantos, Sí. Con muchísima precaución, También. No podemos avanzar porque sí. Hay que poner límites a lo que pueda venir de nuestros propios pensamientos que, no siempre son todo lo bueno que desearíamos. Y, no pocas veces, llevados por la ilusión de la “Obra conseguida”, podemos caer en la tentación de sobrepasar los limites de lo que realmente nos conviene.
        ¡Vigilemos! De ello depende nuestro futuro.
        Por otra parte, lo que dices amigo, es tan real como la vida misma. ¿Quién vigila a los vigilantes?
        El ejemplo de que eso es así, lo podemos ver en cualquiera de los hechos que podemos vivir en nuestras vidas cotidianas, veámos un ejemplo:
        Hace unos fechas, recibí una multa de Tráfico por circular a 157 km/h, me sancionaban con dinero y con la retirada de 2 puntos. Como la cosa no me convenció demasiado, opté por hacer un escrito de alegaciones (según me otorga la Ley) y, rebatí, punto por punto, el que un aparato de rádar pudiera ser la base de la denuncia sin cumplir una serie de requisitos que, para ello, exige la Ley.
        Pasado algún tiempo, me notifican lo que pretende ser la Resolución adoptada en contestación a mi escrito, y, la sorpresa es grande cuando, puedo leer:
        “Visto sus alegaciones, se confirman todas las imputaciones en su día formuladas contra usted, y…”Continúa con una serie de veladas amenazas si no pago la multa.
        Está claro que, aquí tenemos un ejemplo de que, al vigilante, hay que vigilarlo muy de cerca. Han emitido una Resolución en la que no se contesta a ninguna de las alegaciones por mí formuladas, y, cuando eso ocurre, se produce lo que se llama Incongruencia Administrativa, se viola la Seguridad Jurídica del ciudadano. La Congruencia es aquel requisito esencial de la Legalidad y Seguridad de los derechos de los administrados que ha invocado fundamentos y argumentado alegaciones en la confianza de que se considerarán y encontrarán acogida o razonada réplica.
        Sin Congruencia, es decir, dejando sin considerar algunas de las cuestiones planteadas, se lesiona tan gravemente el Derecho que, sus consecuencias, debería ser la NULIDAD.
        Me refiero a todo esto para hacer ver que, cuando llegan al poder, los políticos se olvidan de que, ellos también son ciudadanos sometidos a las Leyes y al Derecho (Art. 14 y 103 CE), y, desde luego, deben dar ejemplo con su forma de comportamiento que debe ser ejemplar. Sin emabrgo, en casi todos los casos (pretendiendo recaudar más y más), lo que hacen es obviar la Ley e incluso retorcerla pretendiendo que ésta diga, lo contrario de lo qeu pretendía el Legislador.
        Claro que, todo sea por el “bien general” que, traducido a los políticos, es el “bien particular” de ellos mismos que, aunque estemos en crisis, nunca pierden.
        Bueno, lo mismo me salí del contexto…
         
         

        Responder
        • 12.1.1.1
          FLOREN
          el 14 de abril del 2011 a las 12:22

          Yo también ando en trámites desde el verano tramitando una denuncia por aparcar en un camino, al lado de un rio por la zona de Gata (preciosa por cierto). Después de varios intentos de que me confirmen la legalidad de que existan sñales de tráfico en un camino, y la potestad del ayuntamiento en lo que trafico se refiere en camino alejado varios kilometros de la zona urbanizable, sólo por el interés del dueño de un restaurante ubicado en plena naturaleza de dudosa legalidad ecologica, y bla bla bla… lo único que contestan es que cerfitifican es la certeza de que los agentes me han denunciado, adem´as de un increento continuo de la denuncia. No me dan opción ninguna a defenderme ni contestan a mis alegaciones, algo que se aleja bastante de lo que se denomina democracia y defensa de los derechos del ciudadano.
          En fín que las leyes son como una tela de araña, que atrapa a los pequeños insectos, y los grandes, la rompen y la atraviesan con bastante facilidad.

  13. 13
    Abdel Majluf
    el 13 de abril del 2011 a las 17:41

    Si me perdonan, me gustaria referirme a esos pequeños seres vivos unicelulares que hace poco encontraron, tienen site sexos, a diferenca de nosotros que solo poseemos dos y por tanto nuestra posible multiplicación esta supreditada al 50% que es el sexo opuesto perdiendo el otro porcentaje, en este caso, su multiplicación alcanza una probabilidad de 21 convinaciones.
    Nos parecerá quizas, raro y tal vez sin importancia, pero si la naturaleza lo creo, pr algo será, entender a la naturaleza es algo que quizas nunca alcanzaremos, el porque nuestras manos se han adaptado a nuestros quehaceres, el porque le debemos tanto a las plantas de flores, en fin,mucho por delante, por aprender pero con la confianza que el hombre sabrá hacer las cosas bién.

    Responder
  14. 14
    emilio silvera
    el 14 de abril del 2011 a las 6:24

    ¡La diversidad! ¡La Dinámica! ¡La no permanencia! ¡El Caos para hacer posible el surgir de lo nuevo! ¡Transformaciones de fases! ¡Evolución! ¡Tiempo y Espacio! ¡Consciencia!…Todo eso, y, mucho más, el Universo es.
    ¿Quiénes somos “Nosotros”? Antes de contestar, parémonos un momento -largo- a pensar donde estamos en el contexto del Universo, lo que supone nuestro mundo en la inmensidad del mismo, lo que podemos incidir con nuestro quehacer en el contexto del Cosmos, y, una vez que nos hayamos situados muy bien en todo eso…
    ¡Contestemos!
    Como aquellos hombres de antaño, parece que no dejamos de pensar en nuestro “status especial” en este Universo “Infinito” en el que, según expresiones de muchos, estamos llamados a cumplir una oculta misión (aún no sabemos de qué se trata) de tanta importancia que, posiblemente posibilitará que todo el Universo tenga un sentido, es decir, que el Universo, sin nosotros, no tendría significado.
    La verdad relacionada con ese pensamiento que nos otorga una categoría que no tenemos, es todo lo contrario de lo que expresa, es decir, nosotros somos los que no somos nada sin el Universo del que formamos parte al igual que lo hace una estrella, un planeta o un Águila Real. Somos simplemente criaturas surgidas a partir de la evolución de la Materia mal llamada inerte, y, que por suerte, nos ha tocado en la parte en la que son poseedores de consciencia, es decir, somos conscientes de SER, y, esa consciencia, no pocas veces nos lleva a elucubrar cosas que, corresponden al mundo de “nuestra realidad” pero no, a la realidad misma.
    Sigamos aprendiendo y, procuremos no hacer nada de lo que más tarde, nos tengamos que arrepentir. Los Robots de una generación muy bavanzada y sofisticada, podría ser una de esas cosas “terribles” sino tenemos el cuidado necesario.

    Responder
  15. 15
    Abdel Majluf
    el 15 de abril del 2011 a las 16:58

    Este tema dió que hablar y reo que daría mucho mas.
    Bueno tirando la raya de la suma, esperemos que nuestras nuevas generaciones hagan las cosas bién, quizas debamos sacarnos esos sarcasmos que tenemos del futuro, nosotros también somos el futuro de muchos del pasado y claramente con altos y hemos ido avanzando.
    El temor o la cautela son dos cosas muy distintas, es como si le tuviesemos miedo a nuestro astro, el sol, a todo lo que significa esa caldera solar, que nos envia a cada segundo millones de cosas que nos son fastidiosas, pero, si recapacitamos un poco, si no fuera por su exstencia,nosotros no estriamos aquí.
    A veces tocamos el tema de serees de otros planetas, quizas muccho mas evolucionados y que los debe haber de seguro que si, pero si de algo estoy seguro es que si han logrado avanzar mucho mas que nosotros, de algo se han de haber valido y eso seguramente es ” La tecnología”. mas vale pensar en los beneficios que esta encierra a buscar los perjuicios, pues , en ese instante somos nosotros mismos los que estamos prejuiciando de acuerdo a nuestras propias conciencias.
    saludos.

    Responder

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